Europa, Colombia y el glifosato | El Nuevo Siglo
Viernes, 1 de Diciembre de 2017

La principal razón para el crecimiento de la superficie sembrada en coca se debe a la dificultad para erradicar los cultivos, especialmente después de la suspensión de la fumigación aérea con glifosato y que el Gobierno quiere reemplazar con un doble sistema: la erradicación voluntaria y la erradicación forzosa manual.

El glifosato es utilizado bajo diferentes nombres (su patente, originalmente de Monsanto, ya venció en el año 2000) en muchos países entre ellos Colombia, como matamalezas en variados cultivos, por su efectividad. El argumento para la suspensión es que este herbicida es perjudicial para la salud por tener, se alega, efectos carcinogénicos; por ejemplo, un estudio de la ONU considera a este químico como “probablemente” peligroso, pero otros especialistas lo clasifican como “inofensivo”. La Autoridad Europea para la Seguridad Alimenticia (EFSA) estima que no es probable que cause cáncer en los seres humanos, opinión respaldada por la Agencia Europea para los Productos Químicos.

En nuestro contexto creemos que la principal oposición a su utilización por medio de la aspersión aérea de los cultivos de coca provino de las Farc por su efectividad contra tal vez su principal fuente de recursos y el gobierno apoyó esta posición porque tenía gran urgencia de llegar a un acuerdo con el grupo guerrillero. La Corte Constitucional, en 2015, mediante decisión de una sala de revisión compuesta por dos magistrados y un conjuez, estableció cinco requisitos para que se aplicara el llamado “principio de precaución” para suspender la fumigación aérea pero que el gobierno, sin que estos se cumplieran, decidió la suspensión definitiva. Los Estados Unidos han urgido al presidente Santos para que reinicie esta aspersión pero debido a los pedidos del gobierno colombiano le han dado un compás de espera para ver si puede cumplir sus planes de erradicación por otros medios, lo que es muy dudoso. Destruir manualmente, forzosa o voluntariamente 1.440.000 matas de coca (180.000 htas, cada una con 8000 plantas) no se hace en unos pocos meses.

 A nivel mundial el tema fue estudiado por la Unión Europea, la que, en una primera instancia estuvo a favor de prohibir el glifosato, pero ahora, el Comité de Apelaciones de la Unión, por 18 votos contra 9, decidió extender su aprobación hasta el 2022. Esta decisión europea tiene importancia si se tiene en cuenta que los europeos son muy escrupulosos respecto a todo lo referente a los cultivos, por ejemplo, muy prevenidos contra los genéticamente modificados, alteración que permite incrementar sustancialmente su rendimiento y prohibidos en algunos países como en Francia. Los agricultores colombianos están muy complacidos con la decisión europea, aunque no creemos que nuestro gobierno cambie su posición en los nueve meses que le faltan. Pero la presión de Washington continuará.