Baja de nota | El Nuevo Siglo
Martes, 26 de Diciembre de 2017

“¡La economía y el país están bajos de nota!”

No le fue bien en el 2017 a la economía colombiana ya que se rajó en varias asignaturas que le dan por reprobado el año que termina. En primer lugar, de acuerdo con el Informe Global de Competitividad 2017 – 2018 del FEM,  Colombia perdió 5 posiciones con respecto al Informe anterior, al pasar del puesto 61 al 66 entre 137 países evaluados. Además, según el más reciente Informe de la firma internacional de auditoría KPMG, “el país es menos capaz de enfrentar choques externos”, como el más reciente de la caída de los precios de los commodities, que en el pasado. En la edición 2017 del Change Readiness Index se sitúa a Colombia en el puesto 65 a nivel mundial con una caída estrepitosa desde el escalón 46 que ocupaba en el anterior Informe, correspondiente al año 2015, es decir que cayó 19 posiciones, en la clasificación que hace el Informe de la “versatilidad” y resiliencia de las instituciones.

Según el Nobel de Economía, Paul Krugman, en materia competitividad “la productividad no lo es todo, pero a largo plazo lo es todo”. Y, de acuerdo con la presidenta del Consejo Privado de Competitividad Rosario Córdoba, un estudio que realizaron junto con la Universidad de los Andes demuestra que la productividad en Colombia ha permanecido estancada por más de dos décadas y “hoy Colombia registra uno de los niveles más bajos de productividad del mundo, incluso inferior a los del resto de países de América Latina”.

Y, para rematar, el bajo crecimiento de la economía, los déficits gemelos, el desaforado incremento de la deuda pública y la incertidumbre asociada a la coyuntura electoral y a la polarización política, que golpea el principal activo de la economía que es la confianza, llevaron a la calificadora de riesgos S&P a bajar su calificación desde BBB a BBB-, quedando a un solo peldaño de perder el grado de inversión, con lo cual se dificulta y encarece el crédito externo, al tiempo que aleja a la inversión y a los inversionistas, que ahora verán a Colombia en zona de riesgo.

Así S&P, para dorar la píldora, mejorará la perspectiva de calificación de negativa a “estable”, el Ministro Cárdenas encajó el golpe infligido a la política económica, asumiendo el recorte de la calificación como una “señal de alerta”. Y no le quedó otro camino que anunciar, a través del Plan Financiero 2018, un drástico apretón fiscal para el próximo año para asegurar un déficit fiscal del 3.1%, al tiempo que revisó, una vez más, a la baja la meta de crecimiento para el año entrante del 3% al 2.7%, la cual, aunque es más realista, luce todavía demasiado optimista.

Este tétrico panorama explica de sobra el pesimismo que ha invadido a los colombianos: según una Encuesta reciente de YanHaas, el 81% cree que la situación económica del país es mala. ¡La economía y el país están bajos de nota!

 

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*Miembro de Número de la ACCE