Implosión en PSOE, ¿salida al bloqueo político en España? | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Jueves, 29 de Septiembre de 2016
Redacción internacional con AFP

Una tormenta política sin precedentes desde la muerte del dictador Francisco Franco atraviesa España: carente de gobierno desde hace nueve meses, bajo la amenaza de secesión de Cataluña y con el histórico partido socialista al borde de la implosión.

Del “Pedro el guapo”, como bautizaron los medios ibéricos al joven que bajo la bandera de la renovación tomó, en 2014,  las riendas del Partido Socialista Obrero Español (Psoe) queda hoy un líder cada vez más solo, que lucha por sobrevivir a la conjura de los barones de su centenario partido, atrincherado  en el supuesto respaldo de las bases partidarias.

Lo que se desató desde el miércoles en el socialismo español es una lucha fratricida. Se intenta  forzar la dimisión de  Pedro Sánchez, ante su intransigencia  de permitir formar un gobierno  al conservador Mariano Rajoy, lo que tiene al país a las puertas de unas  nuevas elecciones legislativas, las terceras en  un año.

Sánchez se niega a dimitir y reunió ayer en la sede central del partido en Madrid a lo que queda de la ejecutiva federal, un órgano directivo del que dimitieron en bloque este miércoles 17 miembros críticos con su gestión.

Los renunciantes y otros dirigentes socialistas discrepan con la estrategia de Sánchez de intentar formar un gobierno alternativo al de Rajoy, líder del conservador Partido Popular (PP) y presidente en funciones desde diciembre. Y le piden que permita gobernar a estos para darle tiempo al PSOE de fortalecerse desde la oposición después de cosechar en el último año los peores resultados electorales de su historia a nivel nacional y en algunas regiones clave (Cataluña, País Vasco y Galicia).

Tras la maniobra de este miércoles, el PSOE se encuentra empantanado en una guerra fratricida, en la que los detractores de Sánchez desconocen su autoridad y lo llaman a reconocer oficialmente su caída.

En ese sentido, Verónica Pérez, presidenta del comité federal del PSOE, su "parlamento" interno, fue ayer a la puerta de la sede nacional para presentarse ante la prensa como "la única autoridad" existente en el partido, y censuró la decisión de Sánchez de "atrincherarse" en el cargo.

Sin embargo, el interesado, que es el primer secretario general del PSOE en haber sido electo de manera directa por las bases, ha apostado por solicitar unas primarias el 23 de octubre, en las que la militancia renueve su liderazgo.

El surgimiento del partido de izquierda radical Podemos en parte explica la crisis de los socialistas: la formación de Pablo Iglesias surgida en 2014 ha captado los votos de los electores socialistas decepcionados por una dirigencia que considera muy cercana al poder establecido y, que estima, instauró las primeras medidas de austeridad.

Podemos no se salva de las divisiones, entre un grupo más moderado encabezado por el número dos, Íñigo Errejón y otro radical, bajo la batuta de Iglesias. También el histórico partido ecolo-comunista Izquierda Unida está en crisis, con una parte del mismo apostando a una fusión con Podemos.

Más allá del futuro inmediato de Sánchez, la pregunta está en ver si esta grave crisis en el PSOE desbloquea la situación política en España, donde el gobierno lleva en funciones desde el pasado diciembre.

El PP ganó sin mayoría absoluta los comicios del 26 de junio, por lo que necesita apoyos externos para mantenerse en el poder.

Hasta el momento no ha logrado sacar adelante la investidura de Rajoy por la oposición frontal de Sánchez, que jura y perjura que no entregará el gobierno a un partido que acometió numerosos recortes en los años de la crisis y está citado en graves casos de corrupción.

Si no hay un acuerdo de gobierno para el 31 de octubre, se tendrán que convocar nuevas legislativas, las terceras en un año, algo nunca visto en España.

 Sánchez, "muy solo"

Ante el debilitamiento de Sánchez, artífice de este "no" rotundo a Rajoy, el politólogo Pablo Simón cree no obstante que "las probabilidades de que no haya terceras elecciones se han incrementado".

Y añade que el líder socialista se ha quedado "muy solo", ya que "ha perdido todos sus apoyos internos orgánicos al margen de la militancia" y "no tiene apoyo ni de grupos mediáticos ni de grupos políticos".

Por su lado, el politólogo Fernando Vallespín no cree que Pedro Sánchez vaya a sobrevivir a esto, y estima que "la única solución es un congreso catártico de cuasi refundación del partido", ya que un PSOE "escindido, con la esquizofrenia de ahora, no tiene viabilidad".

Sánchez, al frente de la segunda bancada en el Parlamento con 85 diputados (muchos menos que los 137 del PP) ha defendido su voluntad de explorar un gobierno alternativo.

Para ello necesitaría el apoyo del mayor rival del PSOE en la izquierda, Podemos, y de los nacionalistas catalanes, que exigen un referendo de independencia rechazado de plano por los socialistas.

El difícil encaje con los partidos catalanes quedó de manifiesto el miércoles, poco antes de la maniobra contra Sánchez, cuando el presidente catalán Carles Puigdemont prometió un referendo de secesión en septiembre de 2017, con o sin el acuerdo del gobierno central de Madrid. Su propuesta recibió ayer el aval del Parlamento regional.

Así las cosas, la tensión política en España es máxima y el bloqueo político no ha permitido adoptar medidas para generar empleos, la mayor preocupación ciudadana. Sin embargo ayer se conoció una buena noticia y es que el crecimiento del PIB español alcanzará un 3,2% este año, cuando era de 2,7%, lo que sin duda podrá es la gran bandera que podrá enarbolar Rajoy para formar un nuevo gobierno