Rebelión política ante propuesta de aumentar congresistas | El Nuevo Siglo
No cayó bien el planteamiento de incrementar el número de curules en el Senado para darle mayor representación a todas las regiones del país. /Senado
Foto Senado de la República
Jueves, 8 de Octubre de 2020
Redacción Política

Cuando, como lo ha publicado EL NUEVO SIGLO, la reducción del Congreso es un propósito sobre el que se ha insistido sin éxito, la Comisión Primera de la Cámara aprobó el martes incrementar en 12 el número de integrantes del Senado.



La propuesta fue un planteamiento del representante por Guaviare, David Pulido (Cambio Radical), quien consideró que “es injusto que a estas alturas el 50% del territorio nacional no tenga representación, los proyectos de ley cuando salen de la Cámara quedan cortos cuando llegan al Senado, no hay quien los defienda”.

La proposición la formalizaron los representantes Jorge Méndez (San Andrés, Cambio Radical), Harry González (Caquetá, Partido Liberal) y José Daniel López (Bogotá, Cambio Radical), cuyo texto a ser añadido dice asi: “Habrá un senador adicional por cada uno de las circunscripciones territoriales quo cuenten con sólo dos Representantes a la Cámara. Los candidatos que sean elegidos por esta circunscripción especial deberán ser oriundos de los respectivos departamentos o haber residido en ellos al menos durante los dos años anteriores a la elección”.

López, uno de los ponentes, indicó que pese aunque sean más senadores el impacto fiscal de los mismos no será significativo para el erario.

Por su parte, uno de los autores de los proyectos acumulados, el representante por Bogotá, Edward Rodríguez, del Centro Democrático, sostuvo que “esto es una vergüenza, esto genera indignación. Es que no podemos seguir nosotros creando burocracia mientras que todo el mundo está reduciendo el Senado y la Cámara”.

De cara al segundo debate (de los ocho que deben surtirse) en la plenaria de la Cámara, el representante López anunció que propondrá “que esas curules no sean adicionales a las que ya existen, sino que se sustraigan de las 100 curules que hoy hay para la circunscripción nacional del Senado”.

En otras palabras, que en el Senado 12 curules se elijan por circunscripción regional y no nacional, como se hace hoy en día.

Curules

El Parlamento colombiano está conformado por 280 legisladores (277 activos), de los que 108 son senadores (hoy solo 107 en ejercicio) y 172 representantes (170 vigentes).


La disminución del tamaño del Congreso es una propuesta de vieja data en el país, pero siempre se ha hundido, obviamente por falta de voluntad de las mayorías partidistas y los gobiernos de turno


Como se dijo, la disminución del tamaño del Congreso es una propuesta de vieja data en el país, pero siempre se ha hundido, obviamente por falta de voluntad de las mayorías partidistas y los gobiernos de turno.

De hecho, hace casi un mes el expresidente Álvaro Uribe propuso que los “colombianos acudamos a un referendo para reformar la justicia, para reducir el Congreso, para que se establezca el Ingreso Solidario dirigido a mayores de 65 años”.

Es más, la reducción del Congreso fue una de las preguntas del referendo que en 2003 impulsó Uribe (en su primer gobierno) desde la Casa de Nariño, que pasó el filtro de la Corte Constitucional, pero no el de las urnas. Hace 17 años, se buscaba que los colombianos decidieran si querían un Parlamento con 213 integrantes (en ese entonces eran 268).

De otra parte, como lo ha planteado varias veces el editorialista de este diario, “una de las grandes causas de la degradación de la política en Colombia es (…) la eliminación de las circunscripciones territoriales para elegir a los senadores”, modificación efectuada en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991.

“Ese cambio –dijo–, que estaba destinado a incentivar el surgimiento de liderazgos nacionales que no se dedicarán en su labor parlamentaria a defender los intereses particulares de una región sino a causas mucho más generales, no dio los resultados esperados”, porque “la circunscripción nacional para Senado afectó la representatividad de muchos departamentos en la Cámara Alta”, pero sobre todo porque “encareció exponencialmente el costo de las campañas proselitistas”.

Según lo explica una publicación de la Misión de Observación Electoral (MOE), la circunscripción electoral -o el distrito electoral- es la unidad territorial en la que se delimita el voto para determinadas elecciones. Es decir, una subdivisión del territorio nacional para fines electorales. En Colombia, las circunscripciones pueden ser de tres tipos: nacional, territorial y especial.

El Senado tiene una circunscripción nacional. En términos prácticos esto significa que todos los colombianos, sin importar en donde están ubicados en el territorio nacional, pueden votar por un mismo candidato al Senado y por ello, el tarjetón es igual en Antioquia o Vichada.

En cambio, la Cámara tiene una circunscripción territorial. En Colombia existen 33 circunscripciones territoriales que equivalen a los 32 departamentos del país y al Distrito Capital. Así mismo, debería elegirse el Senado.



Aunque en repetidas ocasiones se ha propuesto en el Congreso abolir la figura de la circunscripción nacional para Senado o incluso crear una fórmula mixta, en la que algunos de estos congresistas sean elegidos por votación nacional y otros por votación territorial, la iniciativa nunca ha prosperado.

Minorías

Por supuesto, como en todas las cosas y más en las relacionadas con la política, el tema de la circunscripción nacional es una moneda que tiene otra cara. El senador Carlos Guevara, del partido MIRA, alguna vez le dijo a este diario que su colectividad “no está de acuerdo con que se elimine la circunscripción nacional en virtud de que hay liderazgos independientes que vienen teniendo a nivel nacional. Si es así, senadores como Jorge Enrique Robledo, Claudia López y movimientos independientes como MIRA, les hubiera sido imposible poder llegar al Congreso”.

Por esta circunstancia, una de las últimas iniciativas en este sentido propuso diseñar un complejo sistema de elección mixta, para que cerca de un 30% del Senado fuera escogido a nivel nacional, pero el resto lo fuera en las regiones.

Sin embargo, el planteamiento más elaborado -y tampoco tenido en cuenta- lo presentó el exsenador verde John Sudarsky, quien explicó en su momento que “el único sistema que permite resolver estos problemas es aquel en el cual cada partido y movimiento presenta un candidato a la Cámara en cada distrito uninominal y el candidato que saque más votos es el que representa a todos los habitantes de ese territorio. ¿Cómo se escoge a ese candidato? ¿Con bolígrafo o con un sistema democrático al interior de cada partido? ¿Qué pasa con los votos de los candidatos que no son elegidos mayoritariamente?


“(Sin circunscripción nacional) senadores como Jorge Enrique Robledo, Claudia López y movimientos independientes como MIRA, les hubiera sido imposible poder llegar al Congreso”: senador Carlos Guevara


Eso se resuelve con el sistema mixto en el tramo proporcional, donde los votos de los “perdedores” se suman a nivel regional para la Cámara y a nivel nacional para el Senado y, por cifra repartidora, escogen de listas cerradas y ordenadas presentadas por cada partido el 40% de las curules”.