Hugo Quintero Bernate | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Junio de 2016

ARRECIFES

Empoderadas

 

HILLARY Clinton acaba de conquistar el número mágico de 2.383 delegados que le aseguran la nominación del Partido Demócrata para las próximas elecciones presidenciales para suceder al histórico Barack Obama. No es noticia de poca monta que el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas más poderosas del planeta y cabeza visible de la primera potencia mundial, vaya a ser una mujer. ¡Enhorabuena!

 

La elección de doña Hillary es una noticia histórica no solo para los Estados Unidos de América, sino, sobre todo, para las mujeres del mundo. En la eterna persecución de la igualdad que históricamente se les ha negado, esta conquista es evidentemente uno de los mayores actos de empoderamiento femenino.

 

Ha habido otras mujeres poderosas en otros lugares del mundo, pero nunca, alguna ha sido la más poderosa al mando del país más poderoso: Dilma Rousseff, que lo fue de uno de los países “maior do mundo”, hasta que la defenestraron; Ángela Merkel ha sido el ancla de Europa como Primera Ministra de Alemania; y, para nosotros, la Juez de la Corte Suprema Federal de los Estados Unidos de América, Sonia Sotomayor, es un gran ejemplo de empoderamiento no sólo femenino, sino hispano. Todo un homenaje del Presidente Obama y del Congreso a una comunidad siempre marginada y a un género siempre relegado.

 

La importancia de la virtual Presidencia de la señora Clinton no es por el mero hecho de su género, sino porque ella está comprometida con las luchas básicas de lo femenino. Significativo que en su cuenta de twitter reivindique sus roles de esposa, madre y abuela, desde lo personal; y el de abogada defensora de mujeres y niños desde lo profesional. Y su primer mensaje cuando completó el número mágico de delegados fue a las niñas del mundo, a las que invitó a soñar en grande, incluso con ser Presidentas.

 

No es entonces cualquier mujer la que va a ocupar la Presidencia de los EE.UU.A.  Es una que ha luchado las reivindicaciones de su género y ha acompañado las de otros colectivos marginados, como la comunidad Lgtb o musulmanes e inmigrantes. No es una mujer trofeo como las que acostumbra a presentar el impresentable de Trump. Es una que a pesar de lo cuidadosa que debe ser como candidata, no se ha escondido a la hora de abordar temas siempre polémicos, como el del aborto. “Defender la salud de las mujeres, significa defender el derecho a que todas las que lo necesiten, tengan acceso al aborto legal, no solo las que puedan pagar” ha dicho a voz en cuello.

 

Puede que las mujeres africanas que aún sufren la ablación del clítoris; o, las árabes a las que aún apedrean por adulterio; o, las colombianas a las que aún responsabilizan de sus violaciones, sigan en sus tragedias diarias, pero tienen derecho a pensar que ya no están solas. Ahora en la primera potencia del planeta habrá una  mujer. Y esa es una esperanza que puede ser el primer paso del empoderamiento que necesitan ellas como mujeres y al que nosotros como hombres debemos contribuir.   

@Quinternatte