Las disidencias del régimen 8.000 | El Nuevo Siglo
Jueves, 9 de Noviembre de 2017

Un jueves 2 de noviembre, curiosamente el día de los difuntos en México, Colombia perdió a uno de sus más grandes estadistas. Un hombre que jamás alcanzó la Presidencia de la República, pero que tuvo todos los merecimientos para portar en su pecho la banda presidencial.

Un hombre que tuvo todo el valor, el carácter y el coraje para asumir con honestidad las posiciones políticas que el país requería en su momento.

Un hombre que tuvo la pulcritud intelectual para asumir causas donde no las había. Donde nadie creía en ellas, él tuvo el valor civil y político de asumirlas.

Sin lugar a dudas, Colombia se privó de un hombre que no solamente le cabía el país en la cabeza, sino que reunió todas las cualidades que buscamos afanosamente hoy en los más de 25 candidatos que pretenden llegar a la Casa de Nariño.

Un hombre que defendió la libertad y el orden.

La libertad individual y privada sobre todas las posibilidades de desarrollo económico y social con el fin de volver a Colombia un país de pequeños empresarios como lo es Francia, Alemania, Inglaterra, Italia; y el orden, defender el orden institucional y democrático por encima de los intereses mezquinos y coyunturales que siempre inundan a Colombia en cualquier momento de su historia.

Un hombre que soñó con la Colombia del desarrollo. Que su fuerza económica y social fuera el desarrollo a través del campo, de la agroindustria.

22 años después de su vil asesinato al frente de la Universidad Sergio Arboleda, estamos presentes ante el régimen, ante las disidencias del régimen del 8.000, régimen que fue una de sus tantas ideas, causas, que defendió con toda su alma, con toda su pasión, como si fuera su última opción de vida.

22 años después nos encontramos ante un régimen amoral y corrupto que borró con el codo todo lo que significó como hombre, como político.

Durante el gobierno de Andrés Pastrana y AUV se presentó un descanso. Pero, luego, ese régimen, bajo JMS volvió con toda la fuerza.

22 años después el régimen que lo asesinó compuesto por narcotraficantes y clase política corrupta y amoral, es el mismo que quiere llevar al poder a las Farc y ELN, con algunas disidencias. Con las disidencias del 8.000.

Ya, en forma de rosa mística cargada de sangre, de asesinatos, de masacres, de secuestros, de extorsiones, de reclutamiento de niños y niñas, de rutas de narcotráfico.

Colombia era conocida como un país productor de cocaína. Hoy es conocida como un país que no solamente es productor de cocaína, sino consumidor, además de legalizador de todo este negocio corrupto y amoral que destruye a toda la sociedad, a nuestros jóvenes que se pervierten y la consumen.

No, es que tenemos que cambiar el narcotráfico por votos, entonces llevemos a Timochenko al poder. A la Presidencia de la República de Colombia. ¡Por Dios! Pero, ¿Qué nos está pasando?

22 años después, las disidencias del régimen del 8.000 están más que felices y agradecidas por la laboriosa gestión del régimen corrupto y amoral de JMS.

Álvaro Gómez Hurtado, 22 años después su vil asesinato impune.

Puntilla: Tal vez, JMS dirá con respecto a los Panamá Papers, “me acabo de enterar”.

@RaGomezMar