Van 3.800 migrantes muertos en Mediterráneo | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 26 de Octubre de 2016
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El número de migrantes que murieron intentando cruzar el Mediterráneo en lo que va de este año ya llegó a 3.800, un nuevo récord histórico, anunció este miércoles el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (ACNUR).

Veintinueve migrantes fueron encontrados en la madrugada del miércoles en medio de una mezcla de gasolina y agua marina en el fondo de un bote sobrecargado en el Mediterráneo.

"Podemos confirmar que al menos 3.800 personas murieron o desaparecieron en el mar Mediterráneo desde principios de año, el balance más alto registrado hasta ahora", declaró a la AFP William Spindler, portavoz del ACNUR.

El año pasado, el saldo total fue de 3.771 muertos.

Este nivel tan elevado de muertes se produce a pesar de que ha disminuido claramente el número de migrantes que intentan cruzar el Mediterráneo.

El año pasado más de un millón de personas intentaron la peligrosa travesía, en éste lo han hecho hasta ahora unas 330.000.

Esta fuerte baja se debe en particular al controvertido acuerdo de marzo entre Turquía y la UE para frenar las llegadas de migrantes a las costas griegas.

El porcentaje de muertes pasó de una cada 269 migrantes el año anterior a una cada 88 en 2016, destacó Spindler. "En la ruta Mediterránea central entre Libia e Italia, la tasa de muertes es aún más elevada, una por cada 47 llegadas" explicó.

Los traficantes de humanos utilizan en estos momentos embarcaciones inapropiadas, como lanchas neumáticas poco aptas para travesías tan largas, y cargadas de miles de personas sin ningún tipo de protección.

En la ruta mediterránea central la mortalidad es provocada por naufragios masivos de embarcaciones de madera que tras naufragar dejan a centenares de personas en medio del agua, a los que se agrega quienes no sobreviven en los botes neumáticos sobrecargados.

Muchos caen al agua cuando los botes se desinflan, otros mueren asfixiados por las emanaciones de combustible, asfixiados por la masa de pasajeros, por golpes de otros migrantes que buscan hacerse un lugar, ahogados en el fondo de los botes, quemados por la mezcla de gasolina y agua marina, e inclusive víctimas de la hipotermia, la deshidratación o la fatiga después de semanas de traslados.

Todo esto les ocurre luego de un periplo de meses o años, que incluye episodios de detención y violencia cuando llegan a Libia.

Y aunque aumentan los barcos de rescate que patrullan frente a las costas libias, las tragedias no disminuyen, pues las condiciones precarias en que los traficantes envían a los migrantes causan la muerte en unas pocas horas.

- Un desafío: rescatar a miles de personas día tras día -

El fenómeno de las oleadas de partidas de migrantes se acentuó este año: es un verdadero desafío rescatar a miles de personas el mismo día y luego rescatar a otros miles al día siguiente, cuando los barcos de socorro ya van en camino hacia Italia con los primeros rescatados.

Los 29 muertos descubiertos en la madrugada de este miércoles estaban a bordo de un bote neumático a 26 millas náuticas de las costas libias. Probablemente murieron asfixiados por o ahogados en una mezcla de combustible y agua marina.

Varias horas antes, el "Bourbon Argos", navío fletado por la ONG Médicos sin fronteras (MSF), había rescatado a 107 personas. 

Se requirieron horas y ayuda de la ONG alemana Sea-Watch para recuperar los cuerpos. "La mezcla de agua y combustible era tan fuerte que no pudimos permanecer en el bote mucho tiempo. Fue horrible", dijo en un comunicado Michele Telaro, encargada de la organización a bordo.

Entre los sobrevivientes, 23 sufren quemaduras causadas por la mezcla de carburante y agua marina. Algunos tuvieron que ser evacuados rápidamente hacia un hospital italiano, entre ellos una joven en estado crítico.

El equipo de MSF también ofreció ayuda psicológica a los sobrevivientes, en particular a un hombre cuya esposa figura entre las víctimas y que quedó solo con su hijo de 8 años.

"Es una tragedia, pero desgraciadamente no se puede decir que sea una jornada excepcional en el Mediterráneo. La semana pasada fue terrible para nuestros equipos, constantemente comprometidos en operaciones de rescate en que muchos hombres, mujeres y niños perdieron la vida", declaró Stefano Argenziano, responsable de las actividades sobre migrantes en MSF, refiriéndose a "una carrera en medio de un cementerio"