La veracidad pública | El Nuevo Siglo
Lunes, 6 de Noviembre de 2017

“La paranoia de la extrema derecha con Santos”

El canal norteamericano CNN, enfrentado a lo que se llama posverdad del régimen de Trump, resolvió hacer pedagogía. Muestra una manzana y dice esta es una manzana, si se la mira desde la izquierda o desde la derecha sigue siendo una manzana. Algunos pretenderán decirle que no es una manzana sino un plátano. Pero no se deje engañar, una manzana no es un plátano.

Se trata del sentido común que suele ser el menos común de los sentidos, sobre todo si hay un interés para deformar la realidad. Aquí en Colombia ha disminuido el número de asesinados, día tras día, desde la firma del acuerdo de La Habana con las Farc. Y eso es un hecho, vale decir es una manzana y no un plátano. Míresele desde donde se mire.

La extrema derecha que se llama a sí misma “Centro” mientras estuvo en el gobierno ocho años inició un proceso de desmovilización de los paramilitares. Se preguntaba el caricaturista Vladdo: ¿Se conoció el contenido de la negociación? ¿Hubo refrendación de los acuerdos? ¿Entregaron rutas del narcotráfico? ¿Fueron tenido en cuenta las víctimas? ¿Algún expresidente boicoteó los acuerdos con fines electorales?

La respuesta objetiva a estas cinco preguntas es: No. Pero el sesgo del que es tuerto del ojo izquierdo, pero insiste en llamarse de “centro”, ni siquiera se hace esas preguntas. El paramilitarismo continuó y continúa hasta hoy, con el nombre de bacrim. Ahora el Gobierno ha declarado algo obvio, que el paramilitarismo es ilegal y se discute una ley en ese sentido, para contrarrestar el decreto del presidente Cesar Gaviria que permitió el surgimiento de las Convivir, impulsadas por el entonces gobernador Álvaro Uribe. Y que degeneró en grupos paramilitares.

Pues bien, el centro de la extrema derecha se opone hoy a esa ley. Vale decir se opone al monopolio de la fuerza por el estado, siempre y cuando el eventual grupo armado sea paramilitar, y sea de extrema derecha… Está mostrando así para dónde va el agua al molino en su forma de ver las cosas. Deja abierta la opción de la lucha armada si siente sus intereses afectados. Y los intereses de ese grupo, que a juzgar por sus miedos se ve a sí mismo como en vías de extinción, se reflejó en la mayor concentración de la riqueza de latino américa en los ocho años de desempeño cuando gobernó. Llegó a 0.59, una cifra de iniquidad galopante. Lo que puede explicar la justa paranoia del grupo derechista, que ve al actual presidente, que salió de su seno, como un comunista, un castro-chavista, como lo llaman.  Y así llaman banana, banana; lo que a ojos vista es una manzana.

Pero en esta época de Trump y de otros demagogos, hay que aferrarse a los hechos, a las cifras. De todos modos, el periodismo independiente aspira a la verdad sin pretender poseerla, ya que esa pretensión falsearía la aspiración. Es un mínimo aporte a la veracidad pública.