Un nuevo ‘look’ | El Nuevo Siglo
Jueves, 9 de Agosto de 2018

LE sentaría bien al nuevo Gobierno definir, con prioridad, un remezón en todas las entidades descentralizadas y del orden nacional para ver caras nuevas al 100%.

Antes del cierre de este mes, el presidente Iván Duque Márquez espera tener conformada toda su nómina de colaboradores en Bogotá y en el exterior.

No conviene para nada que funcionarios que llevan más de una década en sus cargos, no sean removidos, permitiendo ventilar las funciones públicas.

Para marcar distancia con el pasado y mostrar nuevo ‘look’ en posiciones del nuevo Ejecutivo, será preciso que Jefe del Estado nombre gentes con ideas y enfoques diversos.

¡Qué pereza ver funcionarios del saliente Gobierno aferrados a sus cargos!

Qué hartera que seguir informando sobre los mismos con las mismas como si los cargos oficiales fueran dulce tentación.

Sin excepción, en todas las entidades adscritas a ministerios no debe quedar rastro de la anterior administración.

El primer mandatario tiene la responsabilidad de dar un giro absoluto a organismos que durante últimos 16 años han estado en manos de rancios funcionarios y cuotas políticas.

Instituciones necesitan ser reinventadas en gran mayoría. Y no será posible sin nuevos gerentes, directores y presidentes.

Conviene nuevo ‘aire’ en conducción de organismos oficiales y para ello es menester que el Presidente Duque inicie con firmeza su gestión.

No hay que dejar nada al azar y de entrada es necesario que el Gobierno marque territorio y permita que una nueva dirigencia asuma el control de las estrategias de desarrollo.

Los ministros del despacho van a requerir mucha autonomía para trabajar el contenido social del plan de Gobierno. Contar con colaboradores de su entera confianza donde la ‘mermelada’ ya no esté en el menú oficial.

Renovar nómina al iniciar un Gobierno transmite confianza y refresca el ambiente.

¡Escoba nueva barre mejor!

Y hay que repensar fallida estrategia de comunicaciones del anterior Gobierno.

Hice parte de esa estrategia de imagen y comunicaciones y reconozco que se desaprovechó una gran oportunidad de cercanía con la comunidad.

Comunicaciones fueron precarias, difíciles, tacañas y de pobre aliento. El Jefe del Estado quiso llevarse todo el crédito, anteponiendo vanidades al beneficio de informar más y mejor.

Lo social no importó mucho o no se difundió como debió.

Arrogantes, ‘suficientes’, fríos y distantes funcionarios impidieron que prosperara estrategia de comunicaciones audaz, oportuna y de rostro social.

Poner en la cresta de la opinión entidades que muy poco reconocimiento tenían en los medios y en la sociedad -Fondo Nacional de Garantías- no fue prioridad en Palacio de Nariño.

 

Mantener acreditada estrategia de medios resultó costosa e improductiva al vocero del FNG, quién sin poner cara, gratitud o respeto por el periodista y sus logros, optó por acabar lo que con acierto y responsabilidad se venía haciendo, en beneficio de la entidad fiadora de los más pobres en Colombia.

Ese organismo hoy, herramienta para un país de nuevos propietarios, vuelve a estar fuera del radar de los medios.