¿PIB aumentará entre 1,1% y 1,9% con la paz? | El Nuevo Siglo
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Domingo, 25 de Septiembre de 2016
Unidad de análisis

Así como existe división sobre la forma como los colombianos votarán el plebiscito por la paz, hay discrepancias sobre cuánto podrá crecer la economía en el posconflicto.

Prueba de ello son las posturas del gobierno y de estudios privados como el de la Universidad de la Sabana.

Según el Gobierno, si los acuerdos de paz son aprobados por los colombianos, la economía podrá presentar un crecimiento potencial entre 1,1% y 1,9%. Un estudio  del Departamento Nacional de Planeación, DNP, esta tendencia está basada principalmente, por la mayor confianza a futuro y en la mayor pujanza que mostrará el aparato productivo.

De acuerdo con el director del DNP, Simón Gaviria, este hecho de la paz puede generar entre 120.000 y 200.000 empleos adicionales en un lapso de 10 años.

El ingreso por habitante

Uno de los primeros análisis realizados por el DNP tiene que ver con el ingreso por habitante.

Según Gaviria, si se divide el ingreso total de país entre todos los habitantes, en promedio, este será de 12.000 dólares, frente a los 6.800 dólares actuales.

Otro aspecto importante para la economía colombiana será el alza de la Inversión Extranjera Directa (IED), con un dividendo que se refleja en un aumento de 3,3 puntos del PIB. Esto permitiría alcanzar US$36.000 millones de IED en el largo plazo, frente a US$12.000 millones de hoy.

Del mismo modo, habrá un incremento de la apertura y dinamización de las exportaciones con una mayor oferta de bienes y servicios para el comercio internacional. El dividendo es de 6,4 puntos del PIB adicionales de exportaciones, lo que le permitiría a Colombia alcanzar los US$65.000 millones sostenidos en el largo plazo.

“Se espera un fortalecimiento profundo del crecimiento en los sectores de agricultura e industria. Los dividendos para estos sectores son de 1 punto porcentual de crecimiento adicional en el largo plazo”, indicó Gaviria.

El sector de la construcción continuará jugando un papel fundamental en el posconflicto. El dividendo es de 4,4 puntos adicionales de crecimiento en el largo plazo.

Economía más pujante

“La inversión y el crecimiento podrían aumentar en el mediano plazo, ya que las zonas que antes estaban en conflicto pueden atraer inversiones en la minería y la agricultura”, indicó un reporte de agosto de la agencia calificadora Fitch Ratings.

Durante los próximos 10 años y en un escenario de paz, Colombia tendrá una economía más pujante.

El Presidente Santos lo expresó recientemente con dos ejemplos, relacionados con los sectores turístico y agrícola, dos de los grandes beneficiados.

En el campo turístico mencionó que cada año son más de 140 millones de ciudadanos chinos quienes disfrutan de viajar por todo el mundo, pero apenas 8.000 visitan Colombia, por ser un país en conflicto. Muchas naciones que hoy tienen advertencias de viaje sobre el país las podrán levantar desde el momento en que se firme el acuerdo con las Farc.

En el campo agrícola, el país podrá explotar mayores extensiones de su territorio dado que es catalogado como uno de los siete que tiene el mayor potencial para convertirse en la despensa de naciones cada vez más demandantes, como India y China.

Presencia institucional

Gracias a la paz, las instituciones del Estado llegarán a sitios donde no ha podido entrar debido a la guerra, al tiempo que el sector privado llegará a zonas donde nunca antes ha podido estar.

“La paz en Colombia permite una serie de dividendos de naturaleza económica. La paz en un fenómeno de confianza sobre una economía. Hay 14 estudios de los impactos económicos del cierre del conflicto en el país. Es un universo de todas las ideologías, diferentes universidades, distintos economistas”, dijo recientemente el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Simón Gaviria.

Entre los principales aspectos que dinamizarán el desarrollo del país se encuentran el aumento de la inversión extranjera directa, el repunte de la construcción, y el mayor dinamismo de las actividades agrícola, turístico e industrial.

No hay garantías

De otra parte, un estudio de la Universidad de la Sabana, sostiene que Colombia tardaría dos décadas para alcanzar el crecimiento económico de los países líderes de la región y la firma de la paz, contrario a lo que sostiene el Gobierno, no garantiza una mejor perspectiva de la economía.

El informe señala que aunque se llegue a un acuerdo con la guerrilla y se logre frenar los índices de criminalidad, el PIB per cápita del país no crecería anualmente más del 8,2% y tendría que mantener este nivel de crecimiento durante 22 años para alcanzar a Chile, potencia en el continente.

Para entender el impacto del conflicto armado en la economía colombiana, en la investigación de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas de la institución se desarrolló un modelo en el que se pronosticó el efecto que tiene la firma de la paz con la guerrilla de las Farc sobre el Producto Interno Bruto (PIB) a nivel departamental, al que denominó “El dividendo de la paz”.

Según el estudio, el PIB de un departamento en Colombia pudo haber aumentado su tasa de crecimiento promedio en 4,4 puntos porcentuales entre 1988 y 2009 si no hubiera existido conflicto armado.

“En términos de la tasa de crecimiento promedio que el país presentó entre 2000 y 2009, que fue de 3,8%, ésta se hubiera duplicado anualmente en cualquier región hasta en un 8,2%, ahorrándole al Gobierno cerca de $230 billones que invirtió para combatir a la guerrilla, según cifras del Ministerio de Defensa”, dice el documento.  

Esta predicción tiene validez siempre y cuando el crimen organizado no crezca al firmarse la paz. De lo contrario, “la culminación del conflicto puede conllevar a la paradoja de la paz lo que atenuaría sustancialmente el dividendo de la firma”.

