Cuando la comunidad de San Andrés se reponía del paso del huracán Iota hace dos años, ahora fueron afectados por Julia, que fue considerado mucho más intenso. Alberto Gordon, presidente de la Comunidad Raizal en la isla, nos cuenta cómo trabajan para recuperarse de este segundo huracán.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles fueron los efectos después del paso del segundo huracán?

ALBERTO GORDON: Este huracán Julia fue más duro para San Andrés que para Providencia, entró por la parte sureste, los daños ocasionados por el paso de este no fueron tan graves comparados con Iota, pero siempre dejó sus daños en muchas casas con techos y cielorrasos que fueron volados, árboles caídos sobre las viviendas. El impacto ambiental también fue más grande que en Providencia, muchos árboles frondosos fueron destruidos.

ENS: ¿Cómo fue el impacto del huracán en esos lugares de la isla donde ya se estaban recuperando por el paso de Iota en 2020?

AG: El paso de Iota causó mucho susto y miedo en los refugios, hacia donde se movilizó una gran cantidad de personas provenientes de la zona costera, donde más han sido golpeados. El embate de Julia arrasó la parte sureste, fue una experiencia muy fuerte que la gente había vivido hace aproximadamente 50 años. Pero creo que debido a los cambios climáticos las cosas son diferentes y ahora los huracanes no solo pasan, sino que entran, sobre todo los dos últimos.

ENS: De acuerdo con lo que usted nos cuenta, ¿Julia fue más fuerte que Iota?

AG: Iota entró por la parte suroccidente y solo causó daños por la parte sureste hasta la Circunvalar. Pero Julia causó daños en casi toda la isla, en la parte suroccidental y suroriental, al igual que en la parte norte de la isla, donde hace rato un huracán no golpeaba. Entonces era por la trayectoria y el recorrido de este huracán que provocó inundaciones en algunos barrios, incluido el centro, donde también dejó sus graves impactos.

ENS: ¿Cuál ha sido el pronunciamiento del Gobierno?

AG: El presidente vino, vio y escuchó a la comunidad y las directrices que dio es que la reconstrucción se haga con mano de obra de gente de San Andrés, a diferencia de la reconstrucción en Providencia, donde se trajeron personas del interior del país. De esa manera, para no repetir esa experiencia un poco desagradable, el presidente instó al gobernador a que la reconstrucción de las viviendas se haga con mano de obra local.

ENS: ¿Ustedes han contabilizado los daños que dejó el paso de Julia?

AG: Yo creo que el lunes se terminará toda la caracterización. Aún se está haciendo el inventario de los daños en algunos barrios, pero considero que ya estamos cerca de culminar ese estudio y tener una precisión de cuál es la evaluación de los daños causados por el paso del huracán. Varias personas se han unido para ayudar en esta caracterización, para poder afrontar la reconstrucción lo más antes posible.

ENS: ¿Cuántas personas quedaron damnificadas?

AG: La cifra exacta no le sabría decir, pero sí sé que fueron más de 100 familias. Precisamente, hablé con el representante de la oficina de la Unidad de Riesgo y esa cifra se sabrá con exactitud cuando termine la caracterización. Luego se debe trabajar con las cuadrillas y la comunidad. Va a ser un trabajo mancomunado esta reconstrucción, con mano de obra calificada.

ENS: ¿De aquí en adelante se debe pensar que todas las construcciones que se hagan en la isla deben contar con un refugio?

AG: Totalmente. Aunque la mayoría de las casas en San Andrés tienen sus baños en concreto y siempre cuentan con ese punto donde se pueden refugiar,  las personas en la zona sudeste, como es costera, el temor era que las olas o el embate fuera mayor y por esa razón se trató de reubicar a esas personas durante el paso del huracán. De aquí en adelante nos toca cambiar la forma de construir casas en San Andrés para que sean resistentes a estos fenómenos naturales.