PP arrasaría en España | El Nuevo Siglo
Sábado, 5 de Noviembre de 2011

* Aflora el voto castigo

* Victoria cantada e histórica de Rajoy

 

En España se hacen cábalas sobre los sufragios que pondrán en las próximas elecciones del 20 de noviembre los del Partido Popular -PP- en la oposición y el PSOE en el gobierno. Las empresas de sondeos, consultas y encuestas vienen haciendo sus pronósticos. Hace ocho días se dieron a conocer los resultados del primer tracking a cargo de El Mundo y Sigma, que vino a confirmar lo que los expertos más calificados y periodistas mejor informados perciben, se espera una victoria del Partido Popular que abarcaría 42 provincias. Como consecuencia de la caída del apoyo al Partido Socialista Obrero Español, éste quedaría reducido al predominio en 5 provincias. La ficha técnica de ese estudio es muy completa, fuera de corroborar el reciente triunfo del Partido Popular en las elecciones municipales y autonómicas, lo que determina que el mapa electoral nacional se tiña de azul en la mayor parte de su territorio, incluidas Ceuta y Melilla. Según dicho estudio el triunfo del jefe de los populares, Mariano Rajoy, está garantizado, él será el próximo Presidente del Gobierno español, que tendrá que enfrentar una de las peores crisis económicas de la historia. Las cifras de Sigma señalan que la ventaja del PP en cuanto a la intención de voto es de 16.4 puntos. En relación con la votación por comunidades el PP ganaría en toda la nación con excepción de Cataluña y el País Vasco. Y, aún así, un estudio electoral de otra empresa sostiene que en la hipótesis de permitirles votar a los desplazados vascos que han tenido que huir de su terruño por cuenta del terrorismo de ETA, el PP ganaría allí las elecciones.

El retroceso en la intención de voto del PSOE en casi toda España es producto del rechazo popular a la ineficacia oficial, los errores del gobierno que en un delirio populista y demagógico, multiplicaron los gastos, toleraron o participaron algunos de sus dirigentes en malos manejos. Lo que más le disgusta a la población es que el gobierno en vez de aliviar la crisis económica o intentar superarla, mantuvo desinformado al pueblo y dejó que se agudizaran los problemas. Los voceros del PSOE sostienen que obraron de buena fe, bajo la convicción del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, de que la crisis económica internacional y nacional era pasajera; miope visión en la que lo acompañó el entonces más poderoso ministro de su gabinete, Alfredo Pérez Rubalcaba, actual candidato, quien, en cuanto a la intención de voto, parece hundirse cada día. Mas no se trata en exclusiva de un descontento popular de colosales proporciones por cuenta de la crisis económica y las culpas innegables del gobierno en agravar la penosa situación. Es el voto castigo, que fuera de las evidentes motivaciones de rechazo a la política económica oficial está contra la tendencia a tratar con desdoro a las comunidades religiosas y las secuelas que dejan las innecesarias ofensas al acendrado sentimiento católico del pueblo español. Lo mismo que una cierta calculada permisividad para con los terroristas. Y otras manifestaciones negativas so pretexto de revivir los antagonismos de tiempos de la guerra civil, modalidad del sectarismo hirsuto que rechaza el pueblo y que se suponía superada.

Y por si fuese poco, la empresa española CIS, que publicó ayer sus vaticinios electorales, con una ficha técnica amplia y de hondo contenido, corrobora lo anterior y pronostica un descalabro electoral mayúsculo para el PSOE. En ese estudio los ‘populares’ obtendrían una amplísima mayoría absoluta, entre 190 y 195 escaños, mientras que los socialistas se quedarían entre 116 y 121. En suma el PP conseguiría el apoyo de 46,6 de los votantes, mientras el PSOE quedaría reducido a 29,9 por ciento. En caso de que se cumplan estos vaticinios el PP obtendría el más grande triunfo de su historia.

Según los expertos se trata de un fenómeno profundo en la psiquis del pueblo español o del inconsciente colectivo, que propicia una suerte de cambio de piel en algunas regiones de España decepcionadas con el PSOE. En Andalucía el avance del PP es incontenible. En Madrid el PP se consolida como la primera fuerza, se estima que superará 50 por ciento de los sufragios. Es evidente que los madrileños, con la madurez política de la que han dado muestras en otras oportunidades están por el orden, rechazan la demagogia y apuestan a darle un vuelco a la política, que les permita salir del bache de la incertidumbre financiera en la que se ha debatido el país en los estertores del gobierno de Rodríguez Zapatero.