Premier Renzi acepta posponer renuncia | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Domingo, 4 de Diciembre de 2016
Redacción internacional con AFP

El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, pidió al primer ministro Matteo Renzi aplazar su renuncia hasta que se apruebe la ley de presupuestos para el 2017, informaron fuentes oficiales.

Renzi, que anunció su dimisión el domingo tras perder la víspera un referéndum sobre la reforma de la Constitución, deberá permanecer unos días más en el poder a pedido de Mattarella.

El presidente de la República, el único con el poder de disolver el parlamento, convocar elecciones anticipadas y designar a su sucesor, considera una prioridad que se respeten una serie de compromisos que garantizan la estabilidad económica de la tercera economía de la eurozona.

"El presidente de la República ante la necesidad de completar el proceso parlamentario para la aprobación de la ley de Presupuestos (...) pidió al primer ministro que posponga su renuncie hasta que se cumpla ese requisito", reza la nota divulgada por la oficina de prensa de la presidencia.

"Acepté por sentido del deber", comentó Renzi a sus ministros, según fuentes parlamentarias.

La larga jornada de Renzi se inició con una reunión informal con Mattarella y concluyó con un segundo encuentro con el presidente de la República, árbitro de la crisis política tras la clamorosa derrota sufrida por Renzi en el referéndum.

Al no formalizar su renuncia, el clima político "se congela" por unos días, lo que permitirá a toda las formaciones bajar el tono del debate.

La dimisión del primer ministro tras el no a su propuesta de reforma constitucional no sólo agitó al mundo político sino que genera mucha incertidumbre.

El partido antisistema Movimiento 5 estrellas (M5S) y la formación de extrema derecha Liga Norte reclaman elecciones anticipadas aprovechando la ola de descontento expresada con el voto.

El referendo

El joven premier italiano llegóal poder en 2014 prometiendo una “revolcón” reforma electoral integral que garantizara la estabilidad de los gobiernos en su país, ya con el que rige el país ha tenido 28 primeros ministros en los últimos 50 años, pero paradójicamente fue esa bandera de cambio la que anoche llevó a Matteo Renzi a dejar el cargo tras perder el referendo que propuso para reformar la  Constitución con ese fin. 

Al jefe de gobierno más joven de Europa (42 años) y quien se había enarbolado la opción de un cambio político profundo, le ocurrió lo mismo que a su otrora compañero de poder, el británico David Cameron en Inglaterra, cuando se impuso el Sí a la salida del Reino Unido de la Gran Bretaña. 

Tras sus derrotas en las consultas a sus respectivos gobernados, ambos asumieron el revés de las urnas presentando su renuncia. A Cameron le sucedió Theresa May, quien tiene el reto de implementar la salida del país de la UE, mientras que en Italia, se abre una crisis política y nadie se atreve a apostar quién será  el nuevo primer ministro, precisamente por el complejo sistema electoral en un parlamento fragmentado en decenas de partidos, lo que obliga a establecer alianzas que, como se ha evidenciado en varias ocasiones, son tan frágiles como volátiles que no garantizan un gobierno a largo tiempo. 

Con el solo conocimiento de los sondeos a boca de urna,  en los cuales su propuesta de reforma constitucional perdió por 10 puntos porcentuales, Renzi se dirigió al país para admitir la derrota y anunciar su dimisión. 

“El No ganó en forma clara y neta”, declaró Renzi con la voz entrecortada en una conferencia de prensa en la que dijo: “Asumo la responsabilidad de la derrota. Mi experiencia como jefe de gobierno hasta acá llega”, añadió. 

“Mañana entregaré la renuncia”, adelantó el líder del Partido Democrático quien deberá presentar su dimisión al presidente de la República, Sergio Mattarella. 

“He perdido. Pero en la política italiana no pierde nunca nadie. No ganan, pero ninguno pierde. Yo he perdido y lo digo en voz alta”, declaró. 

Renzi, que había vinculado su permanencia en el cargo con el resultado del referéndum, perdió con una diferencia notable de unos 10 puntos que difícilmente podrían revertirse, según los sondeos a boca de urna.   

Según los sondeos de la televisión pública Rai y el canal privado La 7, entre el 56%-60% de los italianos votó no a la reforma contra el 40-44% que votó sí. 

“Ha sido una fiesta de la democracia. Estoy orgulloso de que los ciudadanos se pronunciaran sobre la reforma en sí. Felicitaciones a los líderes del No”, añadió Renzi. 

La pérdida del referéndum ayer  por parte del primer ministro abre una serie de escenarios decisivos para garantizar la estabilidad política. 

