Ni Clinton ni Trump: debate presidencial sin favoritos | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Lunes, 26 de Septiembre de 2016
Redacción internacional con AFP

Hillary Clinton y Donald Trump se miden el lunes en el primero de tres debates presidenciales, y ninguno de los candidatos a la Casa Blanca figura como favorito en el duelo verbal. 

La exsecretaria de Estado y exsenadora tiene a su favor la experiencia política y conoce al dedillo los temas, pero carece de lo que los seguidores del magnate y estrella de televisión ven como su autenticidad bruta. 

Ambos se atacan mutuamente desde hace un año pero nunca se han encontrado cara a cara en un debate. Sin duda ahí radica el atractivo principal de este show televisado, que según expertos podría convocar hasta 100 millones de espectadores, una cifra jamás vista en la política estadounidense. 

Será también histórico: ninguna mujer ha participado en un debate presidencial. Pese a que mayoría de los electores ya ha tomado su decisión de cara a los comicios del 8 de noviembre, los debates pueden sin embargo tener un impacto en los indecisos, que un sondeo de NBC ubica en 9%, y los candidatos analizan estrategias para seducirlos. 

Clinton y Trump están empatados en las intenciones de voto, reveló una encuesta de The Washington Post/ABC. La candidata demócrata y su rival republicano cosechan 46% de las adhesiones entre los votantes registrados. 

Por eso Clinton, con su conocimiento detallado de los temas, deberá evitar caer en la trampa de dar respuestas demasiado detalladas y técnicas. 

“Debes generar una conexión más emocional con los votantes para esperar ganar”, dijo el consultor comunicacional Carmine Gallo. Obama resumió así su consejo a su exsecretaria de Estado: “sé tú misma y explica lo que te motiva”. 

Pero ese ha sido el eterno problema para Hillary Clinton, la menos querida de los candidatos demócratas a la Casa Blanca en años, según encuestas. Clinton reconoce que carece del carisma de su esposo, Bill Clinton, o de Barack Obama; más de la mitad de los estadounidenses afirma que desconfían de ella. 

En los 12 debates de las primarias republicanas, Trump no siempre dominó la partida, y en ocasiones se mantuvo al margen, dejando que sus rivales se arrancaran a pedazos. 

En los últimos debates, cuando solo quedaban unos pocos adversarios, con frecuencia acudió a tácticas disruptivas, cortando las intervenciones de los otros candidatos con comentarios mordaces y apodos ofensivos. 

En otra señal de que para él todo vale, Trump amenazó con llevar al debate a Gennifer Flowers, una examante de Bill Clinton, pero la campaña republicana desestimó esa posibilidad.