Reportería | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Agosto de 2018

Probablemente la pequeña nota que logró la periodista Paola Rojas, de Noticias Uno, carecía de la intención de convertirse en la lección de periodismo que se convirtió, o la de provocar el terremoto político que causó, pero logró con creces lo uno y lo otro.

La reportería es una actividad periodística casi olvidada por quienes cubren fuentes y actos oficiales. Los periodistas asignados a esas tareas, normalmente se limitan a ser altavoces de sus fuentes o de sus oficinas de prensa, probablemente para no importunarlos o porque tal vez esa sea la instrucción de sus directores. Pero hay excepciones, como la de Paola Rojas que el día de la transmisión de mando presidencial no se resignó a quedarse en la “jaula” a la que confinaron a todos los periodistas, sino que se evadió para poder hacer reportería. Esto es, para buscar la noticia, no para esperar a que se la entreguen. Y la encontró y qué noticia.

La reportera decidió seguir a la bancada del partido Centro Democrático que encabezada por su líder se encaminaba a las celebraciones después de la posesión de su primer Presidente y se encontró de manos a boca con que el expresidente que lidera ese partido político y que ha hecho de su presunta franqueza y de su conducta frentera un mito, era eso. Puro mito.

La oportuna periodista, fiel a la vieja frase de que el oficio es “el perro guardián que vigila el poder” puso al descubierto el doble juego del Centro Democrático que tiene un discurso público para alentar a sus seguidores más moderados y otro en privado, bastante distinto. De una parte dejó en evidencia que el agresivo discurso del presidente del Senado no fue un caso aislado, sino la posición oficial de ese partido, aupada y respaldada por toda la bancada. La revancha y la venganza son la verdadera cara de los nuevos dueños del poder.

La segunda desenmascarada es peor aún, pues de alguna manera lo primero se intuía dado que el peso específico del ahora presidente del Senado no le alcanza para hacer discursos propios. Como en las mejores obras de teatro de La Candelaria, esta también era de creación colectiva.

Pero con lo que si nadie contaba, después de que el senador Uribe había advertido en pleno recinto del Senado que apoyaría la Consulta Anticorrupción “porque era un hombre honorable”, es que en privado la descalificara y celebrara que el Presidente Duque no hubiera hecho mención de ella. Tan en evidencia quedó el doble discurso del expresidente que después de la publicación de la nota periodística en Noticias Uno se vio obligado a rectificar y a reconocer en público que es contrario a la Consulta Anticorrupción.

Y aquí surge una tercera consecuencia de la reportería de Paola Rojas, la de contribuir a la transparencia ética del discurso político en el país. Al evidenciar el doble discurso del CD y obligarlo a reconocer en público su verdadera cara frente a la Consulta Anticorrupción, terminó contribuyendo a limpiar la actividad política. Nada mal para un día de trabajo.

@Quinternatte