Lionel Moreno Guerrero | El Nuevo Siglo
Viernes, 24 de Junio de 2016

DESESPERO OFICIAL

Terrorismo de Estado

 

SEGÚN el diccionario terrorismo es “pretende(r) crear alarma social con fines políticos,” es la amenaza de causar un perjuicio ilícito a la contraparte, si está no le concede algo. Entre nosotros estamos acostumbrados a que el terrorismo sea ejercido por la guerrilla para, por ejemplo, extorsionar, amenazando con volar oleoductos si no les pagan gruesas sumas de dinero, o por las bandas criminales, como hacían los narcotraficantes, intimidando con poner bombas si se los extraditaba. Pero que el Gobierno nos amenace con graves males si los ciudadanos no le aprobamos un acuerdo con la guerrilla de las Farc (cuyos términos aún no se conocen), es algo inédito. Como sabemos, el presidente nos dijo que hay que aprobar el futuro acuerdo para que las Farc no trajeran a las ciudades una violencia mayor a la que ejercen en el campo. Como ya varios lo han anotado, el presidente está implícitamente reconociendo o que las Farc no cumplen la tregua unilateral o que se están armando y organizando para traer la violencia a los centros urbanos, sin que el Gobierno haya hecho o podido hacer nada para detenerlas, o que, simplemente, el presidente nos está tratando de atemorizar para que aprobemos el plebiscito mediante el cual los colombianos, colocados ante el falso dilema de que si no ratificamos todas las concesiones a la guerrilla estaríamos consintiendo la guerra.

Y no le bastó al presidente la anterior amenaza, la complementó intimidándonos con un incremento de impuestos “si llega a continuar la guerra… ahí sí tenemos que subir los impuestos para financiar la guerra, porque las guerras son muy costosas.” Imaginamos que estos nuevos impuestos serían adicionales a los anunciados de la llamada Reforma Tributaria que, nos ha dicho, es necesaria para suplir la pérdida de ingresos por la baja en el precio del petróleo. Como quien dice, o aprobamos el plebiscito o nos quiebran con impuestos.

Al anuncio presidencial de que espera firmar con las Farc un acuerdo final (no el parcial de ayer) antes del 20 de julio, Timochenko le acotó que “aún falta pelo pal moño.” El Gobierno se siente débil y actúa en tal condición. El que haya accedido a casi todas las exigencias de las Farc no ha pasado desapercibido por otros grupos sociales como campesinos, indígenas, camioneros, a los cuales también hace concesiones para tratar de calmarlos. Juan Camilo Restrepo destacaba (El Nuevo Siglo, 19-6-2016) que esta semana comenzaban las negociaciones sobre las ambiciones de la “Cumbre Agraria” que incluyen definir el uso del suelo y subsuelo con las comunidades, prohibir la importación de alimentos, terminar los tratados de libre comercio, suspensión de los proyectos hidroeléctricos y otras pretensiones. ¿Qué nuevas concesiones faltarán antes del acuerdo final?