Polémica en Academia de Historia | El Nuevo Siglo
Sábado, 2 de Diciembre de 2017

“Intenso discurso de posesión de Amilkar Acosta”

En uno de mis libros sobre temas históricos sostengo: “Ni dios tiene el poder de un historiador, pues Dios no puede cambiar la historia y los historiadores si lo pueden hacer”. Para algunos “historia es lo que se escribió, no lo que sucedió”. El inmenso Luis López de Mesa, en estudios muy profundos y documentados, demostró el extravío de los “radicales” en muchos de sus episodios. También criticó varios episodios de la “Regeneración”. Churchill tan sabio en sus reflexiones políticas, defendía la política aclarando que se inventó: “no para que los pueblos vayan al cielo, sino para evitar que vayan al infierno”.

El muy activo presidente de la Academia Colombiana de Historia, el humanista  Eduardo Durán Gómez, dirigió la concurrida sesión de la corporación para posesionar como miembro de la Institución al ex-ministro y conocido intelectual Amilkar D. Acosta Medina, quien disertó sobre dos importantes personajes de la turbulenta época de los radicales: Juan José Nieto Gil y Luis Antonio Robles Suárez. El estudio es extenso e intenso y ya se convirtió en un libro de interés. Amilkar convierte las oportunidades en oratorias de trascendencia, no para exhibirse vanidosamente, sino para documentar tesis de controversia. Multitud de nuestros políticos de esa huracanada etapa nacional incurrieron en exceso, en apasionamientos, intransigencias, sectarismos y errores fatales. El balance es catastrófico. 7 obispos desterrados, jesuitas expulsados, una constitución, la del 63 realizada por legisladores, de un solo partido, negándole vocería al conservatismo. En el 86 también se presentaron inconsistencias, medidas extremas, destierros y persecuciones. En la primera etapa de la generación del 86, la figura dominante fue Rafael Núñez. Así lo reconoce Amilkar Acosta y muchísimos investigadores.

Más adelante, en 1910, hubo un gobierno de coalición, apoyado por todo el procerato liberal. Cuando Reyes cerró el congreso, un líder de tan enorme prestigio como Rafael Uribe Uribe lo aplaudió. En la cuestionada “Hegemonía conservadora” cogobernaron Enrique Olaya Herrera, Carlos Arturo Torres, Baldomero Sanín Cano, el padre de Carlos Arango Vélez y muchos valores del liberalismo.

Carlos Rodado, presente en la memorable posesión de Amilkar en nuestra Academia de Historia, comparte varios de mis puntos de vista. Desafortunadamente en un artículo para varios periódicos, resulta imposible agotar el tema.

Quiero si subrayar la excelente hoja de vida de este amigo Amilkar.  En el servicio público su voluntad de acción ha sido tan impactante, como su transparencia y su honestidad. Ataca, pero acata. Como líder, en el manejo de los hombres posee el secreto de saber equilibrar los intereses contradictorios de las gentes. Sobre su inteligencia se destaca su voluntad de acero forjado en las mejores fraguas. Es como el hierro, se rompe, pero no se dobla. No adula al pueblo, le exige las responsabilidades. Prefiere el orden constructivo a la licencia anárquica. Vive en función de servirle a Colombia. En el Senado hizo debates de indiscutible fortaleza. La mayoría lo premió eligiéndolo su presidente. Él sabe que al mundo lo mueven las ideas. Las ideas tienen fuerza de semillas.