Uno de los principales retos que enfrenta la educación superior en Colombia se concentra en los nuevos modelos de enseñanza y acceso a instituciones educativas por parte de las generaciones que están entrando, cursando o saliendo de alguno de los programas de educación superior, los millennials. En el país, anualmente 2’500.000 personas ingresan a estudiar carreras profesionales y técnicas, sin embargo hay una tasa de deserción del 9.3% y un desempleo en este segmento de 17,1%.
Según investigaciones de Ellucian, es crucial la implementación de herramientas tecnológicas adecuadas por parte de las instituciones de educación superior para que los jóvenes entre 22 y 34 años puedan ser más competitivos en el mercado laboral y que al mismo tiempo satisfagan las expectativas de una generación que nació con la digitalización.
Esta generación está entregada al emprendimiento y la autorrealización. Se enfoca en un estilo de vida sin límites. Por esto, exigen un cambio en la forma de consumo y de aprendizaje, quieren una formación de calidad más flexible, no entendida exclusivamente como cursos en línea, sino más bien que las universidades adapten sus planes de estudios, con el apoyo de la tecnología, para que el estudiante pueda acceder a competencias y conocimientos en sus tiempos, con sus posibilidades, conforme a sus intereses y necesidades, y atendiendo a la dinámica cambiante del mercado laboral.
“Las instituciones de educación no sólo deben dar un salto en la forma de enseñar, sino en la manera de prestar sus servicios para asegurar el éxito estudiantil. La oferta académica debe poder evolucionar al ritmo en que lo hace la tecnología, para poder satisfacer los requerimientos de las profesiones del futuro”, afirma Alberto Chacín, vicepresidente y director de Latinoamérica y el Caribe de Ellucian.
En Colombia, las universidades e instituciones de educación superior deben implementar procesos tecnológicos de acuerdo a las necesidades de las nuevas generaciones. Asimismo, se deben integrar las habilidades técnicas con la digitalización a fin de hacer a los millennials más competitivos y capaces al tener las destrezas necesarias que demandará el futuro.
“Los millennials son altamente emprendedores dado que el 65% de los jóvenes busca más información online que antes. Sin embargo, el desempleo en ese segmento de la población, en Colombia, alcanzó el 17,1% en el primer trimestre del año. Debemos crear estrategias para cerrar esta brecha, y la tecnología juega un papel crítico en esto”, agrega Chacín.
Los nuevos modelos de negocio que implementan la digitalización, el uso de aplicaciones móviles y el Big Data, han demostrado gran éxito en diferentes sectores, y el de la educación superior no está ajeno a estos cambios propios de la cuarta revolución industrial.
Actualmente los trabajadores remotos requieren de flexibilidad para utilizar las aplicaciones, dispositivos y servicios que se adaptan a su estilo de trabajo; mientras que las empresas, establecen parámetros y uniformidad para evitar la complejidad de administrar, soportar y asegurar decenas de aplicaciones dispares.
Las herramientas de comunicaciones unificadas y de colaboración adoptan el espíritu de trabajadores remotos, facilitando la integración entre las diferentes aplicaciones de comunicación y colaboración, no sólo aquellas que se utilizan internamente, sino también a través de APIs abiertas que ofrecen integración con aplicaciones de terceros.
Un componente importante al definir el tipo de comunicación que se tendrá con los trabajadores móviles, es el entendimiento de sus hábitos y preferencias personales. Los Millennials son actualmente, en número, la mayor generación en América según Pew Research, y en consecuencia son uno de los mayores factores de cambio cuando se trata de comunicaciones en los negocios. La comunicación digital es natural para los Millennials, y esperan la misma instantaneidad en su lugar de trabajo de la que disfrutan en sus vidas personales.