Proteger San Andrés | El Nuevo Siglo
Jueves, 9 de Agosto de 2018

Solo fenómenos naturales o hechos de violencia despiertan atención sobre lugares apartados en el país y con frecuencia olvidados; así sucede con el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Esta vez, la revuelta interna de Nicaragua, contra el gobierno de Daniel Ortega, a punto de cumplir cuatro meses de choques con opositores, deja un saldo de cerca de 400 víctimas y suspensión de actividades en gran parte de esa nación.

La situación ha generado desplazamiento de migrantes por el Caribe, hacia países centroamericanos; es foco con características similares al originado en Venezuela.

La migración ha sacudido la demanda y atención humanitaria en el área del Atlántico, motivando la convocatoria de empresarios hoteleros y de turismo de Costa Rica y Panamá, para prestar auxilio humanitario, en prevención a que se filtre delincuencia.

Esta columna conoció en la capital panameña, que una reunión privada de empresarios caribeños, comenzó a preparar un -Plan Conjunto de Acción Frente a Migrantes- de Venezuela y Nicaragua, ante la ocupación de desplazados por distintos territorios del área.

La presión desplazada de hombres y mujeres, así como de grupos familiares, con menores y adultos mayores, se convirtió en centro de atención a las puertas y alrededores de hoteles y  vías de acceso a los mismos.

“La tarea humanitaria se ha prestado sin interrupción; sin embargo, no siempre acuden oportunamente autoridades locales, con asistencia para atenderlos de forma adecuada, una vez, solicitados sus requerimientos”, según dirigencia de ese sector económico.

La iniciativa del plan fue presentada a sus respectivos gobiernos, al advertir que, la demanda laboral de migrantes debe regirse por una normatividad igual, al generar empleo y servicios asistenciales en los países, para evitar que se filtre delincuencia.

La Oficina Interamericana de Derechos Humanos de ONU y la OEA, fueron notificadas respecto del -plan- como también sobre la posibilidad de un intercambio similar con naciones suramericanas.

No se descarta que la inquietud llegue a autoridades colombianas, en especial de Cartagena y Santa Marta, con influencia comercial, hacia Centroamérica en turismo y hotelería, entre otros.

Ahora que el presidente Duque incluye a San Andrés en sus planes periódicos de visita como jefe de Estado, no pasa por alto, el advertir que está gestión de presencia gubernamental, se traduzca en acción y servicio, tanto como en el resto del país.

No se olvida que Ortega, en Nicaragua, ha presionado con frecuencia dominio en aguas colombianas, hasta con pretensiones en la plataforma marítima de Cartagena; ojalá ahora en medio de la revuelta interna en Managua frene todo intento con los vecinos.

Proteger el archipiélago, con presencia de seguridad y Gobierno, será siempre, el mejor símbolo Nacional en aguas del Atlántico.