Los intocables | El Nuevo Siglo
Viernes, 17 de Noviembre de 2017

“No podemos aceptar jamás una burla a las víctimas”

 

Gran temporada de películas vive en estos momentos nuestro país. Al finalizar el año los colombianos podrán disfrutar de grandes dramatizados. La película del año será la reglamentación de la JEP en el Congreso, protagonizada por los excombatientes de las Farc, padres de la patria y  ministros del despacho

Para el Gobierno la JEP es uno de los compromisos del acuerdo de La Habana y la apuesta para encontrar el balance entre justicia y paz. No podrán existir injusticias ni desequilibrios.

La JEP tiene como pilares fundamentales el esclarecimiento de la verdad plena sobre las graves violaciones a los derechos humanos y la restauración del daño causado a las víctimas.

Pero en el rodaje de esta película, los excombatientes de las Farc, que se pueden denominar “los intocables”, han decidido alterar los libretos, pasándose por la faja el sometimiento a la JEP.

Actúan en la plaza pública abiertamente, pregonando sus postulados políticos, amenazando con tutelas a los que se atreven a criticarlos, dizque porque ya están amnistiados.

Las tomas guerrilleras sangrientas e incursiones que produjeron daños a la población urbana, especialmente por el uso de artefactos explosivos artesanales como pipetas, ‘cilindros bomba’ y tatucos, deben ser consideradas delitos de lesa humanidad, pero para “los intocables” fueron acontecimientos del pasado.

Supongamos que estos “intocables” se sometieran a la JEP, y se llegare a castigar a uno de los integrantes del Secretariado, como Santrich, ‘Timochenko’ o Iván Márquez, entre otros ¿Cuál sería la reacción de ellos? ¿Aceptarían sumisos una condena?

Los colombianos no podemos aceptar jamás una burla a las víctimas. Muchos niños aún no han retornado a sus hogares, no se ha reparado integralmente a las víctimas, quedan caletas por entregar. Un arrepentimiento público no es suficiente.

El Gobierno, rampante, admite caricaturescamente que “los intocables” pueden hacer política y ser elegidos sin pasar por la JEP. Después, si llegaren a ser condenados, se les quitaría la investidura, según lo establecido en el modelo especial de justicia.

Eso no es responsable, son promesas de enamorados, que con el tiempo se rompen. Estando ya elegidos será imposible quitarles las credenciales  fácilmente a los guerrilleros. Entonces adquirirán con mayor fuerza el título de “intocables”, despojándose de la piel de oveja que mantuvieron en el proceso de paz.

Ahora entendemos por qué el presidente Santos afirmaba en una ocasión que para firmar la paz “tuvimos que tragarnos algunos sapos”.

Así como vamos, estaremos pronto en un mundo al revés, donde los victimarios se convertirán en víctimas. Con el apoyo de los organismos internacionales en un futuro a estos “intocables” se les otorgaría un Nobel de paz.

Así los colombianos quedaremos colgados de las brocha, mientras que Santos, con su Nobel, volverá a disfrutar de sus encantadoras tertulias en Londres.