Recorriendo un nuevo país | El Nuevo Siglo
Miércoles, 29 de Noviembre de 2017

El pasado 22, 23 y 24 de noviembre tuve la oportunidad de asistir al Congreso Nacional de Infraestructura realizado en Cartagena por parte de la Cámara Colombiana de Infraestructura. Para comenzar, siento que debo expresar mi más sincera felicitación al doctor Caicedo Ferrer como organizador de este evento, pues además de la importante agenda que presentaron y los asistentes que concurrieron, es indudable que la asistencia al mismo ha sido la más importante que se haya podido observar entre los Congresos que se organizan en el país. Allí, además de encontrarse las autoridades de transporte en todas sus formas, estaban empresarios -tanto nacionales como extranjeros- relacionados con el sector, y a su vez sujetos relevantes para el mismo como lo son las entidades bancarias, aseguradoras, proveedores, entre otros.

En muchas de las presentaciones, los asistentes pudimos observar y recordar cómo hace más de ocho años Colombia era uno de los países más atrasados del continente en materia de infraestructura y cómo hoy nos encontramos ante un país en el que ya se encuentran comunicadas las distintas regiones mediante autopistas y carreteras de última generación, más de 2.500 kilómetros de doble calzada, 48 kilómetros de túneles y cerca de 430 puentes y viaductos que conectan el territorio nacional. 

Esto empezó cuando el actual Ministro de Transporte fue nombrado como Primer Ministro de este gobierno y cambió la estrategia anterior de hacer obras sin haber realizado los estudios técnicos y la estructuración legal y financiera necesaria para construir la infraestructura de orden nacional. Así mismo, se vio la necesidad de emprender reformas institucionales y legales, como la creación de la ANI, el mejoramiento de la capacidad técnica de las interventorías, la eliminación de los anticipos y la prohibición de las adiciones contractuales, reformas todas que eran necesarias para impulsar nuevas licitaciones.

Al principio, recuerdo, muchos pensamos que se estaban parando las obras públicas pero hoy estamos viendo los beneficios de esa política. Lastimosamente, en cuanto respecta a las vías del ferrocarril, quedó rezagado su desarrollo. Por ello, es muy importante que con prontitud el país sea consciente de la importancia que este medio de transporte tiene para el ámbito no sólo turístico sino también industrial y de transporte, ya que disminuiría el costo de los fletes y se lograría mantener en mejor estado las carreteras de nuestro país que se deterioran rápidamente con el paso de tractomulas y vehículos de carga pesada que pocas alternativas tienen para transportar su contenido.

Ahora, tenemos que enfatizar en la carreteras denominadas terciarias para que también los pequeños municipios logren un mayor desarrollo y estás además alimenten las vías principales. Y eso fue lo que anunció el Ministro Cardona, al exponer que en este tema se han hecho inversiones de aproximadamente 3 billones de pesos por parte del Invías y que para marzo del 2018 se habrán intervenido cerca de 2.600 kilómetros en 51 municipios del país. Allí estaríamos logrando la integración de las dos Colombias: la urbana y la rural.

He querido hacer estas reflexiones porque no sólo debemos criticar lo malo que sucede en nuestro país, sino también debemos aplaudir y compartir los puntos en los que hemos mejorado. Falta mucho por hacer en materia de infraestructura, pero debemos reconocer que en este tema hoy contamos con una nueva Colombia.