Reducir costos, incrementar productividad y eficiencia, mejorar controles internos, niveles de servicio, estandarizar proceso, escalabilidad por crecimiento, son grandes desafíos a los que se enfrentan las empresas constantemente. Y los Centros de Servicios Compartidos (CSC), pueden ser una alternativa para enfrentar estos retos y salir victoriosos.

“La implementación de este modelo trae consigo múltiples beneficios como mejoras en la productividad, pues las unidades desarrollan procesos del core del negocio, mientras una entidad especializada realiza las transacciones de alto volumen y bajo valor estratégico. También permite reducción de costos operativos, licenciamiento y mantenimiento, entre otros”, asegura Ana Karina Quessep, directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de Contact Centers y BPO (Acdecc&Bpo). “Son tan positivos e importantes para las empresas, que en la Acdecc&Bpo ya tenemos un capítulo para asociar los Centros de Servicios Compartidos, el cual busca potenciar a través del trabajo gremial sus fortalezas naturales”, concluyó la ejecutiva.

El primero es desarrollar un caso de negocio: será su línea de ruta para medir los riesgos y avances en la implementación del modelo, siempre y cuando lo mantenga actualizado. 

Es necesario también el reforzar su liderazgo: debe escoger un líder asertivo que sortee la resistencia al cambio y sea el coordinador en todo el proceso de transición, compartiendo responsabilidades equitativamente con las diferentes Unidades de Negocio (UN).

Así mismo, se deben delimitar roles: establecer las responsabilidades de cada uno de sus colaboradores, puede ayudarle a evitar conflictos innecesarios, siendo un proceso que implica tantos actores de UN distintas.

Finalmente, analice cuál es el modelo que más le conviene: dependiendo de la organización y los procesos que quieran centralizar, se pueden implementar diferentes variaciones del modelo.