Rifirrafe por propuesta de jubileo e indulto | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo - Juan Sebastián Cuéllar
Domingo, 4 de Diciembre de 2016
Redacción Política

La propuesta de crear un indulto humanitario mediante una ley de jubileo, ha despertado opiniones a favor y en contra en el país. El representante del Centro Democrático Edward Rodríguez, propuso  al Gobierno, a  todos los partidos políticos, las altas cortes y la sociedad  civil,  la creación de este indulto para los miles de colombianos que se encuentran hacinados en las cárceles y ya han pagado la mitad de sus penas. 

Rodríguez explicó que  la ley de indulto humanitario o jubileo estaría condicionada a que aquellos que reincidan volverían a las cárceles y se les triplicaría la pena. 

La  “Ley de indulto humanitario o jubileo  que proponemos permitiría  a los colombianos presos que hayan cumplido el 50% de sus penas,  acceder a su libertad, salvo aquellas que hayan cometido  delitos contra la mujer, la integridad sexual en contra de niños, niñas y adolescentes y  actos de corrupción”. 

La paz 

El parlamentario indicó que “estoy convencido de que la verdadera paz debe ser incluyente y que así como en el marco  del acuerdo con las Farc, se les están perdonando los crímenes a los cabecillas de esa guerrilla, en aras de buscar la igualdad y la justicia, también debemos estar dispuestos  todos  para buscar fórmulas para lograr el perdón  y la reintegración a la sociedad de los miles de colombianos que hoy se encuentran en las cárceles”.  

El congresista igualmente señaló que la iniciativa  incluye, que por una sola vez, quienes hayan sido condenados en una única instancia tengan la posibilidad de que se les haga la revisión  de sus sentencias, ´posibilitando así que los colombianos que se encuentran hoy purgando injustamente una condena puedan limpiar su nombre, recuperar su libertad y sus derechos políticos. 

Esta propuesta tuvo sus detractores y también no faltaron  quienes estuvieron de acuerdo en la plenaria de la Cámara. El exfiscal Alfonso Valdivieso dijo que “lo que pasa es que yo creo que solamente en mi opinión deberían  considerarse sí se tiene en cuenta el tipo y la gravedad de los delitos, a mí me parece que hacerlo en forma indiscriminada sería absolutamente inconveniente, y por otro lado en términos generales esos no deberían ser proyectos aislados. Debe ser parte de una política criminal, es decir una política que se refiera a cómo se le debe dar  el manejo y el tratamiento a las condenas, entonces a mí me parece que un jubileo de forma aislada no me parece conveniente”.  

Entre tanto el representante a la Cámara Germán Navas Talero, expresó que no se puede seguir soltando gente de la cárcel, soltando delincuentes sin una reeducación, “por qué perdonar y la víctima en dónde queda, yo no lo apoyo, en el mundo se le da indulto a los políticos pero aquí en aras de que”.  

Divergencias 

El exfiscal Luis Camilo Osorio, señaló que “siendo ley podría generar un nuevo tipo penal consistente en que la repetición  duplicaría la pena varias veces y sería un buen mecanismo que quienes cometieron crímenes atroces regresen a la normalidad, con el peligro de que tengan un efecto parecido”.  

Manifestó que “cuando se aplica la ley especial, transitoria, que lo bajaron a 8 años, si vamos hablar de las penas máximas ordinarias son 50 años, es decir se multiplicaría por 10”.  

Dijo refiriéndose a la propuesta de Edward Rodríguez que “es un mecanismo para disuadir a quienes ya delinquieron, pero no es tan novedoso, como lo que existe en la realidad para todos los procesos de justicia y paz se protegía la sentencia, y los 40 años los redujimos a 8”. 

El exfiscal Mario Iguarán, anotó que “cuando se habla de indulto se debe entender que es para hacer caso omiso de las sentencias ya existentes, en ese orden de ideas dentro de todo el propósito de paz es válido, pero habría que mirar el mecanismo, porque creo que no es fácil o no puede ser a la ligera decir que se puedan triplicar las penas en el caso de la reincidencia”.  

