Las presidenciales de mañana son una nueva elección sin la presencia del voto electrónico, a pesar de que según la Ley 892 de 2004 se debió implementarse en el país antes del 2009.

Adicionalmente, el artículo 39 de la Ley 1475 de 2011 reitera dicha obligación y dispone que “en ningún caso el término excederá su plena implementación más allá de las elecciones para Congreso que se realizarán en el año 2014”.

Este tema fue abordado en la presente semana en una audiencia pública que se adelantó en el Senado de la República acerca de un proyecto de ley del partido MIRA, que pretende trasformar el sistema electoral colombiano.

El magistrado del Consejo Nacional Electoral, Felipe García, indicó que “las experiencias de otros países demuestran que siempre quien adopta este sistema regresa tarde o temprano al voto manual. En la actualidad, menos de 10 países tienen en su normatividad electoral el uso del voto electrónico. Eso no quiere decir que se desecha de plano el uso de las nuevas tecnologías. Las tecnologías se pueden aplicar en buena parte de los procesos, de la manera que los simplifica. Pero el acto mismo de la votación, cuando el ciudadano se enfrenta a la tarjeta electoral, sigue siendo manual”.

Por su parte el registrador nacional Juan Carlos Galindo ha señalado en diferentes oportunidades que la adopción del voto electrónico en Colombia es un proceso que no es de la noche a la mañana.

“Desde el punto de vista técnico como tal, obviamente la tecnología nos da la posibilidad para hacer máquinas que cuenten votos, pero la implementación de un sistema de votación electrónica que le dé garantías al país para que todos y cada uno queden tranquilos respecto de que efectivamente los votos que incorporaron las máquinas están allí, es un proceso mucho más largo. Eso requiere una implementación que tomará mucho más tiempo”, dijo en 2016 a EL NUEVO SIGLO.

Por su parte el senador Antonio Navarro, de la Alianza Verde, le indicó ayer a este Diario que Galindo “se ha opuesto al voto electrónico desde que llegó a la Registraduría. Un primer debate con él fue precisamente eso. Con la tecnología llamada blockchain, que está en boom en este momento en el mundo, se puede garantizar la inviolabilidad del voto electrónico”.

Añadió el parlamentario que el voto electrónico “es algo absolutamente prioritario y hay que seguir presionándolo para que avance en ese terreno porque eso toma un tiempo. Deberíamos ponernos como meta inaplazable tener el voto electrónico en las elecciones del 2022, tener el 70 por ciento, 80 por ciento”.

Agregó que “hicimos un estudio de voto electrónico y descubrimos que por lo menos en los 116 municipios más grandes del país se reuniría más del 80 por ciento de los votantes. Y ahí hay internet y todas las condiciones para el voto electrónico. De manera que esa debía ser la meta mínima”.