La presencia de grupos armados organizados (GAO) colombianos en Venezuela se ha extendido los últimos años. El que tiene mayor figuración es el Eln, que está en 12 estados, pero también hay facciones de las disidencias de las Farc y los “Rastrojos”. Se dedican al narcotráfico, la extracción de minerales y el contrabando de ganado y gasolina. Análisis

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EL MIÉRCOLES, el Ejército de Liberación Nacional (Eln) volvió a enfrentarse con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en un lugar conocido como el eje cerrero, en el estado de Amazonas, Venezuela.

Las advertencias hechas por el ministro de defensa del chavismo, Vladimir Padrino, unos días atrás, en las que dijo que “no necesitamos de ustedes (Eln) para nuestro desarrollo” y exigió respeto por la “soberanía”, tuvieron poco efecto en el grupo guerrillero. 

En menos de ocho días la guerrilla, luego de que el 4 de noviembre asesinara a tres militares de las FANB en el estado de Amazonas, como represalia a la detención de Luis Felipe Ortega, alias “Garganta”, quien hoy se encuentra recluido en la cárcel de Ramo Verde, volvió a cometer acciones contra la fuerza pública venezolana.

Ataques frecuentes

Los ataques del Eln en el país vecino cada vez se han vuelto más frecuentes. Su capacidad militar –la de los guerrilleros- ha crecido en los últimos años, ayudada por, como llaman los expertos en crimen organizado, un proceso de desdoblamiento, pasando de estar solo ubicado en los estados fronterizos (Táchira, Zulia, Apure y Amazonas) a desdoblarse a estados del centro de Venezuela como Bolívar, donde hoy combaten con otros grupos ilegales para monopolizar la extracción ilegal de minerales.

El mismos día, miércoles, en que esta guerrilla atacaba a un contingente del ejército venezolano, la fundación InSight Crime, que estudia el crimen organizado en Latinoamérica,  anunció que tras una exhaustiva investigación que recopila varios meses de trabaja de campo se concluía que el Eln tiene presencia en 12 estados de Venezuela, casi la mitad del país.

Fuentes consultadas por EL NUEVO SIGLO dijeron que además de esta guerrilla, en el vecino país también operan las disidencias de las Farc, en especial facciones dirigidas por “Jhon 40”, que se dedican al negocio del narcotráfico sobre todo en los estados Amazonas y Apure. Se hacen llamar el frente “Acacio Medina” y disputan el territorio tanto con el Eln, como con los “pranes” –grupos delincuenciales venezolanos- y los “Rastrojos”, grupo armado organizado (GAO) que tiene presencia en cuatro estados de esa nación y “está principalmente dedicado al contrabando de gasolina y ganado”, comenta la fuente.

Los “Rastrojos” atacaron la semana pasada un puesto militar en la localidad Pedro María Ureña, Táchira, llevándose como rehén a un miembro de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que luego fue entregado.

Crisis bilateral

No es que hasta ahora se esté descubriendo la presencia de grupos irregulares colombianos en Venezuela. Por décadas, este ha sido un problema denunciado por diferentes gobiernos y hasta ha llevado al casi rompimiento de las relaciones bilaterales, como en 1995, cuando el Eln, en Apure, asesinó a ocho militares venezolanos.

La presencia del grupo guerrillero incluso data de mucho antes y algunos la ubican desde la década de los 80, cuando algunos sectores simpatizaban con sus ideas. A nivel militar, sin embargo, empezó a ser clara a partir de los 90, a tal punto que en 1998 el presidente venezolano Rafael Caldera permitió la entrada de las fuerzas militares colombianas para perseguir a miembros del Eln que se habían refugiado en ese país.

Con la llegada de Hugo Chávez, no obstante, el gobierno venezolano empezó a mostrar una actitud menos hostil hacia las guerrillas colombianas, sirviendo de mediador durante diferentes ciclos de negociaciones y tolerando su presencia en algunas regiones. Año tras año su poderío se ha ido consolidando hasta llegar hoy, al momento en el que el Eln domina parte importante de las actividades ilícitas de contrabando y narcotráfico.

Las autoridades chavistas, pese a las denuncias de diferentes organizaciones sobre los presuntos vínculos del gobierno venezolano con las guerrillas colombianas, han insistido en que no tolerarán la presencia de grupos irregulares en su país. En alocución convocada por Padrino, a la que también asistió el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, y el ministro del Interior, Néstor Reverol, el líder de las fuerzas militares venezolanas dio a entender que las acciones del Eln se están volviendo un problema para el régimen.

