Radican proyectos por violencia de barras | El Nuevo Siglo
Lunes, 30 de Septiembre de 2013

Proyectos para menguar esta violencia alrededor del fútbol estudiará el Concejo de Bogotá.

 

Según el Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana en Bogotá, existen 132 pandillas en 18 localidades.

El concejal liberal Jorge Durán radicó un proyecto de acuerdo en el que se crea el tribunal de la no violencia en el deporte donde se diseñan las políticas públicas que apoyen a las autoridades distritales en la aplicación de programas y proyectos de inversión social y deportiva con miras a solucionar problemas de falta de convivencia, tolerancia y violencia criminal en la ciudad.

En la exposición de motivos, el tribunal de la no violencia en el deporte tendrá la misión de regular el funcionamiento de los clubes deportivos, adoptar reglamentaciones tendientes a evitar la violencia entre hinchas o partidarios de los diferentes equipos deportivos, selecciones o competidores individuales de la ciudad o que vengan a enfrentarse con los equipos, competidores o selecciones capitalinas.

En este mismo sentido, la bancada del MIRA radicó un proyecto que dicta lineamientos para la formulación del Plan Distrital de Inclusión Social para Jóvenes con Alto Grado de Emergencia Social, Pandillismo y Violencia Juvenil, informó el concejal Jairo Cardozo.

 

“El Distrito, con el apoyo del ICBF, debe adoptar planes, programas y estímulos tributarios y otros estímulos especiales, que propendan a la rehabilitación, inclusión y mejoramiento de la calidad de vida de los jóvenes en condición de vulnerabilidad social que se han vinculado o corren el riesgo de vincularse a grupos de violencia, conforme lo ordena la Ley 1577 de 2012”, señaló el concejal.

“Expertos en el tema de jóvenes y violencia han coincidido en señalar como factores que activan la violencia: las rupturas familiares, el mal uso del tiempo, la desintegración de los valores tradicionales y la marginalidad social; lo cual induce a las y los jóvenes a reconstruir su identidad en espacios sociales creados por ellos mismos, tales como pandillas callejeras y «barras bravas», conformados casi siempre por jóvenes que tienen graves problemas personales y familiares, que encuentran en el grupo cierta valoración y respeto, solidaridad y lealtad, e, incluso, en determinados casos, protección y apoyo, al punto que la pandilla termina reemplazando a la familia y al colegio”, manifestó el concejal Cardozo.

 

Pacto por la vida y el fútbol

El concejal del Polo Democrático Alternativo, Celio Nieves, propone la realización de un pacto por el respeto a la vida y el fútbol en paz, del cual hagan parte el gobierno tanto nacional como distrital, los empresarios del fútbol, el sector productivo de la ciudad, los integrantes de las barras, los padres de familia de los jóvenes vinculados a las mismas y la policía nacional, entre otros, con el ánimo de generar espacios de reflexión y acciones encaminadas a fomentar cultura ciudadana y promover la convivencia entre los distintos aficionados del fútbol, independientemente de la camiseta que se quiera lucir o apoyar.

“Ante todo, debemos ocuparnos de educar para la paz, a fin de crear conciencia por el respeto al otro, erradicando la intolerancia y aprender que el fútbol debe ser un motivo de integración y no de disociación. El Distrito debe generar espacios para la interacción de los distintos integrantes de este pacto para conocer las inquietudes y necesidades de los barristas y dedicar recursos tanto humanos como económicos para trabajar en la atención de sus necesidades, brindando respuestas concretas, principalmente en materia de educación media y superior y oportunidades de empleo”, enfatizó Nieves.

Hizo un llamado para suprimir del lenguaje futbolístico la expresión ‘barras bravas’, cuyo adjetivo hace referencia a fiero o feroz y hablar simplemente de aficionados, ya que lo primero contribuye negativamente en el comportamiento de los jóvenes, dentro y fuera de los espectáculos.

Sin embargo, lo ideal es hablar de otro tipo de asociación. Por ejemplo, dice Nieves, barrismo social (ya utilizado por emprendedores aficionados), término moderno para referirse a grupos de aficionados dedicados a trabajar en bien de los simpatizantes de un equipo y a labores en favor de la sociedad en general.