La historia del fútbol profesional en Colombia empezó de manera aficionada en el año 1924 con la creación del primer torneo en el departamento del Atlántico. Doce años después, en 1936, se realizaría la afiliación a la FIFA de nuestro balompié y en 1938 la selección Colombia saltaría por primera vez a un campo de juego, en esa oportunidad, con jugadores netamente aficionados. En esos tiempos solo se jugaba por el honor de representar una camiseta.

Desde 1944, los clubes de las diferentes ciudades del país le venían solicitando a la Asociación Colombiana de Fútbol - Adefútbol que les permitiera hacer un torneo profesional (Liga) ante lo que siempre respondían que “no”, tildándolos de “aprovechados negociantes” por el espíritu amateur que debería tener todo deportista. Ante tanta negativa, fue así como en 1948 y tras cinco años de insistencia, montaron su torneo sin contar con la aprobación de la Adefútbol (que tenía sede en Barranquilla). Mientras los nuevos inquilinos del fútbol (ahora rentado) despacharían desde Bogotá como Dimayor. En esa época el presidente de Colombia era el conservador antioqueño Mariano Ospina Pérez, el país tenía once millones de habitantes, Bogotá 600 mil y Medellín 300 mil.

La Dimayor fue fundada el 27 de junio de 1948 con los siguientes clubes: Por Bogotá (Santa fe, Millonarios y Universidad), Medellín (Medellín, Municipal, Huracán y Victoria), Cali (Cali, América y Boca Junior), Barranquilla (Junior) y Manizales (Caldas y Once Deportivo).

El primer torneo se inició el 15 de agosto del mismo año, siendo Colombia el séptimo país de la región en tener competencia profesional contando con diez equipos de seis ciudades, incluida Pereira que albergó a Universidad en sus primeros cinco partidos. Fue un torneo con partidos de ida y vuelta, de todos contra todos, que contó con 18 fechas entre agosto y diciembre. El campeón fue Santa Fe, el subcampeón Junior y de último quedó Universidad.

Transcurridas las primeras fechas y debido al gran suceso que consiguió el torneo con estadios llenos y gran difusión, la Adefútbol reconsideró su negativa y aceptó a la Dimayor en su seno, dándole crédito a la brillante idea de los dirigentes de entonces encabezados por Alfonso Senior.

Los estadios utilizados fueron: Romelio Martínez de Barranquilla (construido en 1935), Palo Grande de Manizales (1936), Pascual Guerrero de Cali (1937), El Campín de Bogotá (1938), Hipódromo San Fernando de Itagüí (1942) y Alberto Mora Mora de Pereira (1943). En ese entonces los estadios no tenían segundo piso y el único con iluminación artificial era el Romelio.

Este primer torneo contó con la narración de: Juancho Illera Palacio en Bogotá (La Voz de Colombia que pertenecía al Partido Conservador), Antonio Henao Gaviria en Medellín (La Voz De Antioquia), Samuel Duque (la Voz del Valle) y Jaime Tobón en Cali (Radio Pacífico), Joaquín Eduardo Pino en Barranquilla (Emisoras Unidas) y Gabriel Pineda en Manizales (Radio Manizales).

El primer gol lo marcó Rafael Serna de Municipal rompiendo el arco de Rafael Cardona de Universidad desde el punto penal, la anotación fue cantada por Antonio Henao en el San Fernando de Itagüí a las 11:15 a.m., estadio en el que se jugaba fútbol en las mañanas y se corrían carreras de caballos en las tardes.

Avianca otorgó un descuento del 45% a los jugadores en sus tiquetes aéreos para facilitar los desplazamientos, esta concesión fue realizada por el jefe de tráfico de la aerolínea, Alberto Farías, a Humberto Salcedo Fernández, presidente de la Dimayor y presidente del América. Un vuelo de Bogotá a Medellín o Cali en un DC3 duraba una hora y a Barranquilla dos.

Los aficionados de este primer torneo pagaron sus boletas atendiendo a las siguientes tarifas: En localidad Sol un peso, en general dos pesos, en platea tres pesos, en palco cinco pesos y en club social seis pesos.  Los árbitros cobraban 75 pesos por partido y los jugadores 1.000 pesos por mes.