50 años de Andiarios | El Nuevo Siglo
Jueves, 3 de Noviembre de 2011

*Una tea en defensa de la libertad de prensa


*Evolución y adaptabilidad de la industria

 

Cumplir  medio siglo es todo un logro para cualquier organización pública o privada. Pero llegar a ese onomástico siendo el principal símbolo de la defensa de la libertad de prensa en un país es toda una hazaña digna de escribirse con letras de oro. Y eso es precisamente lo que debe hacerse para celebrar que la Asociación de Diarios Colombianos (Andiarios) llegó a sus 50 años.
Mucho tiempo ha pasado desde aquel 15 de septiembre de 1961 cuando las principales empresas periodísticas del país, incluyendo esta casa editorial, decidieron crear un ente que llevara la vocería gremial tanto en la defensa de la industria editora como en materia de garantía de libertad de expresión, derecho a la información e independencia periodística.
Hoy, con 54 periódicos afiliados, Andiarios se ha consolidado como una organización de reconocida seriedad y objetividad en el cumplimiento de su misión funcional. Como la voz más autorizada en materia de prensa escrita ha sido eficaz escudo cuando se proyectaron medidas que buscaban debilitar la industria editorial o afectar gravemente sus intereses económicos, institucionales y periodísticos.
De la mano de tratados internacionales y normas rectoras como la Declaración de Chapultepec, la entidad logró a lo largo de los años que sus posturas ante gobiernos y poder legislativo fueran muy escuchadas y, por lo mismo, tanto desde los mandatos constitucionales como legales el derecho a informar y ser informado ha prevalecido en Colombia, a diferencia de lo que ocurre en los países vecinos, en donde las censuras, restricciones e intervención estatal en la prensa son el pan de cada día.
En no pocas ocasiones Andiarios se terminó batiendo en distintas instancias para oponerse a legislaciones que lesionaban la libertad de prensa, restringían el derecho a la información o propendían por la penalización de la opinión, pese a que esos principios son base fundamental de la democracia. Los intentos por extender al quehacer periodístico el ámbito de delitos de injuria y calumnia, o los asomos legales para debilitar principios básicos como la reserva de la fuente, han tenido en Andiarios, así como en otras organizaciones defensoras de la libertad de prensa, una barrera eficaz. También ha sido una voz indeclinable para denunciar los actos de violencia y censura contra los medios de comunicación, en un país que hasta hace pocos años tenía el nada honroso récord de mayor cantidad de periodistas asesinados en todo el planeta.
A todo lo anterior se suma que la entidad ha replicado con argumentos sólidos los diagnósticos apocalípticos de quienes a cada tanto viven prediciendo el fin de la prensa escrita, pese a que cada año los periódicos demuestran su alta capacidad de adaptabilidad a las evoluciones tecnológicas de la industria, la globalización informativa, las nuevas herramientas de tráfico digital de contenidos noticiosos, las redes sociales virtuales y la progresiva especialización de publicaciones por nichos de lectores.  
Andiarios también es motor de la modernización de las empresas editoriales, al realizar o participar en continuos talleres, foros, seminarios, congresos y otros eventos nacionales e internacionales en donde los afiliados han podido acercarse a las innovaciones en materia de equipos, formatos y tendencias en la edición de periódicos. Igual se ha convertido en promotora de campañas que van desde  incentivar la lectura así como causas institucionales por la paz, el respeto de los derechos humanos y la convivencia social. También se esfuerza por una mayor capacitación del recurso humano periodístico, de fotógrafos, diseñadores y editores,  a través de foros, becas y seminarios de la más alta calidad en expositores y contenido.
Llega, pues, a sus 50 años Andiarios. Un reconocimiento más que merecido a una entidad gremial en la que El Siglo fue uno de los protagonistas principales de su concepción y fundación. Medio siglo de historia y esfuerzos que hoy, bajo la directriz de Nora Sanín, le aseguran al país que nunca se bajará la guardia por hacer cumplir el derecho a informar y ser informado con libertad y responsabilidad social.