Vivimos el deporte con un espíritu de verdadera fraternidad; sin embargo, debemos recordar tres actitudes esenciales en favor de la paz en la práctica deportiva: la necesidad de entrenarse y esforzarse para lograr resultados significativos; el juego limpio que conduzca a la armonía y a la paz y, el respeto entre los compañeros de equipo y con los adversarios.
La fiesta del deporte debe ser siempre una fiesta de la lealtad, de la perseverancia, de la amistad, del compartir y de la solidaridad, pues, como dijo en 2017 el papa Francisco: “El deporte es una escuela de paz, nos enseña a construir la paz” y, en 2022: "El valor más grande no es ganar, es jugar limpio".
Por esa razón, debemos de tener claro a donde estamos dirigiéndonos y a donde nos llevan nuestros esfuerzos. De ahí que también debamos resaltar el valor de la derrota, porque la grandeza de una persona se ve más cuando cae que cuando triunfa, aplica en el deporte como en la vida.
En una entrevista a la Gazzetta dello Sport, el Papa señaló: “La victoria contiene una emoción incluso difícil de describir, pero la derrota también tiene algo de maravilloso. De ciertas derrotas nacen hermosas victorias”, y, señaló que lo importante es “hacer equipo” para estudiar al rival, para conocer el reglamento y para cohesionar el grupo mediante actividades de fortalecimiento de la amistad y la confianza, En el deporte, como en las empresas y organizaciones, la estrategia es clave, ya que asemeja la forma de lograr objetivos y ganar ventaja de nuestras fortalezas.
Y, para quienes enfrentamos cargos de responsabilidad y estamos entre los 50 y 60 años, las actividades recomendadas son aquellas que poseen una carga de exigencia mucho menor, pero que son beneficiosas desde el punto de vista cardiovascular y circulatorio, como el tenis, la natación, el taichí, el yoga y las caminatas.
Pero, para los más jóvenes que no estén tan vinculados al deporte, pero sí a programas como la medicina, la odontología, la psicología, el derecho, la administración de empresas, las ingenierías, los negocios internacionales, han de ver en el deporte como un gran negocio para ejercer su servicio profesional. Es lo que corresponde al área de la economía del deporte, tan inexplotada como rica en posibilidades de trabajo.
Marcelo Bielsa nos recomienda cuatro consejos para tener en cuenta en el desarrollo directivo a partir del fútbol, aplicables a nuestra vida profesional: Desarrolla tu carrera como un deportista y dedica tiempo a prepararte y a desarrollar habilidades concretas. Trabaja en mejorar la concentración y la atención en tus conversaciones. Trabaja por mejorar cada día, sal de tu zona de confort. Tu crecimiento está ligado a tu iniciativa y compromiso. Dedica tiempo al estudio y a la lectura. Evalúate y pregúntate: en mi tarea directiva, ¿qué hice bien, ¿qué hice mal y en qué puedo mejorar?
Esas cuatro preguntas nos permiten afianzar la relación profesional-deportes y, encontrar a través del juego limpio, la mejor forma de desempeñarnos en nuestro trabajo.