Off the record | El Nuevo Siglo
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Martes, 26 de Septiembre de 2017
Redacción Política

La advertencia del embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, en torno a que las Farc, más allá de que ahora se hayan convertido en un partido político, no han salido de la lista de organizaciones terroristas que anualmente expide el Departamento de Estado, prendió las alarmas en el escenario político colombiano. De un lado, un senador decía ayer que “… es necesario que se aclare las implicaciones de ese tema… Por ejemplo, qué implicaciones puede tener que el Estado colombiano esté sacando recursos oficiales para financiar al nuevo partido de las Farc… Hasta donde entiendo, el Departamento del Estado sanciona a las entidades públicas y privadas que financian a organizaciones que están en su lista negra de terroristas…”.

Quejas por seguridad fariana

Y hablando de las Farc, trascendió que varios de sus principales jefes están preocupados porque las medidas de seguridad para sus desplazamientos a distintas zonas del país todavía son muy “improvisadas” y menores frente a las que se le prestan a dirigentes de otros partidos y campañas presidenciales. De otro lado, no se sabe todavía qué tan ciertas son las versiones que están circulando en algunas regiones en torno a que varios cabecillas de grupos disidentes de las Farc habrían amenazado con atentar contra sus antiguos jefes si llegan a darle a las autoridades información sobre la posible ubicación de sus campamentos o su accionar delincuencial.

Los mitos conservadores

Un congresista conservador le decía ayer a un periodista de EL NUEVO SIGLO que había tres “mitos políticos” rondando alrededor de la colectividad que era necesario poner al descubierto. “… El primero es la resurrección de la Nueva Fuerza Democrática (antiguo partido pastranista), que no tiene viabilidad política, jurídica ni electoral en el corto plazo… El segundo, que el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, podría ser el gallo tapado de los conservadores para las candidaturas presidenciales… Y, el tercero, que los conservadores le han marcado distancia al gobierno Santos, cuando votan todo en el Congreso y están pendientes de nuevos cargos”. Vea pues.

Los foros azules

Y hablando de los conservadores, el sábado pasado iniciaron los foros regionales denominados “Soy Conservador, la fuerza que decide”. El primer turno fue para Cali y allí estuvieron los dos precandidatos presidenciales: el exgobernador del Valle, Ubeimar Delgado; y el exministro Rubén Darío Lizarralde. Se  tiene programada la realización de otros cinco de estos foros, muy posiblemente en Norte de Santander, Santander, Eje Cafetero, Chocó, Cundinamarca-Tolima-Boyacá y Costa Atlántica. Voceros de las mujeres, los jóvenes y las etnias, entre otros, conversaron con los dos aspirantes sobre distintas problemáticas nacionales. Tanto Delgado como Lizarralde defendieron la vocación de poder del conservatismo y la necesidad de fortalecer la institucionalidad de la colectividad. Por ahora la mayoría de la bancada azul no se muestra entusiasmada con ninguno de estos dos precandidatos.

Ojo a las sentencias de los ‘salpicados’

En medio del escándalo de corrupción en la Corte Suprema de Justicia, un exmagistrado de ese alto tribunal le decía la semana pasada a varios de sus alumnos de derecho en una prestigiosa universidad de la capital del país que el “problema de fondo” no solo era que algunos integrantes de las altas cortes hubieran terminado liderando una red de compraventa de fallos, sino en que “… algunas de las jurisprudencias de estos juristas fueron citadas luego por otros magistrados como parte del soporte argumental para proferir otras sentencias a gobernadores y congresistas” que fueron absueltos. Según el exmagistrado, esos casos deberían ser “revisados” de oficio por la Sala Penal antes de que estalle un nuevo flanco en todo este escándalo.

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