Francisco y el rol de la prensa | El Nuevo Siglo
Jueves, 8 de Diciembre de 2016

En un mundo que por efecto de los avances tecnológicos y la masificación de su uso, ahora sí se puede decir que es una “aldea global”, ya que con un simple clic cualquier persona puede acceder a una cantidad infinita de contenidos e informaciones, el papel de la prensa cada vez está más bajo la lupa. Si bien hoy por hoy las redes sociales priman como el principal instrumento de expresión interpersonal, el rol de los medios de comunicación masivos crece sustancialmente, ya que muchos acuden a estos en busca de verdades que no pueden encontrar ni distinguir en el alud de opiniones, comentarios y datos particulares, subjetivos y marcadamente emocionales que cada quien genera a través de plataformas como Facebook, Whatsapp, blogs, páginas web personales, portales…

Contrario a quienes habían pronosticado, hace dos décadas, que la prensa pasaría a un segundo plano ya que la explosión de redes sociales le permitiría a cada persona opinar sobre todo, emitir los contenidos que considerara, consultar en la web lo que quisiera y formarse su propio criterio sin la intermediación de los periodistas y los círculos de poder e intereses de sus dueños y manejadores, lo que se está viendo es que es tal el maremagno de datos que circulan por las llamadas autopistas de la información, que la gente al final termina recurriendo a los medios de comunicación serios y reconocidos en busca de noticias y visiones más veraces, si se quiere objetivas o, por lo menos, menos contaminadas de subjetividad personal. 

En ese orden de ideas, las ópticas que se tienen sobre el papel que cumple la prensa en esta segunda década del siglo XXI son importantes de analizar. Por ejemplo, el papa Francisco hizo una reflexión, durante una entrevista al semanario católico belga “Tertio”, al respecto. “Los medios de comunicación tienen una responsabilidad muy grande. Hoy en día, en sus manos está la posibilidad y la capacidad de formar opinión. Pueden formar una buena o mala opinión”, sostuvo. 

El Pontífice argentino, que se distingue por declaraciones directas y muy realistas, sostiene que los medios, como los seres humanos, también pueden ser pecadores, razón por la cual se debe tener mucho cuidado en el uso que se les da. 

En ese orden de ideas, el máximo jerarca católico recalcó que “los medios de comunicación son constructores de una sociedad. Por sí mismos, son para construir, para intercambiar, para fraternizar, para hacer pensar, para educar. En sí mismos son positivos. Por supuesto que, como todos somos pecadores, también los medios pueden caer en hacer daño. Y los medios de comunicación tienen sus tentaciones”.

Entre estas últimas, el Papa señala tanto a la calumnia, sobre todo en el mundo de la política, como a la difamación. Sobre la primera dice es la propagación de mentiras y la segunda es, por ejemplo, traer a cuento información verdadera sobre errores del pasado. “Toda persona tiene derecho a la buena fama, pero por ahí en su vida anterior, o en su vida pasada, o hace diez años tuvo un problema con la justicia, o un problema en su vida familiar… entonces, sacar a la luz hoy eso es grave, hace daño, se anula a una persona… No hay derecho a eso. Eso es pecado y hace mal”, explica el Pontífice, al sostener que esa falta quizá ya la pagó esa persona con cárcel o multas.

Otra de las tentaciones en que los medios de comunicación pueden caer, según las advertencias del papa Francisco, es la desinformación. “Es decir, frente a cualquier situación decir una parte de la verdad y no la otra… La desinformación es probablemente el daño más grande que puede hacer un medio, porque orienta la opinión en una dirección, quitando la otra parte de la verdad”.

Para terminar el inventario de las tentaciones que asedian a la prensa, el Papa señala que los medios tienen que ser muy limpios y  transparentes, incluso les previene de caer en la enfermedad de la coprofilia, que explica como “… buscar siempre comunicar el escándalo, comunicar las cosas feas, aunque sean verdad. Y como la gente tiene la tendencia a la coprofagia, se puede hacer mucho daño”.

Como se dijo, toda reflexión que se haga sobre el tipo de periodismo que hoy se está haciendo, debe ser analizada. Habrá quienes estén de acuerdo con esos pronósticos y quiénes no. La realizada por el papa Francisco es muy importante, no sólo porque recalque su importancia como constructores de opinión, sino por la forma en que insiste en que los medios deben enfocarse en hacer un trabajo alejado de las tentaciones y vicios del oficio, pues solo así podrán hacer “un bien inmenso, inmenso”.