La paradoja

La paradoja de la paz, como el informe enfatiza, puede razonablemente aparecer una vez se finiquite el proceso debido a que el cese al fuego paradójicamente puede  conllevar al aumento de los niveles de violencia en las regiones a través del crimen organizado, si es en este sector en donde los excombatientes terminan cuando dejen las armas.

Para evitar este escenario y alcanzar un crecimiento sostenible de la economía apenas se firme la paz, el Gobierno debe reinsertar a los guerrilleros en trabajos legales y de forma permanente. En el postconflicto el Presidente Santos, junto con el sector productivo y el gremio de los empresarios, deberá estimular programas de reinserción a la vida civil de excombatientes –tanto de la guerrilla como del ejército– para que estos individuos, que en su mayoría no conocen otra actividad diferente a combatir, no tengan la necesidad de entrar a engrosar las organizaciones criminales”, señaló.

La investigación también advierte en la necesidad de mejorar el sistema judicial y penitenciario para disminuir la impunidad y desincentivar la entrada potencial de excombatientes a estos grupos criminales.

En cifras, y haciendo una comparación con Chile, que cuenta con el PIB per cápita más alto de la región, si Colombia hubiera logrado la paz desde 1988, se calcula que el PIB per cápita del país habría crecido en promedio al 6,9% al año lo que hubiera permitido alcanzar en 1993 el nivel del país austral en tan solo cinco años. Sin embargo, hoy tenemos aproximadamente menos de la mitad del PIB per cápita de Chile debido, en gran parte, al costo del conflicto armado en los últimos 20 años.

El informe predice que si Chile sigue creciendo en promedio al 4,5% anualmente, como lo ha venido haciendo en los últimas dos décadas, y Colombia firmara la paz con el resultado de que la economía del país creciera en promedio al 8,2% anualmente, sin que se incrementará la delincuencia, entonces el país tardaría aproximadamente 22 años para alcanzar el nivel del PIB per cápita de los chilenos.

 

La otra visión

Las diversas oportunidades y retos que trae consigo el posconflicto para el sector privado les otorgan un papel preponderante a los empresarios durante este periodo. Hoy la tarea más apremiante para las compañías que operan en Colombia es la de prepararse integralmente para asumir y potenciar su rol como motor económico del país de cara al posconflicto.

Así lo concluyeron analistas y empresarios en un foro de la Cámara de Comercio Colombo Americana. En el mismo se destacó que la era del posconflicto ofrecerá a las compañías importantes oportunidades para hacer crecer sus negocios, pero será vital también entender los desafíos que se puedan presentar, según aseguró Sergio Guzmán, analista de riesgos para Colombia de la firma consultora de negocios Control Risks.

Desinformación

Un reciente estudio de la compañía señala que en el empresariado aún existe mucha desinformación e incertidumbre alrededor del acuerdo de paz y, particularmente, que las empresas no cuentan con una estrategia puntual sobre las acciones que deben ejecutar para aprovechar las nuevas oportunidades que ofrecería el posconflicto y hacerle frente a los riesgos que acarrea.

Al respecto, Camilo Reyes, Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombia Americana, señaló que la firma de un acuerdo de paz ofrece unas circunstancias nuevas y distintas para el comercio y la inversión en Colombia, así como para las actividades del empresariado.

“El posconflicto abre nuevos territorios en el país para la inversión y los negocios, y genera también circunstancias distintas y más seguras. Este escenario amerita que las compañías trabajen en estrategias para potenciar sus negocios y las invita a implementar nuevos programas de responsabilidad social empresarial, que establezcan más y mejores vínculos con las comunidades, lo que a su vez les permite conocer mejor el entorno en el cual van a trabajar y, por lo tanto, desempeñarse más eficientemente”, explicó Reyes.

Oportunidades y desafíos

En materia de oportunidades, países como Estados Unidos no sólo reconocen la importancia y el valor agregado de las empresas en la generación de empleo, los programas de responsabilidad social, la creación de valor compartido y su papel en procesos de reconciliación, sino que reiteran su respaldo a Colombia en estos campos. De ahí que con un garantía de dos millones de dólares, la Embajada de Estados Unidos haya impulsado a tres bancos colombianos a desembolsar 120 millones de dólares en préstamos en 200 municipios rurales, la mayoría de los cuales han sido gravemente afectados por el conflicto armado.  

De acuerdo con el Embajador Kevin Whitaker, “basados en la experiencia no nos cabe duda de que Colombia es capaz de asumir bien el posconflicto, por eso desde tiempo atrás nuestra misión ha sido prepararnos para esta etapa. Será difícil, pero por eso como Embajada hemos trabajado conjuntamente con el gobierno en la geografía del conflicto por dos décadas”.

También vendrán los desafíos. Para Guzmán, de Control Risks, los empresarios se encontrarán con retos en materia social, regulatoria, de seguridad y de integridad. Las compañías interesadas en operar o incursionar en zonas del país que han estado aisladas por cuenta de la violencia se enfrentarán a amenazas relacionadas con la ausencia histórica del Estado, la exigencia de las demandas de comunidades tradicionalmente abandonadas y los rezagos de un conflicto armado en proceso de transición.  

La redistribución de tierras y la reforma del catastro rural impactarán a la mayoría de negocios que tengan tierra en Colombia, según advierte Guzmán: “desde ya se observan casos puntuales de empresas cementeras a las cuales les costó grandes sumas de dinero y riesgos reputacionales las controversias relacionadas con la tenencia histórica de esas tierras. Por ende, impactará también a la industria petrolera, minera, energética y de gas”. 

Por otro lado, las empresas involucradas en casos de extorsión o secuestro deberán enfrentarse a la Comisión de la Verdad y habrá un aumento significativo de impuestos y una regulación ambiental más estricta, según reporta Control Risks.