Un alto porcentaje de los 50 millones de italianos, casi el 70% de los llamados a las urnas, se pronunció sobre la reforma constitucional promovida por Renzi. 

Pocos minutos después de conocer los primeros sondeos el líder de la xenófoba Liga Norte, Matteo Salvini, entre los defensores del no, así como representantes del centro derecha de Forza Italia pidieron elecciones anticipadas. 

“Viva, viva la democracia”, escribió en su blog Beppe Grillo, líder de la formación populista Movimiento 5 Estrellas tras añadir: “Adiós Renzi, los italianos deben votar lo más pronto posible”, pidió.   

“Han sido derrotados los grupos de poder”, comentó por su parte Renato Brunetta, portavoz de Forza Italia. 
Para este referéndum además no era necesaria una participación mínima, como ha ocurrido en otras ocasiones, por lo que el resultado será vinculante. 

La votación se convirtió en un plebiscito sobre Renzi, quien decidió someter a referéndum los cambios que propone de la Constitución de 1948, entre ellos una drástica reducción de los poderes del Senado con el fin de facilitar la gobernabilidad y acelerar el proceso legislativo.  

Renzi proponía el fin del actual sistema parlamentario, el llamado “bicameralismo perfecto”, que otorga el mismo poder a la Cámara de Diputados y al Senado, y la reducción del número de senadores, de 300 a unos 100, convirtiendo esa cámara en una suerte de Cámara territorial. 

La mayoría de la clase política, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha, e incluso críticos de la propia formación de Renzi, el Partido Democrático (PD), se opusieron a la reforma que, según ellos, otorgaba demasiado poder al jefe de gobierno.  

El primer ministro, que no perdió ocasión para defender la reforma en todos los medios de comunicación posibles, la consideraba un “paso histórico” para modernizar Italia. 

La campaña sobre la reforma encendió los ánimos y dividió el país e inclusive a las familias entre los que votaron sí y aquellos que optaron por el no. 

Grillo contra Renzi  

Reforzado por la ola populista que terminó con la victoria del Brexit en el Reino Unido y de Donald Trump en Estados Unidos, el líder de la formación antisistema Movimiento 5 Estrellas, el cómico Beppe Grillo, se convirtió en el portavoz de quienes se oponen a la reforma, y en el rival directo de Renzi. 

Fiel a su lenguaje crudo, llegó a tildar a Renzi de “cerda herida” y tras pedir a los italianos que votaran “con las tripas”, advirtió que pediría elecciones anticipadas en caso de victoria del no. 

“Se gane o se pierda da lo mismo, el país está partido por la mitad”, concluyó con inusual tono afligido Grillo. 

La reforma de Renzi desató también importantes críticas de prestigiosos intelectuales y expertos en la Constitución, quienes consideran las nuevas medidas “un retroceso democrático”, de corte “autoritario”. 

Más de cuatro millones de italianos residentes en el extranjero, entre ellos 650.000 en Argentina. 

'Más poderes' 

Muchos votantes rechazaron el método con el que Renzi quería reformar la Carta Magna, un texto que muchos consideran sagrado, redactado en 1948 tras la Segunda Guerra Mundial y los veinte años de gobierno fascista, y que tuvo como objetivo evitar el surgimiento de otro dictador como Benito Mussolini. 

“Voté un no claro”, declaró  Fernando Angelaccio, de 77 años, tras acudir a las urnas en Roma. “La Constitución no se toca. Renzi sólo quiere más poderes, su prioridad es salvar a los bancos no a los jubilados”, añadió.  

Antonio, de 84 años, votó en cambio entusiasmado por el sí: “Hace 40 años que esperamos una reforma y nadie hizo nada. Necesitamos un gobierno que tenga suficientes votos, que pueda durar cinco años, sólo después cambiaremos”.  
El resultado del referendo en Italia se convierte en otro golpe para  Europa, donde avanza el populismo, al igual que  en los mercados, donde se teme una nueva fase de inestabilidad causada en Italia,  la tercera economía de la eurozona, tras el Brexit. 

Y así  se evidenciaba con las primeras operaciones bursátiles de hoy lunes en Asia, donde el euro tocaba mínimos tras la dimisión de Renzi. 

En las primeras operaciones tocó un nivel de 1,0506 dólares, frente a la cota de 1,0664 alcanzada el viernes en la operativa de Nueva York.  Este nivel marca un nuevo mínimo desde marzo de 2015 cuando la moneda única cayó a 1,0458 dólares.