Patrimonio hecho con manos colombianas | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Domingo, 10 de Diciembre de 2017
Acaba de lanzarse “Oficios de manos colombianas” publicación que exalta a portadores del conocimiento y maestros de las manualidades del país

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MÁS que 20 historias de vida o igual número de oficios que han moldeado desde hace décadas con sus manos gracias a las enseñanzas transmitidas de sus padres y abuelos, lo que encierra el libro “Oficios de manos colombianas” son 20 ejemplos vivientes de puro talento, arte manual y portadores de conocimiento que, sin saberlo, forjaron la riqueza de nuestro patrimonio cultural inmaterial.

En estas páginas hay historias tan enriquecedoras y emotivas como la de Ana Felisa Alquichiri, quien a sus 90 años de edad, sigue dedicada al oficio de la alfarería. Sus expertas manos moldean el barro en su casa de Barichara, Santander, donde mantiene vivo este arte y la inculca a las nuevas generaciones. También está la de José María Pupo, uno de los pocos herreros que después de cuatro generaciones, continúa trabajando la forja antigua, en Santa Cruz de Mompox o la de Baudilio Guama, un lutier de Buenaventura, quien se dedicó a la construcción de marimbas y quiso que su legado trascendiera para que los jóvenes se alejaran de la violencia a través de los sonidos de la música del Pacífico y tuvieran una opción de vida. 

Estos son tan solo tres de las 20 historias de vida y arte que encierra este libro, un proyecto editorial de María Lía Neira Restrepo, quien tras recorrer gran parte del país y descubrir a personajes generosos, sensibles y dispuestos a compartir sus conocimientos como los aquí mencionados, decidió darlos a conocer al país y al mundo porque realmente son ejemplos y representantes de la idiosincrasia y cultura colombiana.

 Esta publicación de lujo que tiene un sentido social y que está acompañada de impactantes fotografías que muestran oficios valiosos como alfarería, lutería, filigrana, tejeduría, vidriería, talabartería,  entre otros, fue lanzado la semana pasada por la Ministra de Cultura, Mariana Garcés en Corferias junto a Neira Restrepo y a las empresas que apadrinaron este proyecto, así como un programa de becas para mantener vivos los oficios tradicionales.

Para Neira Restrepo, a través este proyecto editorial se  busca “visibilizar la importancia de los oficios tradicionales que han sido objeto de la transmisión del conocimiento de generación en generación, y que a lo largo de su práctica durante décadas, han impactado positivamente a sus comunidades, permitiéndoles generar recursos económicos que mejoran su calidad de vida.  Así mismo, destaca que su propósito es seguir desarrollando contenidos que aporten conocimiento y cultura y que cumplan con un objetivo social que muestre el valor que se encierra en los rincones de Colombia”.
Con los textos de Alberto Escovar Wilson – White, Director de Patrimonio de MinCultura, y la lente del fotógrafo Andrés Sierra Siegert, cada oficio abre las puertas a un mundo desconocido por muchos: el de la gestación de las herencias culturales en el territorio colombiano, producto de las necesidades básicas de sus habitantes, y el de la forma de vida de los individuos que han mantenido con su conocimiento, oficios que se enraizaron en las regiones y comenzaron a generar dinámicas sociales.
María Lía Neira Restrepo, gestora de este bello proyecto editorial, que ya se encuentra en el mercado en versiones de inglés y español, explicó así este trabajo:

¿Cuáles son los "Oficios de manos colombianas " que registra la publicación?  

Alfarería, lutería, cestería, tejeduría, hilandería, orfebrería, tabaquería, talabartería, albañilería, sericultura, encuadernación, tipografía, pesca artesanal, agricultura sostenible, herrería, cerámica, bordado, vidriería, talla en madera, construcción de tapia pisada.   

¿Cuántos oficios de manos colombianas es posible decir que existen en Colombia? 

Son innumerables los oficios tradicionales que se realizan a lo largo y ancho del país, oficios que no son producto de una educación formal y profesional sino de la transmisión de conocimientos que se da de generación en generación y que están asociados a las manifestaciones del patrimonio cultural e inmaterial.

¿Fue realizada alguna investigación al respecto? 

Claro, se desarrolló una investigación muy grande por regiones que nos mostraban los diferentes oficios, muchos de los cuales daban como resultado objetos artesanales. Sin embargo, quisimos seleccionar algunos que obedecen a prácticas diferentes como son la construcción, la agricultura o la pesca artesanal.  

Se trata de una obra literaria, un libro de colección, un ensayo editorial, ¿De qué se trata? 

Claramente es un libro de colección, primero por las bellas imágenes producto de la lente del fotógrafo Andrés Sierra Siegert. Segundo, porque la descripción que hace Alberto Escovar, director de patrimonio del Ministerio de Cultura, nos pone en contexto sobre la tradición e historia de cada oficio y por último, porque el libro recoge los testimonios maravillosos de los maestros portadores del conocimiento. 

¿Por qué hacerlo? 

Porque son miles de personas las que viven en Colombia de este tipo de oficios que tristemente están siendo desplazados por procesos más industrializados, o por técnicas modernas que producen objetos con menores costos. Se requiere valorar la formación en los oficios al mismo nivel que el aprendizaje universitario y no subordinarlo a él y entender, como dice Alberto Escovar, que la inteligencia no solo reside en el cerebro, sino también en las manos.

¿A quiénes va dirigido el libro? 

A todos los colombianos interesados en nuestro patrimonio cultural inmaterial, a quienes valoran el trabajo de manos prodigiosas y a quienes disfrutan de las historias de seres humanos maravillosos que ayudan a preservar estos oficios tradicionales que nos identifican.

¿Qué fue lo más complicado de todo? 

Desplazarse por todo el país, recorriendo caminos en corto tiempo para lograr visitar a todos los maestros seleccionados.

¿Con cuál de todos los oficios que registra el Libro se identifica más y por qué? 

Más que con los oficios, con la gente que los practican. Personas llenas de sensibilidad y agradecimiento por el don que tienen, por haber aprendido un oficio del cal han podido vivir dignamente y levantar a sus familias. Personas generosas dispuestas a compartir su conocimiento con quien se interese en sus oficios, siempre dispuestos, siempre sonrientes. Proyectos como este solo me dejan un montón de reflexiones y enseñanzas.

¿Qué fue lo más emocionante en todo el proceso?  

Ir descubriendo uno a uno a los maestros portadores del conocimiento, visitar sus viviendas, compartir con ellos un tinto endulzado con panela, un jugo de tomate de árbol, o simplemente la misma banca para dejar pasar el tiempo entre historias y testimonios que nos hacían brotar las lágrimas.

¿Cuál es la definición de la palabra oficio, a partir de la cual está titulada la publicación?  

El origen de la palabra perfecto, con la que denotamos a los objetos o cosas bien hechas, está compuesta por los prefijos per varias veces y factum hecho, es decir, hecho varias veces, que encierra el sentido mismo de ese objeto concreto que a través de la mano materializa un pensamiento.

Si no fuera editora, ¿cuál oficio le gustaría desempeñar?

Gestionar proyectos con propósito que beneficien a muchos, que promuevan, que apoyen, que divulguen, que entreguen esperanza y destaquen las cosas positivas que tiene Colombia.

 

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