Planteo | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Octubre de 2017

El Choque de Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial (Paidós, Barcelona, 1997) de Samuel P. Huntington, cuya terminología se aplica, despierta, en quien escribe, entusiasmo similar al originado en la lectura de Juicio Universal, El Proceso y Strategy de Giovanni Papini, Franz Kafka y Lawrence Freedman respectivamente. Es un texto útil en cursos de historia, relaciones internacionales, política, aunque este factor se presenta como de menor relieve respecto al cultural y, además, indica factores interesantes en la elaboración de estrategia. El lector observará algo poco usual: se expresan conclusiones al principio y no al final del presente ejercicio.

La humanidad ha conocido diferentes modalidades de agrupación: grupos culturales, tribus, grupos étnicos, comunidades religiosas, ciudades-Estado, naciones-Estado, federaciones, confederaciones, variantes de integración económica y política y Huntington pone énfasis en las civilizaciones. Estas se han desarrollado en siete fases: mezcla, gestación, expansión, época de conflicto, imperio universal, decadencia, invasión. La mezcla corresponde a las culturas clásicas (Grecia y Roma), semítica, sarracena y bárbaros. La gestación occidental tiene lugar entre los siglos VIII y X. La expansión se caracteriza por conflictos que abundan en la civilización occidental: época feudal, guerra de los treinta años y mundiales del siglo XX, etc. El imperio universal es el momento de esplendor y le sigue la decadencia en que se supone se encuentra la civilización occidental desde principios del siglo XX, aproximadamente 1928; sin embargo, es un proceso gradual y cabe la posibilidad de renacer, cual sucedió con el islam y la civilización sínica o china.

Se han mencionado tres civilizaciones y las vigentes se completan con la ortodoxa, japonesa e hindú. Caso especial es América Latina con opciones: cultura propia o emparentada con la occidental. Se finaliza, por el momento, con observaciones generales sobre las civilizaciones: la cultura es la característica unificadora y divisoria; las hay grandes, pequeñas, principales, periféricas, atrofiadas, vástago de otras, desganadas, escindidas; la religión es su rasgo principal (la lengua le sigue); en Occidente no nació ninguna de las grandes religiones; la historia humana es la historia de las civilizaciones; una civilización puede contener una o varias unidades políticas; la occidental impulsa la occidentalización y la modernización;  y la lección primordial de la historia: muchas cosas son probables pero nada es inevitable.