Un empate será suficiente para que los azules lleguen a la final de la Liga, pero hay que salir a ganar

A un punto de alcanzar la final de la Liga Águila II está Millonarios, pero como reza aquel viejo y conocido refrán, “el que sale a empatar, pierde”, deberá apostar por la victoria frente a un América que llegará golpeado anímicamente, pero que ha dado muestras de que le gusta hacer diabluras.
Testigo fiel de ello es Junior, que de gran favorito a ganar la estrella, pasó a eliminado y a despedir a su técnico Julio Comesaña por no cumplir las metas propuestas.
Los azules recuperarán para el duelo de hoy, 7:15 p.m. en el estadio El Campín, a su volante John Duque, que bastante falta le hizo en el juego de ida en Cali, no porque se hubiera fallado en el quite de balones, sino porque se cometieron muchos errores en la entrega.
Duque es claro para salir jugando y preciso en la entrega del útil, como lo demuestran las estadísticas, según las cuales tiene un promedio superior al 80% en cada partido. Con su regreso, los azules no serán ese equipo que corta juego y nada más.
Otro que estará disponible es Duvier Riascos, aunque los celestes se vieron mucho mejor sin su presencia, entre otras cosas porque Ayron del Valle puede actuar en su posición natural que es la de punta y no le toca tirarse a los costados para abrirle espacio a un compañero que es poco efectivo y colabora mínimamente en la marca.
Millonarios, que es un equipo cauteloso, seguramente tratará de sorprender a América, que ya cayó en su trampa en el Pascual Guerrero, en donde le entregó el manejo del balón, lo dejó que se tomara confianza y lo contragolpeó para convertirle dos goles que lo tienen arriba en la definición de la serie y que bien pudieron ser tres o cuatro.
A lo mejor, el técnico Miguel Ángel Russo opte por enviar a sus jugadores a atacar, a resolver el partido temprano para no tener complicaciones o sufrir angustias como ya le ha sucedido en algunos partidos en los que se dedica a cuidar un resultado y terminan apurados para resolverlo a su favor.
América es un equipo atacable y tendrá dificultades porque aunque regresa Elkin Blanco a la formación titular, no estarán Ayala y Castañeda, el primero por acumulación de Amarillas y el segundo por haber sido expulsado.
Ahora, por cómo están planteadas las cosas, Millonarios puede darse el lujo de salir a especular, a dejar que pasen los minutos y que los Diablos Rojos en su afán por equilibrar las cargas abran espacios y faciliten el contragolpe con Del Valle, Mosquera y Silva.
En el encuentro de ida los azules no pudieron soltar sus laterales al ataque porque con su planteamiento el técnico Jorge Polilla da Silva los taponó. Igual tendrá que hacer Millonarios, evitar que los marcadores de punta del rival tengan libertad para proyectarse porque eso le acarrearía serios problemas.
Otro factor para tener en cuenta es que a Martínez Borja no se le pueden dar espacios, que hay que apretarlo en la marca y, que tampoco se pueden cometer faltas cerca del área porque los escarlatas tienen en Angulo a un especialista.
Para hoy, con el regreso de Duque a la primera línea de volantes, es de suponer que De los Santos volverá a hacer pareja en la defensa con Cadavid y que saldrá Figueroa, quien cumplió un buen papel en Cali.
En donde no debería haber cambios es de la segunda línea de volantes hacia arriba, en la que tendrían que continuar Silva y como extremos Mosquera y Huérfano, quien en el Pascual Guerrero hizo méritos para volver a ser titular. Además de que ayuda en ataque, marca, tiene buena pegada y es atrevido.
Por los lados de América, tendrá que remendar la defensa con Zapata y Cortés ante la lesión de Herner y la expulsión de Castañeda, a lo que se suma la necesidad de buscar un gol que le dé tranquilidad y le permita soñar con repetir la hazaña del domingo pasado cuando sacó a Junior de competencia.
Habrá que esperar para ver cómo plantea el partido el técnico Polilla Da Silva, pero lo que sí es cierto es que no puede dedicarse solo a especular o a esperar a Millonarios, sino que tendrá que buscar fórmulas para atacar, pero sin dar ventajas defensivas.
Los escarlatas, desde la llegada del Polilla habían mejorado en defensa y recuperación del balón en la zona medular, al punto que sumaron 11 fechas sin conocer la derrota, pero Millonarios demostró que es un equipo atacable, al que se le puede hacer daño bien sea en el contragolpe o con jugadas de asociación o con individualidades que encaren, como lo hicieron Mosquera o Huérfano, quienes generaron las dos anotaciones.
Es claro, eso sí, que para que Millonarios clasifique a la final sin sobresaltos, debe salir a imponer condiciones, a mandar en la cancha del estadio de la calle 57 y a buscar ganar. Los riesgos son innecesarios y si algo han mostrado los azules es que cuando se deciden a atacar saben hacerlo y hacen mucho daño, por algo su delantera es una de las más efectivas de la Liga Águila.
Ahora, si algo ha mostrado el plantel azul es que está comprometido con la causa, que no es solo de palabra que anhelan llegar a la final, sino que le meten ganas, que sienten la camiseta, que conocen sus virtudes y sus limitantes.