El exsenador Parmenio Cuéllar sostuvo que en esa propuesta se tiene que aclarar que si se perdona quiere decir que ya el delito se perdonó, y si reinciden se castiga por otros delitos, “no es que vayan a regresar a cumplir la pena por las que fueron indultados, y desde luego la reincidencia agrava la pena”.  

El congresista Arturo Yepes señaló sobre esta polémica propuesta que “esto no se puede, ni es legal, si usted da un indulto no puede reversar la pena porque la pena reincida, si la gente reincide se le juzga por un delito nuevo”. 
Recalcó que “toda medida que se tome para descongestionar las cárceles es útil, lo que pasa es que hay que quitarle esa condición de revivir la pena anterior”.  

El representante Telésforo Pedraza manifestó que “esas son propuestas muy respetables, pero propuestas con mucha confusión, es decir uno no se puede volver tan agudo creando algunas cosas que crean más confusión que soluciones, ahora viene la ley de amnistía e indulto, hay otra ley del representante Samuel Hoyos”. 
“Eso es algo como muy traída de los cabellos, muy improvisado”, concluyó Pedraza. 

Ley de jubileo  

Ante la inminente visita a Colombia del papa Francisco, sumado a la propuesta del representante Edward Rodríguez, ya se debate si se revivirá la ‘ley de jubileo’, de reducción de penas, que ya se ha intentado tramitar sin éxito en años anteriores.     

Para el arzobispo de Tunja, Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, sería de buen recibo que el Gobierno presentará ante el Congreso una ley de ese tipo, como un gesto hacia el máximo jerarca católico. 

Castro explicó que “el jubileo era como un conjunto de actos de misericordia que se hacían en determinadas fechas como para establecer una situación más favorable” y dijo que eso se pasó a las visitas de los pontífices, pero no es una obligación. 

El senador Roberto Gerlein, del Partido Conservador, no descartó que el presidente pueda presentar una ley de jubileo con motivo de la visita papal. 

“Aquí no le ponen mucha atención a lo que disponga la ley, pero lo tradicional es acoger con entusiasmo una visita papal. Y dentro de ese esquema hay que recoger algo que le sirva a los marginados de la sociedad, para decirles que la sociedad no los olvida”, expresó Gerlein. 

El senador Gerlein aclaró que el propósito sería poder decirle que la visita llena de alegría a todos los colombianos y que una propuesta de ese tipo se tendría “que presentar alrededor del 20 de julio o en agosto, en una de estas fechas clásicas en la historia política de Colombia”.  

Gerlein recordó que la última ley de jubileo que se presentó fue con motivo del milenio: “el Vaticano envío un texto a todas las naciones latinoamericanas solicitando que se otorgara una rebaja de penas, con motivo del nuevo siglo y el nuevo milenio”. 

Observó el legislador conservador que ese era un hito en la historia de la humanidad, “pero nosotros los colombianos no fuimos capaces de aprobar la ley que el Vaticano había sugerido. Brasil y México aprobaron una ley incrementando la propuesta, en cuanto a la disminución de las penas a los reclusos”. 

El legislador dijo que lo que se espera es que la visita del papa Francisco sirva para que los excluidos de la sociedad se vean premiados en algo. Aclaró que el proyecto presentado por el conservatismo está por ahí en el Senado, perdida en un orden del día que nunca se cumple, “aunque nunca se acaba”. 

Para el exministro de Justicia, Alfonso Gómez, es prematuro pensar en ello, pero manifestó que está el antecedente de la visita del papa Pablo VI y que en esa época se dio una rebaja general, de casi la quinta parte para las personas procesadas o condenadas. 

“Yo pensaría que la filosofía de esa ley ha ido perdiendo la importancia, dado que ahora hay toda una serie de mecanismos alternativos que por caminos diferentes conducen a lo mismo, que son rebajas o reducción de penas, pero por motivos particulares como colaboración con la justicia, como la actitud de cumplimiento de las penas”, explicó Gómez, señalando que lo que se podría pensar es que la sociedad colombiana hoy no aceptaría una reducción de pena generalizada independientemente de la naturaleza de los delitos cometidos.