Billetes muertos, los más usados para falsificar | El Nuevo Siglo
Domingo, 13 de Septiembre de 2015

La falsificación de moneda nacional y extranjera, que en Colombia ha sorprendido por su “alta calidad”, se hace a través de los llamados billetes muertos o el regrabado, especialmente en ciudades como Bogotá, Cali, Pereira o Medellín.

Pese a que el Banco de la República sostiene que ese flagelo no afecta a la economía nacional, porque para el caso colombiano ese fenómeno está entre los más bajos de América Latina y del resto del mundo, las autoridades y organismos secretos trabajan en combatirlo y erradicarlo.

En pasados meses, en el centro de la capital de Antioquia, el Grupo contra la Falsificación de Moneda del CTI, fue sorprendido por el hallazgo de un billete de 20 mil pesos que registraba un color de  impresión diferente, pero dos símbolos sí eran reales: el círculo y el hexágono.

Ante el hallazgo, los investigadores analizaron en Bogotá, en Cali y en Pereira, ciudades donde es más notorio el flagelo de la falsificación, casos similares. Es decir, se encontraron con un viejo truco del llamado billete muerto.

Los investigadores revelaron que los delincuentes, para falsificar moneda nacional y la de los Estados Unidos y ahora los Euros, acuden a la impresión Ink Jet, es decir, con impresora de alta calidad. También acuden al Off Set, con máquina litográfica y deben usar planchas metálicas, para dar la impresión de originales porque pueden resaltar el relieve en el papel utilizado para la falsificación.

Otra modalidad, la del regrabado en papel moneda, es decir, que los delincuentes emplean un dinar iraquí, un dólar, uno de dos e incluso de cinco y con un proceso químico le borran la tinta y reimprimen como Dólar, como Euro y en otras épocas como Bolívar.

El billete muerto hizo su primera aparición en el mercado de Medellín en el año 2012 y los tres capturados nunca confesaron cómo los adquirieron.

Pero, gracias a la intensa búsqueda, un año después, el CTI llegó hasta un apartamento ubicado en el barrio Estación Villa, en los alrededores de La Alpujarra, donde encontraron al inquilino de una habitación en la que vivía desde hacía diez años.

“En  la habitación, que siempre permanecía cerrada, los agentes secretos encontraron billetes originales y falsos recortados, cuchillas de afeitar, bisturís, cuerdas y ganchos para el secado y otros elementos para facilitar el proceso de adulteración y proceso de los llamados billetes muertos”, contó uno de los investigadores.

Expresó que “el capturado, muy hábil por cierto, pacientemente sacaba piezas fundamentales de un billete original y las trasplantaba en uno falso con un pegante y hacía el mismo procedimiento con el falso para facilitar el engaño a tenderos, cajeros de supermercados, en los cines y en general en sectores de alta afluencia de público”.

De acuerdo con la Fiscalía y la Policía, los billetes más falsificados son los de 50.000 pesos y 20.000 pesos, seguidos por los de 10.000 pesos y 5.000 pesos y en última instancia en Bogotá fue hallada una fábrica clandestina con billetes falsos de 2.000 pesos.

Y, en moneda extranjera, señalan los investigadores, los billetes preferidos por los antisociales son los de  US$100 y US$20; los de 50 Euros y de 20 bolívares.

Las incautaciones más grandes en los últimos años en el país se registraron en Cali, Pereira, Medellín y Bogotá. En el caso del departamento de Antioquia, las autoridades neutralizaron fábricas clandestinas de moneda falsa en los municipios de Copacabana, Caldas, Medellín, Bello e Itagüí.

En los últimos 50 meses han sido decomisados US$15.003.920 dólares falsos y más de cinco mil millones de moneda nacional, amén de Euros y bolívares.

Los expertos señalan que si los delincuentes logran introducir la moneda ilegal al torrente financiero, el Emisor podría perder el control de la cantidad de dinero que circula en la economía, generando fenómenos inflacionarios.

Pero también, explican los economistas que “si hay mucha moneda circulante puede aumentar la demanda de bienes y servicios y se podría registrar el fenómeno de sobrevaloración de esos activos”.

Por su parte, el Banco de la República afirmó a EL NUEVO SIGLO que “los índices de falsificación que se presentan en Colombia se miden en número de piezas falsas detectadas en circulación por cada millón de piezas auténticas en circulación, índice que para el caso colombiano está entre los más bajos de América y del resto del mundo”.

De acuerdo con el Emisor “para el 2014 fue de 62 billetes falsos por millón de auténticos en circulación y de 11 monedas falsas por millón de auténticas”, por lo que no hay preocupación por algún impacto en la economía nacional. “No se percibe impacto en la economía por el fenómeno de la falsificación de billetes y monedas en Colombia”.

Un portavoz oficial precisó que “el Banco de la República ofrece permanentemente, tanto vía página web de la entidad, como a través de talleres y conferencias presenciales, la información detallada sobre cómo conocer y autenticar los billetes y las monedas”.

“El Banco de la República incorpora en sus billetes y monedas elementos y características de seguridad de alta tecnología, que representan más del 60 % del costo del billete y que están disponibles para el ciudadano para que  pueda identificarlos y validar la autenticidad de los billetes y monedas y así evitar recibir una especie falsa”, dijo.

Aseguró que “entre las seguridades que podemos mencionar para los billetes se encuentran la impresión en alto relieve, la marca de agua, el hilo de seguridad, el registro perfecto, la imagen coincidente, la tinta que cambia de color, entre otros, y en las monedas los detalles finos y definidos de su diseño y de las imágenes principales así como los metales que se utilizan en su fabricación”.

