PIB en 3er trimestre subiría entre 1.7% y 2,2"% | El Nuevo Siglo
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Lunes, 16 de Octubre de 2017
Redacción Economía
En el corto plazo, los catalizadores de este cambio cíclico serán la estabilización de la inflación, que traerá consigo una recuperación de la capacidad adquisitiva de los consumidores

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La mayoría de las proyecciones de crecimiento para el tercer trimestre de 2017 son favorables si se tiene en cuenta la baja actividad registrada en el mismo periodo de 2016.

Los analistas han señalado que es muy difícil que la economía colombiana mantenga el crecimiento durante el periodo julio-septiembre igual de 2016 que fue de apenas 1,2%.

Los expertos en finanzas y distintos centros de estudios económicos, así como los gremios consideran que el tercer cuarto de 2017 la economía colombiana tendrá recuperación para alcanzar un PIB de 1,7% y de 2% para el cuarto trimestre.

Uno de los estimativos más positivos sobre la actividad económica de Colombia en el tercer trimestre lo dio el Banco Itaú, que en su Balance y Expectativas Mensuales, dado a conocer el fin de semana proyecta para el PIB del país un crecimiento de 2,2% en el periodo analizado.

Según Itaú la inflación anualizada al cierre de octubre se mantendrá en 4,15 y la del décimo mes del año estará por el orden de 0,10%.

Para Fedesarrollo, los resultados más recientes de indicadores como las ventas del comercio minorista y la producción industrial muestran una recuperación respecto a los trimestres inmediatamente anteriores, pero siguen estando en niveles históricamente bajos.

Por tal razón, se revisó a la baja la proyección de crecimiento para 2017 hasta 1,7%. Asimismo, se redujo el crecimiento esperado para 2018 a una tasa de 2,4% y modificó la senda de mediano plazo en concordancia.

La Bolsa de Valores de Colombia y Fedesarrollo publicaron su encuesta de opinión financiera en que los analistas mantuvieron su pronóstico de crecimiento para el tercer y cuarto trimestre del año en 1,9% y 2% respectivamente. Para todo el 2017 continúan esperando un crecimiento de 1,7%, y para el cierre de 2018, de 2,3%.

El 50% de los encuestados alrededor de la mediana cree que el crecimiento de 2017 se ubicará entre 1,5% y 1,8%, el mismo rango que se estimaba el mes pasado.

De cumplirse la proyección de los analistas consultados en esta encuesta, la economía tendría un crecimiento inferior al 2% esperado por el Gobierno para este año.

 

Entre luces y sombras

Después de superar uno de los primeros semestres menos dinámicos en lo que va de este siglo, la economía colombiana enfrenta un panorama marcado por luces y sombras. Entre las primeras sobresale un cambio en la tendencia de la actividad productiva. Gracias a ello el PIB empezará a acelerarse, inicialmente a un ritmo leve entre el segundo semestre de 2017 y en el primero de 2018, y con una mayor fuerza desde la segunda mitad del próximo año.

El Departamento de Investigaciones Económicas de Bancolombia señala que en el corto plazo, los catalizadores de este cambio cíclico serán la estabilización de la inflación -que traerá consigo una recuperación de la capacidad adquisitiva de los consumidores-, así como el ajuste en la orientación en la política monetaria y su transmisión a las tasas de mercado.

Más adelante la ejecución de los proyectos de infraestructura y la culminación del ciclo electoral conducirán a un ritmo de crecimiento más acorde con el potencial productivo. En cualquier caso, es importante resaltar que el margen de repunte podrá afectarse por el incremento en la tasa de desempleo y la reducción del gasto que deberá implementar el Gobierno nacional.

Por su parte, los mayores desafíos que deberá enfrentar la economía colombiana están relacionados con temas estructurales. De un lado, la caída de los precios del petróleo y sus repercusiones sobre los factores productivos generó una caída del crecimiento potencial hasta menos del 3%. Para retornar a tasas superiores al 4% deberá desplegarse un esfuerzo sustancial y continuo en materia de inversión y mejoras en productividad.

Otra tarea estructural apremiante es reducir el tamaño del desequilibrio externo. Pese a que en los últimos dos años los agentes privados han corregido de manera importante su exceso de gasto, las necesidades de financiamiento internacional siguen siendo cuantiosas. Esto tiende a incrementar el stock de pasivos con el resto del mundo y vuelve a Colombia vulnerable a los vaivenes de los mercados financieros globales.

Una corrección sostenida del déficit del Gobierno nacional que conduzca al cumplimiento de la regla fiscal y el mantenimiento de la calificación soberana requerirá no solo de medidas adicionales de austeridad sino de ajustes de fondo en el funcionamiento de las finanzas públicas. Tales reformas deberán compaginar criterios de responsabilidad fiscal con las necesidades sociales y los requerimientos del posconflicto en la próxima década.

En otras palabras, a pesar de que Colombia viene de un reacomodo en el que el aparato productivo y la demanda interna se han resentido de forma significativa y que el ciclo de la actividad se irá tornando más constructivo, podemos afirmar que el proceso de ajuste no ha concluido.

 

Descontento

Para el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien participó en las reuniones de Otoño del Fondo Monetario Internacional, FMI, y del Banco Mundial, BM, en Washington, nadie está contento con el crecimiento de este año.

“El FMI acaba de decir que su pronóstico es 1,7%, el Gobierno tiene un pronóstico de 2% y yo le creo más al Gobierno porque creo que las medidas de reactivación están funcionando, pero ese es el rango. Pero lo que yo más destacaría de lo que dijo el FMI es que el año entrante Colombia va a crecer 2,8%, lo que quiere decir que pasó lo peor, pasamos esa página y ahora espera volver a crecer”.

Señaló que para crecer al ritmo del 4% o 4,5%, como lo quiere el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, depende mucho de lo que haga el próximo gobierno, “por eso tenemos que estar totalmente inmunes al populismo, porque está de moda, es muy tentador. Las promesas de gastar más y pagar menos impuestos cautivan al electorado, pero son completamente inconvenientes desde el punto de vista económico y Colombia se debe mantener por la línea de seriedad y responsabilidad que ha tenido en los últimos años”.

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