En un tono más vicepresidencial que ministerial, Padrino habló de la violación de la “soberanía” y dijo que alias “Salcedo”, miembro del Eln, quien tiene una circular azul de la Interpol, fue detenido junto a ocho personas, presuntamente implicadas en el asesinato de tres militares en Bolívar.

Sebastiana Barráez, periodista venezolana y quizá la mayor conocedora de temas militares en el país, escribió en el portal Punto de Corte que alias “Salcedo” tenía cédulas tanto de Venezuela como de Colombia y portaba el carnet de la patria, la estampilla chavista para acceder a una serie de beneficios y, según la oposición, una herramienta para coaccionar el voto y las libertades individuales.

Se ha conocido que el Eln no solo se dedica a actividades ilícitas en Venezuela, sino que también dirige procesos de adoctrinamiento ideológico en los estados fronterizos y hace parte de la cadena de repartición de los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción), el mercado subsidiado que da el régimen a aquellos que están inscritos en sus bases de datos y tienen carnet de la patria.

A finales de septiembre la fundación Redes de Venezuela denunció ante la Fiscalía General de Colombia “la existencia de cinco emisoras clandestinas del Eln, en el Estado Táchira, que emiten información ideológica sin ningún problema” y la “distribución de folletos en las escuelas”. Javier Tarazona, director de la organización, explicó que el grupo “emite un mensaje geopolítico” y señaló las pocas acciones empleadas por el gobierno para frenar la expansión de la guerrilla en el país.

Actividades ilícitas

Los grupos ilegales que tienen presencia en Venezuela se dedican a la extracción de minerales, el envío de narcóticos y el contrabando de ganado y gasolina. Cada uno tiene mayor dominio en uno u otro negocio ilícito, aunque se conoce que el Eln es la organización ilegal que tiene mayor presencia, seguido de los Rastrojos y la disidencia de las Farc.

InSigth Crime, en un informe titulado “Venezuela: ¿un Estado mafioso?, explica que la cocaína constituye el principal negocio de los grupos ilegales. Esta se distribuye por tres ejes principales: desde el Catatumbo hacia Táchira y Zulia; por los Llanos hacia Apure; y, por los ríos, Amazonas y Orinoco, principalmente.

Por el comercio de cocaína, se calcula que el Eln estaría ganando cerca de 400 millones de dólares, gracias a la producción de más de 400 toneladas del alcaloide que se transportan por Venezuela. No se conocen cifras sobre las ganancias de las disidencias y los Rastrojos.

Además del negocio del narcotráfico, la guerrilla maoísta, cuyos líderes en su mayoría se encuentran en el país vecino, se dedica al contrabando de gasolina. EL NUEVO SIGLO conoció hace unos meses en visita a la frontera, que como contaron habitantes de San Faustino, el negocio de los denominados “pimpineros” sigue vigente, aunque ha cambiado sus modalidades y ahora se ve mucho más el menudeo de combustible.

La minería, como se ha dicho, también hace parte del eje de las actividades tanto del Eln como de las disidencias, con la extracción de oro y coltán en estados como Bolívar y Amazonas (Venezuela). A mediados de octubre murieron 16 personas en el municipio de Tumurero en enfrentamientos entre el Eln y mineros, presuntamente asociados con los “pranes”, bandas delincuenciales venezolanas que se dedican al secuestro, el narcotráfico y el contrabando de alimentos, aunque ahora disputan con la guerrilla la extracción ilegal de minerales. El 26 de agosto también murieron 13 personas, entre ellos cinco guerrilleros, en hechos relacionados con el control de las minas.

A propósito de estos hechos, el destituido gobernado de Amazonas (Venezuela), Liborio Guarulla, apartado del cargo por sus constantes denuncias, la semana pasada dijo que “la guerrilla ha tratado de incorporar indígenas a sus filas porque conocen la zona”. En este estado, se especula que también están los Rastrojos y la disidencia de las Farc.

El centro de operaciones del Eln está ubicado en Apure, Venezuela, fronterizo con Arauca. Expertos llaman a este un estado gemelo del departamento colombiano, por su cultura llanera y su geografía. Pero no solo por eso.

En Apure está ubicado el Frente de Guerra Oriental, según fuentes consultadas por EL NUEVO SIGLO. Este sería el encargado de dirigir casi todas las operaciones de la guerrilla en Venezuela y en ese estado realiza actividades de contrabando, según InSight Crime.

Por controlar el territorial del estado fronterizo el Eln se ha enfrentado los últimos dos años con las Fuerzas de Liberación Bolivariana (FBLN), una especie de guerrilla basada en las prerrogativas del chavismo que se ha distanciado del régimen. En Apure también se ubica la disidencia controlada por “Jhon 40”.