La verdad sobre Hidroituango | El Nuevo Siglo
Miércoles, 30 de Mayo de 2018
  • Circula alud de versiones imprecisas y alarmistas
  • Rendir un parte único que despeje todas las dudas

 

La incertidumbre de la opinión pública sobre el nivel de la emergencia en el complejo hidroeléctrico de Hidroituango, en Antioquia, es cada día mayor. La semana pasada se había informado que el nivel de alerta en la parte baja del río Cauca había disminuido luego que finalizaran los intensos trabajos para elevar la cota de altura de la presa y prevenir cualquier riesgo de desborde de las aguas o avalancha. De igual manera se indicó que los trabajos de la recuperación de los túneles de desagüe estaban avanzando de forma sustancial y, de esta manera, el riesgo de un nuevo percance grave en la estructura se iba neutralizando.

Sin embargo, desde el pasado fin de semana se viene informando de derrumbes tanto en la montaña como en el área periférica a la presa, que obligaron incluso a la evacuación de una parte del personal de trabajadores. También se procedió a una revisión urgente y detallada por parte de los geólogos y otros técnicos especializados para establecer si estas nuevas circunstancias, producto de las intensas lluvias de los últimos días, podrían estar afectando la estabilidad de la montaña y de la infraestructura interna de la presa. 

Como es apenas obvio estas nuevas contingencias han generado un alto nivel de preocupación no solo en Antioquia sino en todo el país, al tiempo que en las redes sociales, blog y otras plataformas de información virtual hay una gran cantidad de versiones contradictorias y alarmantes circulando. Versiones que sugieren, sin aportar prueba alguna, que los responsables de enfrentar la crisis en Hidroituango no están diciendo toda la verdad sobre qué tanto se ha podido neutralizar la emergencia que comenzó a  fínales de abril y si se mantiene el riesgo de una tragedia de grandes proporciones por un colapso o desborde la presa.

Es urgente ponerle freno a todas esas especulaciones. Si bien tanto Empresas Públicas de Medellín como la Alcaldía, la Gobernación de Antioquia y la Unidad de Gestión de Riesgo a nivel nacional y regional ha mantenido abiertos todos los canales posibles para mantener al tanto a la población sobre la evolución de la crisis, es ingenuo negar que la velocidad con que circulan las versiones alarmistas e irresponsables en las redes sociales es mayor, generando situaciones de constante zozobra, pánico y un negativo ambiente de sospecha en la opinión pública.

Visto todo ello debe generarse un nuevo esquema de información respecto a lo que está pasando real y objetivamente en el complejo hidroeléctrico. El que hasta ahora se ha implementado resulta insuficiente para enfrentar el alud de versiones contradictorias, muchas de ellas con graves acusaciones a bordo, provenientes incluso de expertos que pronostican inminentes tragedias. También circulan rumores sobre gravosos impactos en las finanzas de la Alcaldía y la Gobernación por cuenta del costo de la emergencia a corto, mediano y largo plazos. Tampoco faltan las informaciones que alertan sobre supuestas debilidades en el sistema de suministro de energía eléctrica en el país por la demora en la entrada en operación de Hidroituango. A esto último se suman pronósticos subjetivos en torno a que las tarifas que pagan por los colombianos por este servicio aumentarían en los próximos meses para compensar el mayor costo de la energía de la cadena termoeléctrica…

Desconocer el impacto de toda esta marea de versiones peregrinas y gratuitas es muy peligroso. Frente a ello, bien convendría que en una sola mesa y con transmisión nacional por todos los medios, con los más altos voceros posibles de EPM, la Alcaldía, la Gobernación, la Unidad de Gestión de Riesgo y los ministros del caso, se entregue un parte único y completo sobre lo que está pasando, que despeje de manera detallada y puntual todas las dudas que existen al respecto, la mayoría alimentadas por información irresponsable y especulativa que circula en las redes sociales, blogs, portales apócrifos y demás. Es claro que en la medida en que esto se concrete la verdad anulará todo ese ambiente de incertidumbre y sospecha que rodea este caso.