Semana de alto voltaje en Bogotá, con ópera y ballet | El Nuevo Siglo
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Viernes, 21 de Octubre de 2016
Emilio Sanmiguel

La que termina ha sido una de las semanas más intensas de lo que va corrido del año. La noche del martes el Distrito concedió el premio Vida y obra a Carlos Villa en el Teatro Municipal de Bogotá. Hoy, sábado, en las salas de Cine Colombia, se transmite, en directo, el Don Giovanny de Mozart, dirigido por Fabio Luisi y protagonizado por el barítono Simon Keenlyside. En la noche, la Compañía de Danza experimental de Bogotá presenta en el Teatro Colón su último trabajo coreográfico.

Pendiente, para la próxima crónica, por razones de espacio, la presentación del Ballet de Leipzig en el Teatro Mayor: para dejar boquiabierto al más escéptico.

Homenaje a Carlos Villa

Pocos músicos en Colombia reúnen tantas condiciones dignas de reconocimiento como el violinista Carlos Villa, cuya carrera lo ha tenido todo, pero muy especialmente el hecho de ser un ejemplo a seguir. Violinista de alta escuela, nacional e internacionalmente, a lo largo de décadas el público ha aplaudido su interpretación de las obras más grandes del repertorio, empezando por los grandes conciertos de Beethoven, Brahms y Tchaikovsky, sin desatender a lo largo de su vida la música de cámara y la faceta de director de orquesta, cuyos inicios se remontan a finales de los años 70 con la Filarmónica de Bogotá y también en Salzburgo, Austria. En la actualidad es director titular de la Orquesta Filarmónica Juvenil, que bajo su dirección se ha convertido en el fenómeno musical más descollante de los últimos años, en su género.

Fue la figura central de la ceremonia de reconocimiento de la actividad cultural de Bogotá la noche del martes: recibió el galardón de manos del alcalde Enrique Peñalosa y la secretaria de Cultura, Claudia López. Minutos más tarde dirigió su orquesta, la Filarmónica juvenil, en la Obertura de Egmont de Beethoven, y en el Concierto para dos violines en la menor de Antonio Vivaldi, donde actuó como solista, al lado de Samuel Jiménez, que es concertino de la orquesta y, muy probablemente, como lo demostró al lado del maestro, el más destacado intérprete de su generación en el país.

La gran noticia: en su alocución el alcalde Peñalosa nos puso al tanto de que el presupuesto para 2017 del sector cultural, sobrepasará el billón de pesos, lo que sin duda debe significar que la construcción del Auditorio de la Filarmónica en el muy bien ubicado lote vecino al coliseo El Campín, será una realidad. ¡Por fin!...la gran oportunidad para que Peñalosa demuestre, con hechos, su interés por la cultura y sus necesidades.

Ópera desde el Met

No hay que poner en duda que la transmisión de ópera en las salas de cine de Bogotá, y centenares de ciudades del mundo, están modificando las costumbres de la afición. Aquí Cine Colombia transmite las de la Metropolitan de Nueva York. El sábado 5 fue el turno para Tristan und Isolde de Wagner y hoy le corresponde a Don Giovanni de Mozart, en una producción que no pone de acuerdo a tirios y troyanos, lo que quiere decir que se trata de una puesta, digo yo, por lo menos interesante.

En el rol del disoluto está el barítono británico Simon Keenslyde, que reúne las dos condiciones, la vocal y la actoral. La dirección musical va por cuenta de otras de las grandes estrellas de la casa, el italiano Fabio Luisi.

La obra, se sabe, es uno de los títulos fundamentales de la historia del melodrama, segunda de las óperas que el genio de Salzburgo escribió en colaboración de uno de los grandes libretistas de la historia, Lorenzo Da Ponte, y está enmarcada entre las bodas de Fígaro y Così fan tutte.

Ballet en el Colón

Supongo que siempre que hago referencia a Ana Consuelo Gómez, estoy prácticamente obligado a reconocerle lo que en justicia es suyo: que el desarrollo del ballet y, en general, de la danza, le debe muchísimo, y tendrá que llegar el día en que su trabajo sea reconocido como ella lo merece.

Incansable en sus aportes al ballet clásico, en los últimos tiempos ha desarrollado su interés por la danza, con un lenguaje, desde luego, intensamente personal. Para volver realidad esa  quimera, creó el grupo de Danza experimental de Bogotá,  que esta noche trae al escenario del Colón, que de hecho ha sido su casa por décadas, dos coreografías que se presentan en estreno absoluto a las ocho de la noche, y que son, por un parte el testimonio de su profundo conocimiento de la historia con Cleopatra, la reina del Nilo, y su sincera admiración por la música, con Bolero, naturalmente con la música de Maurice Ravel.