Los cuatro Ministerios | El Nuevo Siglo
Viernes, 4 de Noviembre de 2011

* Pendientes de las políticas

* El reto de saber si eran necesarios

 

PRÁCTICAMENTE  han quedado listos los nuevos Ministerios, luego de su eliminación en los últimos nueve años. Son ellos los de Justicia, Medio Ambiente, Salud y Trabajo. En cada uno han nombrado figuras de quilates que, desde luego, tienen el reto de demostrar cuán necesarios eran.
En primer lugar está el Ministerio de Justicia. Por lo pronto, existe un enredo en torno de la reforma que se necesita en la Rama Judicial. Los temas clave, ciertamente, son el Presupuesto oficial y la descongestión y lo demás son arandelas que paulatinamente se han venido desbrozando. A ello se añadió el fuero militar, que era un anhelo que venía pidiéndose desde estas columnas editoriales hasta que por fin fue incorporado por el Partido de La U al articulado correspondiente. Una y mil veces pedimos a las directivas conservadoras que presentaran un acto legislativo en el sentido de adecuar su vigencia constitucional, pero siempre nos encontramos con oídos sordos. El hecho cierto y perentorio era que cualquiera que se acercara a hablar privadamente con oficiales de alto rango y los de menor graduación, se encontraba con el obstáculo de que las ambivalencias alrededor del fuero militar habían llevado a cierto temor para combatir. No porque no exista el ánimo y la moral para reducir a la subversión, sino por el incordio jurídico que se ha suscitado alrededor de dictámenes no especializados de quienes no tienen por qué saber de las incidencias castrenses. Pese a que el liberalismo pidió no tratar el fuero militar en la reforma a la Justicia, está bien que el gobierno Santos lo haya adoptado dentro de ella. Nadie, desde luego, pretende hacer política con las Fuerzas Armadas, pero tampoco se puede ser ajeno al hecho de que las garantías jurídicas, respetando los derechos humanos, para el combate habían quedado en manos de terceros. Y por eso, no sólo desde estas columnas, sino entre muchos articulistas y gentes del común, se había solicitado la adecuación de la Justicia castrense. Será esto, pues, el núcleo de la reforma que actualmente cursa en el Congreso y tendrá el Liberalismo, como el Conservatismo, que aceptarlo como ingrediente necesario dentro de la nueva doctrina de seguridad.
En cuanto al Ministerio del Medio Ambiente se está a la espera del desarrollo de la política. Nombrado allí un funcionario de alta experticia en los diversos ramos, sería menester una carta de navegación perfectamente clara, a fin de que no ocurra lo que sucedió con el hotel que se pretendía en el Parque Tayrona. Aparte de poner claros límites el presidente Santos en torno de las habituales concesiones en los parques naturales es fundamental que el ministro Frank Pearl explique claramente cuál va a ser el norte en lo que resta del mandato Santos.
Ha llegado al Ministerio de Salud Mauricio Santamaría. Existe en su desempeño una de las grandes expectativas nacionales. En sendas entrevistas, cuando fungía de Ministro de la Protección Social, Santamaría, quien estaba presupuestado en estos días para la jefatura de Planeación Nacional, deberá poner en marcha la política que fijó desde entonces y que deberá desarrollar en el inmediato plazo. Queda la expectativa de Beatriz Londoño, quien, como Viceministra del ramo, brindará toda su experiencia en el tema.
Aparte de las incidencias políticas, ha llegado a la cartera de Trabajo, Rafael Pardo, reconocido por su tino y análisis. Tiene a la mano la gran experiencia del vicepresidente Angelino Garzón para maniobrar en los difíciles vericuetos sindicales colombianos y enfrentar lo que de suyo es lo primero. Es decir, ayudarle a la ministra de Educación, María Fernanda Campo, a conjurar la crisis suscitada con la reforma educativa. Ya se sabe que el propio presidente Santos, sin requerimiento de Ministerio alguno, logró bajar los índices de desempleo, pero desde luego queda pendiente lo dicho sobre el tema entre los estudiantes y el Gobierno, sabido que el empleo o desempleo cede más a la marcha económica general que a políticas sectoriales.
Creados los cuatro Ministerios está, pues, pendiente de saberse si eran realmente necesarios en su conjunto, o sólo si algunos de ellos ameritaban recomponerse.