Un ejército europeo: propuesta sin mucho respaldo | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 18 de Noviembre de 2018
Natalia Mariño*

SI SE MIRA 73 años atrás, la Europa de hoy sería casi impensable. Después de la Segunda Guerra Mundial, si bien el bloque de los Aliados salió victorioso, Europa quedó devastada. Estados Unidos fue el país menos afectado, lo que le permitió consolidarse como la nueva potencia y apoyar a Europa en su reconstrucción mediante la implementación del Plan Marshall. “Había pasado la era europea”, dice Paul Kennedy en su libro Auge y Caída de las Grandes Potencias.

Tras el fin de la guerra, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se creó en 1949, inicialmente entre los países del bloque occidental para combatir las supuestas amenazas del comunismo de la Unión Soviética. Es una organización de defensa compuesta principalmente por los países de la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos, país que aporta la mayor parte de las contribuciones a esta alianza. En el contexto de conmemoración de los 100 años del armisticio de la Primera Guerra Mundial, Emmanuel Macron, presidente de Francia, propuso la creación de un ejército europeo, paralelo a la OTAN, hecho que fue respaldado por la canciller Ángela Merkel, pero mal visto por otros dirigentes, entre ellos el presidente Donald Trump.

Justificación

La coyuntura que enfrenta la Unión Europea permite entender la propuesta de Macron y apoyada por Merkel. “Los tiempos en los que podemos confiar en los demás han terminado”, ha dicho el Presidente francés. Esto significa nada menos que para nosotros, los europeos, tomar el destino en nuestras propias manos si queremos sobrevivir como Unión.”, dijo Merkel el martes pasado en su discurso ante el Parlamento Europeo. Y esto hace alusión a hechos como la guerra comercial que inició Estados Unidos y al alejamiento de este país como aliado. También a situaciones como el Brexit, pero especialmente a situaciones internas como el auge del euroescepticismo.

“Nacionalismo es una traición al patriotismo” dijo Macron en el evento de conmemoración del armisticio de la Primera Guerra Mundial. El líder francés y Merkel son conscientes que la UE se ha visto “opacada” por la llegada de líderes que tienen ideales que van en dirección opuesta al proyecto de común europeo. El auge de fuerzas nacionalistas en Italia, Hungría, Austria, e incluso al interior de países como Alemania, han acentuado la fragmentación interna que genera una crisis de identidad en el bloque.

También se ha dicho que debido a su mala imagen como Presidente, Macron está proponiendo ideas que le permitan “lavarse la cara” a nivel internacional. Además de la evidente pérdida de influencia de Merkel a nivel regional y nacional y su eminente retirada de la política para 2020, Macron ve la necesidad de proponer reformas que impongan su liderazgo en el bloque europeo.

Una propuesta sin futuro

Pero a esta propuesta de crear un ejército europeo, le han surgido más críticas que apoyo. El primero fue el presidente Trump, quien afirmó que con la propuesta del ejército europeo este bloque busca protegerse de Estados Unidos, China y Rusia, cuestionando que “durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, Francia ya estaba empezando a hablar alemán cuando llegó Estados Unidos”.

Si bien esta es solo una propuesta y está pensada para largo plazo, tiene dificultades a simple vista. “Algunos gobiernos europeos, incluido el de Alemania, requieren la aprobación parlamentaria cada vez que sus ejércitos nacionales se despliegan en el extranjero. La forma en que cualquier ejército europeo sería organizado, dirigido o gobernado, y mucho menos financiado cuando tantos países ni siquiera pueden gastar el 2% del PIB en defensa, son preguntas que pocos defensores han tratado de responder”, comentan Katrin Bennhold and Steven Erlanger en The New York Times.

La idea de crear un ejército europeo se basa más en un tema que busca mermar los efectos del auge del nacionalismo y de fortalecerse internamente, que de buscar aislar a Estados Unidos. Esto se corrobora con la afirmación de Macron y Merkel que esta propuesta no busca dejar de lado a la OTAN sino “reforzarla”. Intereses detrás de esta propuesta sobran, pero recordando la historia, solo queda reafirmar que Europa depende militarmente de Estados Unidos y este es un hecho que viene desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando el mundo se transformó de un sistema multipolar a uno bipolar.

*Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales