Obligaciones de pensiones se duplicaron | El Nuevo Siglo
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Jueves, 29 de Septiembre de 2016
Redacción Economía

El grueso de las obligaciones pensionales públicas “al descubierto” se ha duplicado al pasar de solo 2% del PIB, hace 15 años, al 4,1% comprometiendo el 30% de los ingresos tributarios del Gobierno central. Así lo aseguró la ANIF en su análisis económico sobre pensiones.

En síntesis, ANIF aseguró que “el mundo pensional no parece haber aprendido las lecciones más básicas sobre la necesidad del ahorro pensional (no piramidal): es irrelevante si los ‘millenials’ se la pasan ‘mochileando’ por el mundo o ‘pegados’ a sus aparatos celulares jugando Pókemon, pues cada cual debe construir su futuro pensional a través de fortalecer sus cuentas individuales para enfrentar la mayor longevidad y las tasas de interés globales declinantes”.

Por su parte, el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, dijo que el Gobierno nacional tendrá que presentar en el corto plazo una reforma pensional ante las falencias que viene presentando el sistema.

Sostuvo que el proyecto se ha venido postergando pero que necesariamente en el 2017 se tendrá que comenzar a estudiar la iniciativa en temas puntuales como es un incremento en la edad y de las semanas de cotización.

Partidas

De otro lado, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas, ya había afirmado que se descongestionarían los procesos que conciernen a pensiones. “Va incluido en el Presupuesto 2017, una partida presupuestal para conformar una sala de descongestión laboral en la Corte Suprema de Justicia. Una sala que permita evacuar en el transcurso de los próximos 8 años, los procesos relacionados con pensiones, reclamaciones laborales, entre otros procesos, que han estado representados en la Corte Suprema de Justicia”.

Sin embargo, referente a los subsidios pensionales, un estudio del DNP señala que de unos 80 billones de pesos que entrega el Gobierno en subsidios, cerca de 18,4 billones de pesos se van para este frente, cerca de 12 billones de pesos terminan en los bolsillos de jubilados que hacen parte del 20% de colombianos con ingresos más altos, mientras al 20% más humilde solo se dirigen 55.200 millones de pesos.

Así mismo, el Ministerio del Trabajo ha señalado que quien se jubiló con la mesada más alta posible en Prima Media, de 25 salarios mínimos (17,23 millones de pesos, en 2016), como es el caso de muchos ex congresistas, reciben un subsidio cercano a 1.000 millones de pesos de un régimen pensional público desfinanciado. Entre tanto, solo uno de cada cuatro colombianos en edad de jubilarse (57, mujeres; 62, hombres) logra pensionarse.

Falta de ahorro

A nivel global, ha venido en ascenso una preocupante paradoja: mientras la esperanza de vida ha continuado incrementándose (bordeando los 80 años en el mundo desarrollado y los 70 en los emergentes), los retornos de sus ahorros han venido reduciéndose (perfilándose hacia un 4% real anual vs. el 6% real de las décadas anteriores).

La solución a tal paradoja es, por supuesto, que las nuevas generaciones se preparen para trabajar y ahorrar más, si quieren preservar en la vejez el nivel de vida que tuvieron durante su carrera laboral. En efecto, la rentabilidad de los fondos de pensiones en los Estados Unidos ha ido convergiendo hacia el 4% real anual (antes señalado) frente a su promedio histórico del 6%.

En Colombia, la caída ha sido más drástica (-300pbs reales), reduciéndose del 9% real anual hacia un 6% durante 2016-2020.

Así, la necesidad de generar un mayor volumen de ahorros es evidente, pero ni los jóvenes parecen muy percatados de este cambio de paradigma ahorro-vejez, ni la dinámica del mercado laboral les está resultando muy amigable a tal propósito (dada su elevada rotación laboral y su baja lealtad con las cotizaciones de la seguridad social).

Índice de ahorro global

Además, el balance del ahorro pensional a nivel global es bastante preocupante. Por ejemplo, solo el 21% de la población de los Estados Unidos dice tener algo de dinero ahorrado por su cuenta y, de ellos, cerca del 62% tiene menos de US$1.000 (ver The Economist, “Tough choices”, marzo 26 de 2016). Incluso, cerca de un tercio de la población carece de ahorro institucional a través del sistema de pensiones obligatorio.

Debido a esa desprotección en la vejez, se estima que 60 millones de estadounidenses (el 18% de la población total) recibe apoyos presupuestales por sumas promedio de US$16.000/año, sabiéndose que la línea de pobreza bordea los US$24.000/año (para un hogar compuesto por 4 personas).

Claramente, todo ello pone una gran presión sobre los gastos en seguridad social del mundo desarrollado. Hasta en Chile, donde a inicios de los años ochenta se adoptó un esquema de administración privada de cuentas individuales, se han presentado protestas recientes por el “supuesto fracaso” de tal sistema.

Sin embargo, dicho sistema ha sido exitoso para quienes ahorraron de forma disciplinada durante 25-30 años, pues sus retornos históricos han bordeado el 6% real por año (neto de comisiones).

Así, la experiencia de Chile ilustra históricamente un principio elemental: si usted no es juicioso y leal con su ahorro, su pensión será muy baja, aun si la tasa de retorno de los portafolios ha sido exitosa. En ese caso, la presión sobre el gasto público vendrá ya no bajo la forma de subsidios a las pensiones, sino de “rescate” de ancianos volcados a la indigencia por su “miopía pensional” al no haber ahorrado durante su carrera laboral.

Dado que el modelo chileno inspiró reformas pensionales similares en Argentina, México, Perú y Colombia (entre otros), es crucial que las propias AFP de estos países hagan una gran campaña pedagógica sobre la desinformación que se ha generado desde Chile (según lo arriba mencionado). De lo contrario, pronto veremos los nefastos efectos que se estarán generando sobre el ahorro privado en América Latina como en Colombia.