Musulmanes indonesios contra gobernador cristiano | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Viernes, 2 de Diciembre de 2016
Redacción Web con AFP

Más de 200.000 musulmanes se manifestaron en Yakarta para reclamar la detención del gobernador cristiano de la capital indonesia, acusado de blasfemia, en la segunda protesta masiva convocada por organizaciones islamistas radicales.

La muchedumbre, la mayoría vestida con túnicas blancas, se concentró en el gran parque del monumento nacional, en el corazón de la capital, en presencia de un importante dispositivo de seguridad -22.000 policías y militares- para evitar los actos violentos que se produjeron al final de la anterior protesta, el 4 de noviembre.

El gobernador de Yakarta, Basuki Thahaja Purnama, apodado Ahok, generó una ola de repudio en el país musulmán más poblado del mundo por unas declaraciones controvertidas sobre el islam en plena campaña por su reelección en febrero de 2017, en unos comicios muy disputados.

Oriundo de dos minorías -cristiana y china- Ahok había declarado a finales de septiembre que las interpretaciones por ciertos ulemas (teólogos musulmanes) de un versículo del Corán según el cual un musulmán solo puede elegir a otro musulmán estaban equivocadas.

Este caso es considerado por numerosos observadores como una prueba sobre la tolerancia religiosa en Indonesia, país del sudeste asiático cuya reputación de pluralismo ha ido degradándose con el reciente aumento de ataques contra minorías, sobre todo cristianas.

Ante la ola de controversia generada por sus palabras, el gobernador se disculpó pero no logró calmar los ánimos y en noviembre fue acusado de blasfemia.

El gobernador, ampliamente favorito antes de que estallara la polémica, perdió parte de su popularidad y está ahora en segunda posición en las intenciones de voto de cara a los comicios, según las encuestas.

"Lo único que queremos es que se haga justicia, y con esto quiero decir que detengan a Ahok", declaró Ricky Subagia, manifestante llegado desde  Garut, ciudad a 200 km de la capital indonesia.

"Ahok a la cárcel", se podía leer en las pancartas de los manifestantes que invadieron las calles de Yakarta de madrugada para dirigirse al parque nacional. La policía estimaba que serían más de 200.000 personas.

"Paren toda forma de blasfemia y metan en prisión a todos los infractores", dijo Rizieq Shibab, dirigente de la organización radical Frente de Defensores del Islam (FPI) ante la multitud, en un sermón pronunciado antes de la gran oración del viernes, en la que participaron los manifestantes en el parque.

 

- Calmar las tensiones -

 

El presidente Joko Widodo, aliado de Ahok, se reunió estos últimos días con dirigentes religiosos para calmar las tensiones y se unió a los manifestantes durante la oración de mediodía, agradeciéndoles que se manifestaran de forma pacífica.

Antes del inicio de la manifestación, ocho personas sospechosas de traición fueron detenidas por la policía, que no dio más detalles. Entre ellas, figura la hermana de un expresidente y un general retirado, sospechosos de haber querido aprovechar la protesta para desestabilizar el gobierno, según medios locales. 

Los organizadores habían prometido una manifestación pacífica -autorizada de 08H00 a 13H00- tras una primera protesta el 4 de noviembre, que terminó por la noche con enfrentamientos. Una persona sucumbió a una crisis de asma y otros cientos resultaron heridas.

Al día siguiente, el presidente indonesio dijo que la protesta había sido instrumentalizada para la campaña electoral de febrero, declarando que había "responsables políticos" detrás de los acontecimientos.

Ahok podría ser juzgado próximamente por insultos al islam, un delito por el que puede enfrentar hasta cinco años de cárcel.