La ONU teme decenas de muertos en protestas en Irán | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Martes, 19 de Noviembre de 2019
Agence France Presse

La ONU advirtió el martes que la represión de manifestantes en Irán podría haber dejado "decenas" de muertos, tras cuatro días de protestas en el país contra la subida del precio de la gasolina en plena crisis económica.

La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional dio un balance de muertos que podría situarse en 100 y 200, denunciando el uso de la "fuerza letal" contra manifestaciones "pacíficas".

Desde el sábado, el país está aislado del mundo debido al corte de internet decidido por el gobierno, que quiere evitar las manifestaciones violentas. Teherán dijo que solo volverá a conectar internet cuando la situación haya vuelto a la calma.

Este bloqueo hace que sea muy difícil evaluar la magnitud de las protestas.

"Estamos particularmente alarmados por el empleo de munición real que habría causado un número importante de decesos en todo el país", declaró en Ginebra Rupert Colville, portavoz de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos.

"Decenas de personas podrían haber muerto", agregó, añadiendo que habría "más de 1.000" detenciones. Instó a "las autoridades iraníes y a las fuerzas de seguridad a que eviten el uso de la fuerza al dispersar a manifestantes pacíficos".

Según Amnistía Internacional "al menos 106 manifestantes en 21 ciudades murieron, según informaciones confiables". Pero el balance real "podría ser más elevado, con informaciones que sugieren hasta 200 muertos".

Informaciones publicadas en medios iraníes dan cuenta de cinco decesos oficialmente confirmados, tres de ellos miembros de las fuerzas de seguridad muertos apuñalados por "alborotadores" en la provincia de Teherán. Los funerales de los tres agentes están previstos el miércoles.

 

Manifestaciones pro-gobierno el miércoles

En Teherán, centenares de policías antidisturbios armados con porras estaban desplegados este martes junto a cañones de agua en varias plazas de la capital, indicaron periodistas de la AFP en el lugar.

En el este de la capital, dos gasolineras fueron quemadas y estaban rodeadas por policías, mientras en el oeste una comisaría y un gran panel publicitario también fueron incendiados, y una estación de bicicletas fue vandalizada.

El portavoz de la autoridad judicial, Gholamhossein Esmaili, citado por Mizanonline, la agencia de este organismo, pidió a la población que indique "a las fuerzas del orden y al aparato judicial a los sediciosos, al germen de la violencia y a los que cometieron crímenes".

Sin dar cifras, Esmaili indicó que hubo varias detenciones de personas que incendiaron mezquitas o bancos, así como de "individuos que proporcionaron imágenes o informaciones a los medios extranjeros y a los enemigos" de Irán.

Las autoridades acusan a las potencias extranjeras, sobre todo a Estados Unidos, su enemigo jurado, de fomentar los disturbios.

La Casa Blanca y el secretario de Estado, Mike Pompeo, expresaron su apoyo a los manifestantes.

La televisión estatal mostró imágenes de concentraciones a favor de las autoridades, en Tabriz (norte) y Shahr-e Kord (centro). En Tabriz, los manifestantes gritaban: "Manifestarse es un derecho del pueblo, los disturbios son obra de los enemigos", según la agencia Fars.

Otra movilizaciones progubernamentales fueron convocadas para el miércoles en varias ciudades.

 

 Sin internet

Las protestas empezaron el viernes por la noche, pocas horas después del anuncio de la reforma del sistema de subvenciones de la gasolina que, según el gobierno, beneficiará a las familias más modestas pero que supone un aumento de precio importante.

Las protestas llegan pocos meses antes de las elecciones legislativas previstas en febrero. 

Desde 2018, cuando Estados Unidos volvió a imponer sanciones económicas a Irán, la economía está en recesión.

El PIB iraní cayó un 4,8% en 2018 y debería caer de nuevo un 9,5% este año, según el Fondo Monetario Internacional. La inflación, provocada por la caída del rial, es oficialmente del 40%.

La reforma que desató las protestas supone que el precio de la gasolina, muy subvencionada, aumentará un 50%, de 10.000 a 15.000 riales (11 céntimos de euro) para los 60 primeros litros comprados cada mes.

Según las autoridades, los ingresos de la medida servirán para ayudar a los 60 millones de iraníes más pobres de una población total de 83 millones de personas.

El lunes los Guardianes de la Revolución advirtieron que están dispuestos a "reaccionar de manera decisiva (...) frente a la inseguridad y a las acciones que perturban la paz social".

Según la oenegé NetBlocks.org, que supervisa la libertad de acceso a internet el el mundo, los iraníes están "aislados del mundo exterior" por el corte de internet, que solo está funcionando a un 5% de su capacidad normal.