Las basuras en Helsinki | El Nuevo Siglo
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Sábado, 28 de Octubre de 2017
Alvaro Sánchez

Debo comenzar por ofrecer una disculpa por la ausencia de este material el pasado domingo, me encontraba en un viaje de vacaciones y se me dificultó el envío del mismo; y quisiera aprovechar el viaje para hacer algunas reflexiones sobre temas ambientales observados en los países visitados.

Cuando se habla de Finlandia se trae a la mente un país líder en varios sectores de la tecnología, tales como la telefonía móvil, los videojuegos o la robótica; sin embargo, pocas personas conocen que estas innovaciones están siendo utilizadas para solucionar problemas ambientales tales como la recolección de basuras con la que esperan automatizar tareas que hasta ahora requieren una gran mano de obra, como la gestión de las basuras. Efectivamente el sistema de basuras de Helsinki es absolutamente eficiente, moderno y ecoeficiente; además es un servicio prestado por el Estado a través de concesiones privadas de primer nivel.

Al hablar de basura se trae a nuestra mente la imagen de unos, por cierto poco estéticos, contenedores de metal o plástico. En Helsinki se han instalado nuevos contenedores, más pequeños y de mejor apariencia, que además están conectados a través de tuberías que mueven los residuos a centros mayores de acopio. Las tuberías mencionadas no son simples distractores, en ellas la basura viaja a velocidades de hasta 50 Km/hora; a través del sistema se logra reducir el tiempo de permanencia de la basura en sitios habitados reduciendo así las posibilidades de plagas asociadas a los residuos, reducir el transporte en camiones de la basura generando ahorros significativos en combustible, reducir los costos de mano de obra, reducir las infecciones en los operarios y mantener la ciudad realmente limpia con el menor esfuerzo posible. Por si las ventajas no fueran suficientes, la basura se puede sacar a cualquier hora del día o de la noche, no hay olores molestos en el ambiente; el sistema no es perfecto pero cada día se incluyen nuevas innovaciones en el mismo.

A hoy Helsinki ha logrado una reducción en el consumo de la energía requerida para mover cada tonelada de basura, de 150 Kw/h a cerca de 35Kw/h; ha eliminado los problemas derivados de las pocas personas que botaban residuos difíciles de compactar, como ollas, logrando identificar a los, cada vez más escasos, infractores y automatizando multas que compensen los gastos en que tiene que incurrir el Estado, y por si fuera poco avisa en tiempo real de cualquier traba en el sistema.

Claro está que detrás de este sistema, casi mágico para nosotros, existe una educación de excelente calidad y una normativa estricta y con sanciones muy grandes para los infractores; se obliga a respetar algunas normas tales como el tamaño y peso de las bolsas de basura, la calidad del material de las mismas, el uso de un chip electrónico para identificar a quien bota la basura, y otros varios de diferente índole.

Ahora viene lo realmente increíble, la empresa concesionaria de la basura en Helsinki tiene dentro de su contrato la obligación de educar a los usuarios y realizar todas las capacitaciones que sean necesarias para que el sistema funcione, en caso de infracciones por la primera vez que se utiliza el sistema la multa es pagada dos veces; una por el usuario y otra por la empresa a manera de sanción por fallar en la educación del usuario; a partir de la segunda falta solo paga el usuario.

Quiera Dios que podamos ver este desarrollo en nuestras ciudades.

alsanchez2006@yahoo.es

@alvaro080255

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