Congreso de literatura infantil debate violencia | El Nuevo Siglo
Viernes, 8 de Marzo de 2013

Una literatura infantil y juvenil que aborde los conflictos armados, junto con bibliotecas concebidas como centros culturales multimedia, permitiría a los niños escapar de la violencia guerrillera y narcotraficante en Colombia y México, según expertos del II Congreso Iberoamericano de Literatura Infantil en Bogotá.

Este congreso, que se clausurará el sábado con un picnic en el Parque Nacional de Bogotá, ha convocado a decenas de autores e ilustradores de América Latina para analizar los retos e la literatura infantil en el contexto actual del continente.

Tanto en Colombia como en México "es imprescindible explorar a través de la literatura otras visiones que permitan encontrar salidas, opciones de vida y culturas diferentes a las sociedades actuales dominadas por la violencia, el miedo, el poder y el dinero", dijo a la AFP la escritora colombiana Yolanda Reyes.

"Los niños están diariamente inmersos en los círculos de violencia, conocen la muerte, el secuestro, las desapariciones, el abuso sexual. Por ello es necesario abordar estas realidades", agregó.

Reyes, autora de la novela "Agujeros Negros" (2000), sobre un niño cuyos padres fueron asesinados en Colombia por paramilitares, abogó por la necesidad de escuchar a los pequeños sobre sus conflictos e inquietudes, para así plasmar sus realidades en cuentos e historias.

La escritora, de 54 años, consideró que la literatura infantil otorga a los niños "herramientas intelectuales, cognitivas y simbólicas para asimilar, enfrentar y modificar sus propias realidades, incluso la violencia de género, criminal, guerrillera y narcotraficante".

"Hacerlos infinitos"

"Para los niños es muy reparador explicarles la realidad. Les otorga poder, valentía y esperanza. Hacerlos protagonistas de cuentos los hace infinitos", indicó.

Reyes, quien ofrece talleres de literatura infantil y juvenil en Bogotá, advirtió que "disfrazar u ocultar estas realidades a los niños magnifica sus miedos" y en cambio, "explicárselas les permite desmontar los temores y asimilar realidades, como la muerte de padres, o amigos".

La autora de "Una cama para tres" (2001) y "Pasajera en tránsito" (2012) lamentó que miles de niños en México, país al que consideró un "referente literario y cultural en América Latina", sean víctimas de la guerra entre cárteles de la droga y estén expuestos a una violencia "similar a la que Colombia vivió en los años 1990".

En Colombia, miles de niños y jóvenes han sido víctimas de una espiral de violencia por la acción de guerrillas izquierdistas, grupos paramilitares de derecha, mafias del narcotráfico y agentes de la fuerza pública a lo largo del último medio siglo.

El filósofo y antropólogo argentino Néstor García Canclini también lamentó la violencia que sufren niños y jóvenes colombianos y mexicanos y abogó por la literatura, el uso de la nuevas tecnologías de la información y la restructuración de las bibliotecas como una salida real.

Interpretar realidades

"La violencia, la criminalidad, los asaltos, los secuestros, la trata de niñas y otros problemas los conocen los jóvenes sin restricciones a través de sus padres, amigos y ahora especialmente a través de Internet", dijo a la AFP García Canclini, de 74 años.

"Los niños saben ahora de todo, entonces la labor de los mediadores, como padres, hermanos y escuela, es ayudarles a interpretar estas realidades y capacitarlos para que pueden ejercer acciones responsables y transformadoras", agregó.

En México, las fuerzas armadas y policiales libran desde el 2006 una intensa lucha contra una decena de grupos narcotraficantes, como los cárteles de Sinaloa, Tijuana y Juárez, en la que han muerto más de 70.000 personas.

"Ayudaría mucho si las bibliotecas fueran reconcebidas como un centro cultural abierto y polivalente que puede ofrecer espacios de refugio físico y de inmersión literaria y cultural", recomendó García Canclini, investigador de fenómenos antropológicos, culturales y de globalización en América Latina.

"Las bibliotecas necesitan tener muchas pantallas, no ser solo lectura. Deben ofrecer imágenes, vídeos, música. También las bibliotecas ambulantes y los espacios en la calle permitirían arrebatárselos a la violencia, al narcotráfico, a los sicarios", concluyó el experto argentino, autor, entre otros, de "Culturas híbridas" (1990), "Latinoamericanos buscando lugar en este siglo" (2002) y "La sociedad sin relato" (2010).

AFP