“No es fácil falsificar billetes o monedas, pues el Banco de la República incluye dentro de sus billetes y monedas las más altas tecnologías existentes a nivel mundial, incluye dispositivos y características de seguridad de difícil falsificación y al mismo tiempo de fácil verificación por parte del público, lo que genera alta confiabilidad en circulación. El ciudadano común y corriente, que regularmente verifique las seguridades incorporadas a nuestros billetes y monedas tendrá la facilidad de diferenciar una pieza falsa de una auténtica”.

Indicó que “las características de seguridad no son fáciles de imitar por los falsificadores, dada las altas tecnologías empleadas. Todas las imitaciones son burdas, por lo tanto fácilmente identificables. Si usted está atento y tiene presente la información sobre cómo verificar los billetes y las monedas auténticas”.

Un mito

En cuanto a la información que circula en el sentido que Colombia sigue siendo el país donde más se falsifica dinero nacional y extranjero, el portavoz oficial del Banco de la República aseguró que “esta afirmación es un mito, podemos decirles que no somos el país en donde más se falsifica dinero, nuestros índices en falsificación están entre los más bajos de Latinoamérica. Reitero que para el 2014 fue de 62 billetes falsos por millón de auténticos en circulación y de 11 monedas falsas por millón de auténticas en circulación”.

“El Banco de la República trabaja permanentemente y en estrecha coordinación con las autoridades de Policía y judiciales, a través del intercambio de información sobre el tema y programas de capacitación y actualización sobre los elementos de seguridad de nuestros billetes y monedas. Podemos asegurar a los colombianos que nuestros billetes y monedas son seguros, pues a ellos le incorporamos gran cantidad de dispositivos de seguridad y características diferenciadoras, que al ser revisadas permiten distinguir fácilmente un billete o moneda auténtica de uno falso”, señaló.

Dijo que infortunadamente el ciudadano de a pie es el que al final pierde su poder adquisitivo cuando recibe un billete o una moneda falsa.

“Lamentablemente sí, por esto reiteramos la importancia de conocer los billetes y las monedas y verificar sus características de seguridad para evitar ser víctima de los falsificadores”, indicó.

Afirmó igualmente que “los billetes y monedas presuntamente falsos deben ser retirados de circulación y enviados de inmediato al Banco de la República, para que los expertos en el tema determinen o conceptúen su autenticidad. Para tal efecto el sector financiero, los establecimientos comerciales y el público en general deben retener estas piezas, mediante el uso de un formulario diseñado específicamente para este trámite, el cual puede descargarse de la página Web del Banco. Diligenciados los datos del dueño del billete y la descripción de lo retenido, se remite al Banco  junto con el billete para análisis y posterior respuesta”.

En cuanto al dinero falso que estaría circulando en Colombia, el vocero oficial dijo que “no se puede establecer con precisión, no obstante el índice que empleamos como indicador en billetes y monedas, de uso común por los bancos centrales, nos permiten medir el fenómeno de la falsificación, que como se mencionó anteriormente nos ubica en niveles bajos  para Colombia”.

“En Colombia todos los billetes y las monedas tienen diferentes niveles de falsificación que además varían en el tiempo, es por esto que  lo importante es crear una cultura de cuidado y verificación del billete y la moneda. Todas las denominaciones deben ser verificadas o revisadas y no debemos limitarnos solo a verificar los billetes de alta denominación, pues, todos nuestros billetes están diseñados de tal forma que los dispositivos de seguridad permiten diferenciarlos. Si  usted los conoce, no será víctima de los falsificadores”, explicó.

Indicó que el delito de falsificación de moneda está contemplado en el artículo 273 del Código Penal que dice: “Falsificación de moneda nacional o extranjera incurrirá en prisión de 96 a 108 meses, es decir, entre 8 y 11 años privado de la libertad en establecimiento carcelario”.

En cuanto a si es suficiente la condena o es necesario que se incrementen las penas, precisó que “la pena prevista para este delito es proporcional al daño que pueda causarse al bien jurídico de la fe pública”.

“En Colombia no existe como tal una oficina central de información bajo los parámetros fijados en el Convenio de Ginebra de 1929, pues estas actividades siempre han estado en cabeza de las diferentes autoridades de policía judicial, es decir de la Policía y del CTI de la Fiscalía”.

Sin embargo, expresó que “mediante Resolución No. 2402 del 13 de noviembre de 2003, el Fiscal creó la Estructura de Apoyo contra la Falsificación y Tráfico de Moneda cuya finalidad fue asumir el conocimiento de las investigaciones por hechos delictivos relacionados con la falsificación y el tráfico de moneda nacional o extranjera, para tal fin cuenta con fiscales delegados de dedicación exclusiva y grupos de policía judicial especialmente entrenados en la persecución de estas conductas”.

“Esta unidad tiene la coordinación y el acopio de toda la información relacionada con su objeto de competencia y en especial sirve de enlace con organismos internacionales que luchan contra estos delitos como el servicio secreto de los Estados Unidos, la Europol, la Comisión Europea y la Ameripol”, dijo.

En cuanto a la falsificación del dólar o del euro y si afecta a Colombia, a la economía nacional o simplemente al ciudadano que recibe un billete falso, expresó que “el delito de falsificación de moneda es de los denominados pluriofensivos,  porque lesiona varios bienes jurídicos, en tal virtud lesiona principalmente la potestad de emisión de los Estados, la confianza de las personas en sus signos monetarios  y su patrimonio económico”.

Agregó el vocero del Banco de la República que el mensaje que  envía a los ciudadanos a través de EL NUEVO SIGLO  es que “es necesario conocer los billetes y las monedas nacionales y extranjeras,  verificando sus características de seguridad y siempre denunciar a las autoridades este delito para enfrentarlo y combatirlo”.