Alegrías y sinsabores | El Nuevo Siglo
Sábado, 27 de Enero de 2024

Una canción popular señala el tejido de las realidades que componen el diario vivir de los humanos, día tras día, año tras año, con esta síntesis: “alegrías” y “sinsabores”. En medio de esa intercalada serie de realidades va adelantándose el diario vivir de los humanos, unos sin percibir más de cuanto les comunican los sentidos corporales, otros, elevando la mente a realidades que percibe su pensamiento, y, entre éstas a los valores del espíritu. 

En el amanecer de cada día Primero del Año, se acentúa ese contraste de noticias que llenan el alma de alegría, y aquellas que traen sinsabores. Buscamos y agradecemos a Dios las primeras, pero las otras entristecen, y hasta llevan a las lágrimas. Cómo quisiéramos un amplio tejido de las primeras, y cómo desearíamos que, al menos, fuera más corto el listado de las segundas. 

Complacen a tantos las noticias que traen la voz de los Papas, en serie tan cuajada de contenido en las últimas centurias, con tan claros lineamientos en el campo social y moral para el bien del mundo, acogidas con gran respeto aún en países no católicos, así como serios pregones de otros credos, que invitan a elevar la mente hacia lo alto. 

Conforta el ánimo percibir que a escala mundial y nacional la alegría que haya dirigentes de Naciones, y escritores, dedicados a profundizar temas que traen verdadero progreso y avance de los pueblos, estudios científicos en pro de la salud, la economía, la defensa de la “madre tierra”. Pero, dolorosamente, en varias latitudes solo vemos ambiciones de dominio de pueblos y naciones, y explotación de humanos, con sentido egoísta, con acumulación de “amargos sinsabores”. Esa es la diaria mezcla que anhelamos tenga superación haciendo cuanto lleve a la alegría, y evite amarguras a los humanos, todos hijos de Dios. 

Al recorrer la historia antigua y reciente de los Continentes, como hicimos en columnas de finales de año anterior, encontrábamos ese tejido de “luces y sombras”, con cuyo repaso buscábamos el aprecio y cultivo de las primeras y la decidida búsqueda de superación de las segundas. Luces encontramos en la antigüedad en Asia, luego en África, encabezados por Egipto, después en Europa con liderazgos en Roma, en Alemania, en Francia, España y Portugal. Luego en América, con sangre nueva y diversidad de ideales y cultivos de la ciencia, con algo de aprovechamiento de las raíces aborígenes. Encontramos luz esplendente surgida hace dos milenios en Israel con Jesucristo, cuya sola evocación trae respuesta, que, vivida, es la solución de “Anarcos”, como lo expresó, en iluminados versos, el gran vate colombiano Guillermo Valencia. “Alegrías y Sinsabores”, seguirán repartiéndose los sentimientos humanos, animados por las primeras, cuando están bien fundamentadas, y superando las causas de los sinsabores. 

De actos corruptos de gobernantes y particulares, motivaciones egoístas de personas y de ciertas ideologías, hemos de salir, en forma ascendente construyendo, a buen ritmo, hechos nuevos confortantes, en “alegría y esperanza”. “Año Nuevo”. “Vida Nueva”, sabiendo asumir, positivamente, “alegrías y sinsabores”. ¡Siempre unidos y sin caprichosos abusos, total esfuerzo para el bien, nada de tolerancia para pequeños egoístas intereses!    

 

*Obispo Emérito de Garzón 

Email: monlibardoramirez@hotmail.com