Delincuentes por igual | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Noviembre de 2017

“Criminales de la política no pueden escabullirse o jugarle a la prescripción de procesos” 
 


La fisonomía de las Farc cambia de las armas, el secuestro y la intimidación, a convertirse en un partido político donde la lucha se libra en las urnas.
Entre tanto, luego de los señalamientos y mutuas acusaciones entre la clase política tradicional, supuestamente concebida como constitucional y legal, no queda otra conclusión distinta a que ésta, como los guerrilleros, son tan irregulares como criminales unos y otros, pasando ahora a compartir por igual un mismo escenario.
Con los primeros por lo menos se firmó "el mejor acuerdo posible" y lo que resta es llevarlo a cabo en cabeza de alguien que le dé confianza al país, por su madurez, seriedad y experiencia. Desconocerlo, como proponen algunos, en nada contribuiría a alcanzar la armonía y la convivencia pacífica. Mientras que con los políticos no hay un derrotero claro, habiendo incurrido en negociados y, en general, por su corrupción.


Los criminales de las Farc llevaban más de 50 años dedicados a subvertir el orden público, pero se decidieron a dejar las armas, mientras la corrupción política continúa llegando a los niveles más altos de la institucionalidad nacional.
Entonces, con qué autoridad puede deslegitimarse políticamente a las Farc que, por lo menos, va en el camino de la verdad, justicia y reparación, tal como aparece en el Acuerdo, mientras que eso es lo que falta de nuestros políticos corruptos.


Cortar por lo sano en las elecciones votando a conciencia es lo indicado. Pero, además, exigirles por igual la rendición de cuentas y  garantizar también la no repetición. 
"Es la primera vez que un gobierno y un grupo armado ilegal en un acuerdo de paz crean un sistema de rendición de cuentas ante un Tribunal Nacional para investigar, juzgar y sancionar las conductas cometidas en el contexto y en razón del conflicto armado, en particular los delitos más graves y representativos". Y es por eso que este sistema debe fluir, obviamente sin esguinces, como el de permitirle  a ‘Timochenko’ ser candidato sin haberse sometido a juicio.
De la misma forma, esa otra guerrilla, la de los criminales de la política, no puede escabullirse o jugarle a la prescripción de sus procesos. 
En estos casos, esperamos decisiones rápidas y una efectiva acción de la justicia como garantía real para el ejercicio de la democracia.