10 consejos para dominar la ira | El Nuevo Siglo
Foto cortesía Mayo Clinic
Jueves, 5 de Octubre de 2017

¿Parece que echará humo cuando va sobre el tiempo y tu carro se encuentra en medio del tráfico? ¿Siente que la presión arterial aumenta cuando su hijo se niega a escucharte y obedecer? La ira es una emoción normal y sana, pero es importante afrontarla de forma positiva, ya que puede afectar tanto su salud como las relaciones como los demás. Aquí diez consejos para dominarla:

1. Piense antes de hablar.  En el calor del momento es fácil decir algo de lo que más tarde se arrepentirás. Tómese unos momentos para ordenar sus pensamientos antes de decir cualquier cosa y permite que el resto de las personas implicadas en la situación hagan lo mismo.

 2. Una vez calmado, exprese tu enfado.  Apenas empiece a pensar con claridad exprese su  frustración de manera firme, pero sin confrontaciones. Explique sus preocupaciones y necesidades de manera clara y directa, pero sobre todo sin herir a los demás ni intentar controlarlos.

 3. Haga ejercicio. La actividad física puede ayudarle a reducir el estrés y controlar la irritabilidad. Si siente que alguna situación le molesta demasiado, salga a dar una caminata enérgica, a correr, o póngase a practicar cualquier otra actividad física que disfrutes.

 4. Aíslese un rato.  La técnica del aislamiento temporal no es sólo para los niños. Tome descansos cortos durante los momentos del día que suelen ser estresantes para usted. Pasar un rato en calma puede hacer que se sientas mejor preparado y maneje mejor lo que tienes pendiente sin irritación o enfado.

5. Identifique posibles soluciones.  En lugar de centrarse en lo que le enfadó, esfuércese en resolver el problema que enfrenta ¿Le enloquece el desorden en la habitación de su hijo? Cierre la puerta. ¿Su pareja llega todas las noches tarde a cenar? Fije la hora de la cena más tarde o llega a un acuerdo donde comerá solo algunas veces por semana. Recuerde que el enfado no arreglará nada y puede empeorar la situación.

6. Siempre hable en primera persona y diga “yo”.  Para evitar criticar o culpar (esto posiblemente solo aumenta la tensión), hable en primera persona cuando explique el problema. Sea respetuoso y específico. Por ejemplo, diga: "yo estoy enfadado porque te levantaste de la mesa sin ofrecer ayudar con los platos", en lugar de decir "Tú nunca haces nada en la casa".

 

7. No guarde resentimiento. El perdón es algo muy poderoso. Si deja que la ira u otros sentimientos negativos desplacen a los positivos, puede verse absorbido por su propia amargura o por una sensación de injusticia. Pero si puede perdonar a quien le hizo enfadar, quizás ambos aprendan algo de la situación. No puede esperar que todo el mundo reaccione o piense exactamente como usted quiere.

 8. Use el humor para liberar la tensión. Restarle seriedad al asunto puede ayudar a dispersar la tensión. Deje que su sentido del humor ayude a enfrentar lo que le está enojando y, posiblemente, cualquier expectativa no realista que tenga de cómo deberían ir las cosas. Sin embargo, evite el sarcasmo, porque podría herir los sentimientos y empeorar las cosas.

9. Practica técnicas de relajación. Cuando su carácter salga a flote, ponga a trabajar su capacidad de relajación. Practique ejercicios de respiración profunda, imagine una escena relajante y repita alguna palabra o frase tranquilizante, como "tómalo con calma". También podría escuchar música, escribir un diario o hacer un poco de yoga, lo que necesite para fomentar la relajación.

10. Identifique cuándo debe buscar ayuda.  Aprender a controlar la ira es un reto para todos. Considere buscar ayuda si ante algún problema le parece que su carácter se descontrola, lo mueve a hacer cosas de las que se arrepiente o hiere a quienes te rodean./Mayo Clinic

 

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