Ponente pide no valorar EEB por precio de acción | El Nuevo Siglo
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Martes, 25 de Octubre de 2016
Redacción Bogotá

Después de un análisis, no sólo en los foros académicos y debates, sino en un estudio minucioso del proyecto para vender el 20% de las acciones de la Empresa de Energía de Bogotá -EEB-, el ponente del proyecto, Armando Gutiérrez González, pidió no valorar la entidad por el precio de la acción en el mercado bursátil.

“Si hoy se vendieran las 1.836.235.403 acciones de la EEB al precio que cerró ayer en la Bolsa de Valores de Colombia, $1.855, el fisco del distrito capital recibiría $3.4 billones. Sin embargo, este precio podría subir en la democratización entre $3.5 y $4.0 billones”, explicó el concejal Gutiérrez.

Para que la ciudad reciba los recursos justos en la transacción, en la ponencia positiva el Concejal del Partido Liberal dijo que la clave para un programa de enajenación exitoso está en contratar una Banca de Inversión que elabore una revisión integral de la compañía y determine una valoración justa de sus activos. “A esto se suma la definición del momento exacto en que el Distrito decida salir al mercado de capitales a realizar la venta de estas acciones, analizando la coyuntura económica local e internacional, la política monetaria, el ciclo económico y el apetito de los inversionistas por las acciones de la EEB”.

En este sentido, el concejal de Cambio Radical Rolando González García, quien es el coordinador de ponentes del proyecto de Acuerdo sobre la venta de acciones que la Empresa de Energía de Bogotá posee en las empresas Nutresa S.A., Banco Popular S.A., ISA-Interconexión Eléctrica S.A. y Promigas S.A. radicó ponencia positiva a esta iniciativa siempre y cuando los recursos provenientes de la enajenación de las acciones sean dedicadas a los negocios de energía, gas y actividades o negocios que se realicen en Colombia y no fuera del país.

“Someto a consideración de mis colegas esta propuesta porque existen serias inquietudes por parte de la Contraloría de Bogotá en cuanto al destino de las inversiones que la EEB tiene fuera del país y en las cuales no se puede hacer un efectivo control fiscal. Espero tener acogida con esta propuesta para que dichos recursos sean usados en Colombia generando más empleo, crecimiento económico y desarrollo sostenible para Bogotá y el país”, resaltó el concejal González García.

Con la aprobación de esta iniciativa a la EEB le ingresarían $1.2 billones, los cuales servirán para fortalecer su plan estratégico de negocios generando mayor rentabilidad a la Compañía, en lugar de tener estos recursos como inversión ociosa en empresas que no tienen nada que ver con la misión de la Empresa de Energía, tal es el caso del Banco Popular y Nutresa.

Al vender las acciones en Promigas S.A., mejoramos la transparencia de la EEB, ya es hora de desaparecer el incómodo conflicto de interés que se presenta a la hora de tomar decisiones. Se hace necesario a todas luces, promover su  venta porque la EEB es dueña de una empresa que es su propia competencia en el negocio del gas, es decir Transportadora de Gas Internacional-TGI. Situación que es incoherente en cualquier estructura empresarial, el Distrito no puede seguir haciendo parte de dos firmas que son competidores naturales.

En la oposición, el concejal Hollman Morris advirtió que con la venta del 20% de las acciones de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), la Administración Peñalosa financiará la construcción de tres vías que dañarán irreversiblemente la Reserva Van der Hammen.

El concejal del Movimiento Progresistas, Hollman Morris, presentó ponencia negativa al proyecto de Acuerdo que autoriza la enajenación del veinte por ciento (20%) de las acciones de la Empresa de Energía (EEB) por cuanto aseguró que los recursos producto de esta venta financiarán vías en la Reserva Van der Hammen: “Con la venta se da inicio a tres megaproyectos de movilidad, la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), la prolongación de la Avenida Boyacá y Avenida Ciudad de Cali. Tres vías mixtas que atravesarán la Reserva Van der Hammen y causarán un daño irreversible al patrimonio ecológico de la ciudad afectando la reserva y los humedales de La Conejera (Suba), Tibabuyes (Suba), Juan Amarillo (Suba y Engativá) y Capellanía (Fontibón)”.