Economía y campañas electorales | El Nuevo Siglo
Lunes, 20 de Noviembre de 2017

A mediados de semana tuvimos conocimiento de varios hechos importantes en materia económica que merecen mayor divulgación.

El primero tiene que ver con el crecimiento del PIB en el último trimestre que según el DANE fue del 2%, cifra que muestra un repunte al compararlo con todo el primer semestre; también, al contrastarlo con el tercer trimestre de 2016, muestra un mayor valor cercano al uno por ciento, dato que genera algún optimismo y nos permitiría pensar que en materia de crecimiento económico ya pasó lo peor.

Es recomendable visualizar lo que hay al interior de esa fría cifra de crecimiento, porque se nota que el mayor impulso proviene de algunos sectores que estaban antes deprimidos como la agricultura, que jalonada por el café, cacao y arroz, sobre todo, muestra su enorme potencial para generar riqueza y empleo si se le presta una mejor atención invirtiendo más en ella.

Lástima que ante una mala planificación y por deficiencias en la comercialización de los productos del campo, una buena parte de las cosechas no puedan ser rápidamente vendidas, ahogando al productor. El caso de los arroceros de Arauca es dramático.

Otro sector que contribuyó al repunte fue el de hidrocarburos, que lógicamente crece más por el alza que viene presentando el precio del barril de petróleo debido a una menor oferta por los acuerdos de la OPEP. Seguramente ese precio se estabilice pronto alrededor de los us$60 el barril y así no solo tengamos una mejora en la balanza comercial, ahora deficitaria, sino una menor presión en la llamada regla fiscal, que le pone una apretada camisa de fuerza al gasto público, en momentos en que dicho gasto debería ser vigorosamente contracíclico para sacarnos, con una alta demanda agregada, del bache en que estamos debido a una economía  que anda a paso lento.

También, como ocurre desde hace años, el sector de servicios financieros presentó una buena cifra. Está claro que es positivo tener un sector financiero robusto, incluyendo a los seguros, pero es muy criticable que este sector genere buena parte de sus utilidades al capturar en su propio beneficio las rebajas de las tasas de interés del Banco de la Republica sin trasladárselas rápidamente a sus clientes.

Será necesario que la Superintendencia Financiera dé un fuerte jalón de orejas a la banca para que comparta con sus usuarios los beneficios de las mejores tasas, como debe ser. Sorprende que la banca crezca siempre, aun en época de vacas flacas.

Pero hubo esta semana, otras buenas noticias en materia económica; la más importante de ellas proviene de tener por fin a un primer candidato que publicó su programa económico el cual, basado en cinco sectores, antiguas locomotoras, señala el camino para que otros candidatos hagan lo propio y se genere un debate serio en materia de desarrollo económico y equidad social.

El análisis de los programas y las resaltables noticias que da permanentemente la Superintendencia de Industria y Comercio lo dejaremos para después.